/ viernes 23 de abril de 2021

AMLO y Roger Bartra: vidas paralelas

Roger Bartra es, sin duda, uno de los intelectuales mexicanos más reconocidos por su lucidez, independencia y vocación crítica. Su última obra se titula Regreso a la jaula. El Fracaso de López Obrador, en la cual afirma que el actual presidente de la república encabeza un movimiento y un gobierno que nada tiene que ser con la izquierda, sino que encarna más bien un populismo reaccionario, que intenta restaurar el antiguo régimen autoritario.

De manera personal, Andrés Manuel López Obrador respondió al libro de Bartra. Lo hizo, a su más fiel estilo. No entró a discutir las ideas del autor, sino que lo descalificó. El presidente aseguró que “Roger se cansó de ser marxista y comunista y se pasó a la derecha, fue coptado por Enrique Krauze” y lo calificó – para variar – como un defensor del conservadurismo.

Esta opinión de López Obrador no tiene ningún fundamento. Es otra más de sus mentiras y salidas fáciles. Roger Bartra es un intelectual auténticamente de izquierda. Y ha mantenido una congruencia y fidelidad con estos ideales.

Hay un marcado contraste entre Bartra, como hombre de izquierda, estudioso y crítico del poder, y Andrés Manuel López Obrador, un líder populista conservador, poseído por una ansia desmedida de poder.

Roger Bartra nació en 1942. Es hijo de catalanes exiliados, que llegaron a México huyendo de la dictadura franquista, después de la guerra civil española. Desde muy joven, al concluir su bachillerato, Bartra se relacionó con la izquierda. Siendo estudiante de licenciatura, en 1962, fue detenido y encarcelado por repartir propaganda contra la visita a nuestro país de John F. Kennedy, Presidente de los Estados Unidos.

Roger Bartra se afilió al Partido Comunista Mexicano, en un momento en que dicha organización política no tenía reconocimiento legal y actuaba prácticamente en la clandestinidad.

Las preocupaciones académicas iniciales de Bartra fueron las relacionadas con sector rural mexicano, la estructura agraria y el campesinado. Entre 1974 y 1982 publicó una serie de obras, en las que cuestionó el caciquismo y explicó el funcionamiento de las formas de poder y control político prevalecientes en las zonas rurales de México.

Andrés Manuel López Obrador es menor que Roger Bartra. Nació en 1953, y fue un joven muy diferente, ya que nunca simpatizó con la izquierda. Mientras que Bartra militaba en el Partido Comunista ilegal y clandestino, y padecía la represión gubernamental, a mediados de los años setentas el joven López Obrador se afilia al Partido Revolucionario Institucional. En 1976, AMLO acompaña al poeta Carlos Pellicer en su campaña como candidato a Senador del PRI por Tabasco.

De 1980 a 1981, Roger Bartra fue Director de la revista El Machete, publicación financiada por el Partido Comunista Mexicano, que había obtenido reconocimiento legal. Esta es una revista legendaria en la historia de la izquierda mexicana. Fue una publicación irreverente, subversiva, que combatió el dogmatismo y contribuyó de una manera muy importante a sacudir y renovar el ideario político de izquierda.

Mientras que Bartra se empeñaba en construir una izquierda moderna, abierta y cosmopolita, Andrés Manuel López Obrador era nombrado en 1983 presidente del Comité Directivo Estatal del PRI en Tabasco, cargo en el que compuso el himno estatal del partido.

Roger Bartra nunca fue funcionario público de ningún gobierno priísta. En cambio, AMLO fue delegado del Instituto Nacional Indigenista y Director de Promoción Social de la

Conasupo.

Del interés por las cuestiones rurales y agrarias, las preocupaciones intelectuales de Bartra migraron al análisis de las redes imaginarias del poder político y la identidad mexicana. En décadas de estudio y a través de obras fundamentales, Roger Bartra llega a la conclusión de que el régimen autoritario mexicano se sustentó en la cultura política nacionalista, la misma que intenta restaurar Andrés Manuel López Obrador.

La izquierda siempre ha estado en la vida, en las preocupaciones académicas y en las opciones políticas de Bartra, que renunció a la militancia partidista, pero se continúa autodefiniendo como un intelectual de izquierda socialdemócrata.

Bartra tiene razón. AMLO no es, ni ha sido nunca, un hombre de izquierda. Abandonó el PRI, pero para convertirse en líder de un movimiento populista conservador y regresivo. Las posturas de López Obrador en relación con la economía, política, moral, mujeres, nada tiene que ver con el ideario de la izquierda liberal y democrática, a la que siempre ha sido fiel Roger Bartra.