/ sábado 5 de octubre de 2024

A pasarle ‘báscula’ a la policía marismeña

La policía mazatleca también será sometida a la revisión de su armamento por parte de la Sedena y de seguro brotarán las quejas de los agentes preventivos.

Si hay algún lugar por el que se debería empezar es por los grupos de reacción, que aunque oficialmente ya no operan como tal, siguen en funciones dentro de la corporación preventiva y las investigaciones de abuso policial que pesan sobre ellos, hasta el momento se desconocen sus resultados.

El mismo alcalde Édgar González ha dejado entrever desconfianza en los agentes a su mando, y recientemente dijo que el asesinato de un policía que estaba de permiso, sonaba más a un pugna interna que a un hecho con tufo de la delincuencia organizada.

El ciudadano se siente desprotegido, la apuesta de las corporaciones de proximidad social no han sido bien vistas por la gente, que al menor destello teme de lo que le pueda suceder si lo detiene un policía municipal.

Este desarme anunciado por el secretario de Seguridad Pública del Estado es un proceso normal en el año, pero toma relevancia en un contexto donde la violencia se ha desatado, y la reacción de la policía preventiva ha sido tardía.

¿En qué sentido? En la última semana se perpetraron tres asesinatos en zonas de alta peligrosidad en el puerto, donde la vigilancia policiaca debe ser constante para la prevención.

Por la experiencia reciente de Culiacán, en el puerto las autoridades de los tres niveles deben tener ya un plan B por si la revisión se extiende varios días, pues de lo contrario la tasa de delitos se disparará ante la falta de patrullajes por la ciudad.

Si de por sí ahorita el puerto luce solo por la noches, ¿qué será cuando los municipales se queden acuartelados en el búnker policiaco de Huertos Familiares?

Las policías municipales ahora están con más constancia en la lupa ciudadana.

La formación de nuevos agentes es un modelo que se vende como lo nuevo, con una mística de ética y de acercamiento a la gente, pero no hay que dejar de considerar que la confianza es como la virginidad, cuando se pierde se pierde.

La policía mazatleca también será sometida a la revisión de su armamento por parte de la Sedena y de seguro brotarán las quejas de los agentes preventivos.

Si hay algún lugar por el que se debería empezar es por los grupos de reacción, que aunque oficialmente ya no operan como tal, siguen en funciones dentro de la corporación preventiva y las investigaciones de abuso policial que pesan sobre ellos, hasta el momento se desconocen sus resultados.

El mismo alcalde Édgar González ha dejado entrever desconfianza en los agentes a su mando, y recientemente dijo que el asesinato de un policía que estaba de permiso, sonaba más a un pugna interna que a un hecho con tufo de la delincuencia organizada.

El ciudadano se siente desprotegido, la apuesta de las corporaciones de proximidad social no han sido bien vistas por la gente, que al menor destello teme de lo que le pueda suceder si lo detiene un policía municipal.

Este desarme anunciado por el secretario de Seguridad Pública del Estado es un proceso normal en el año, pero toma relevancia en un contexto donde la violencia se ha desatado, y la reacción de la policía preventiva ha sido tardía.

¿En qué sentido? En la última semana se perpetraron tres asesinatos en zonas de alta peligrosidad en el puerto, donde la vigilancia policiaca debe ser constante para la prevención.

Por la experiencia reciente de Culiacán, en el puerto las autoridades de los tres niveles deben tener ya un plan B por si la revisión se extiende varios días, pues de lo contrario la tasa de delitos se disparará ante la falta de patrullajes por la ciudad.

Si de por sí ahorita el puerto luce solo por la noches, ¿qué será cuando los municipales se queden acuartelados en el búnker policiaco de Huertos Familiares?

Las policías municipales ahora están con más constancia en la lupa ciudadana.

La formación de nuevos agentes es un modelo que se vende como lo nuevo, con una mística de ética y de acercamiento a la gente, pero no hay que dejar de considerar que la confianza es como la virginidad, cuando se pierde se pierde.

La policía mazatleca también será sometida a la revisión de su armamento por parte de la Sedena y de seguro brotarán las quejas de los agentes preventivos.

Si hay algún lugar por el que se debería empezar es por los grupos de reacción, que aunque oficialmente ya no operan como tal, siguen en funciones dentro de la corporación preventiva y las investigaciones de abuso policial que pesan sobre ellos, hasta el momento se desconocen sus resultados.

El mismo alcalde Édgar González ha dejado entrever desconfianza en los agentes a su mando, y recientemente dijo que el asesinato de un policía que estaba de permiso, sonaba más a un pugna interna que a un hecho con tufo de la delincuencia organizada.

El ciudadano se siente desprotegido, la apuesta de las corporaciones de proximidad social no han sido bien vistas por la gente, que al menor destello teme de lo que le pueda suceder si lo detiene un policía municipal.

Este desarme anunciado por el secretario de Seguridad Pública del Estado es un proceso normal en el año, pero toma relevancia en un contexto donde la violencia se ha desatado, y la reacción de la policía preventiva ha sido tardía.

¿En qué sentido? En la última semana se perpetraron tres asesinatos en zonas de alta peligrosidad en el puerto, donde la vigilancia policiaca debe ser constante para la prevención.

Por la experiencia reciente de Culiacán, en el puerto las autoridades de los tres niveles deben tener ya un plan B por si la revisión se extiende varios días, pues de lo contrario la tasa de delitos se disparará ante la falta de patrullajes por la ciudad.

Si de por sí ahorita el puerto luce solo por la noches, ¿qué será cuando los municipales se queden acuartelados en el búnker policiaco de Huertos Familiares?

Las policías municipales ahora están con más constancia en la lupa ciudadana.

La formación de nuevos agentes es un modelo que se vende como lo nuevo, con una mística de ética y de acercamiento a la gente, pero no hay que dejar de considerar que la confianza es como la virginidad, cuando se pierde se pierde.

La policía mazatleca también será sometida a la revisión de su armamento por parte de la Sedena y de seguro brotarán las quejas de los agentes preventivos.

Si hay algún lugar por el que se debería empezar es por los grupos de reacción, que aunque oficialmente ya no operan como tal, siguen en funciones dentro de la corporación preventiva y las investigaciones de abuso policial que pesan sobre ellos, hasta el momento se desconocen sus resultados.

El mismo alcalde Édgar González ha dejado entrever desconfianza en los agentes a su mando, y recientemente dijo que el asesinato de un policía que estaba de permiso, sonaba más a un pugna interna que a un hecho con tufo de la delincuencia organizada.

El ciudadano se siente desprotegido, la apuesta de las corporaciones de proximidad social no han sido bien vistas por la gente, que al menor destello teme de lo que le pueda suceder si lo detiene un policía municipal.

Este desarme anunciado por el secretario de Seguridad Pública del Estado es un proceso normal en el año, pero toma relevancia en un contexto donde la violencia se ha desatado, y la reacción de la policía preventiva ha sido tardía.

¿En qué sentido? En la última semana se perpetraron tres asesinatos en zonas de alta peligrosidad en el puerto, donde la vigilancia policiaca debe ser constante para la prevención.

Por la experiencia reciente de Culiacán, en el puerto las autoridades de los tres niveles deben tener ya un plan B por si la revisión se extiende varios días, pues de lo contrario la tasa de delitos se disparará ante la falta de patrullajes por la ciudad.

Si de por sí ahorita el puerto luce solo por la noches, ¿qué será cuando los municipales se queden acuartelados en el búnker policiaco de Huertos Familiares?

Las policías municipales ahora están con más constancia en la lupa ciudadana.

La formación de nuevos agentes es un modelo que se vende como lo nuevo, con una mística de ética y de acercamiento a la gente, pero no hay que dejar de considerar que la confianza es como la virginidad, cuando se pierde se pierde.