Así no se puede quitar un golpe mediático. De ninguna manera. Un extranjero secuestrado y liberado en Mazatlán es un hecho que traerá consecuencias a la imagen turística del puerto, que de por sí ya está gastada por la inseguridad de semanas atrás, y ahora se le suma esto.
Los delitos ocurren constantemente, en especial el de la privación ilegal de las personas desde que el lunes 9 de septiembre los poderes fácticos de la delincuencia organizada decidieron medir fuerzas y reprocharse rencores. Allá ellos, ¿pero los de pie qué culpan tienen?
En el escenario de una violencia desbordada en las últimas semanas en la Perla del Pacífico el Gobierno de Mazatlán sigue el mismo guión: “está tranquilo”, y en respuesta los porteños se mofan de sus representantes, llámese alcaldesa y secretario de Seguridad Pública Municipal.
La numeralia turística cada fin de semana abona al desespero de los empresarios del sector turístico, quienes por debajo del agua claman y gritan la caía constante que registra Mazatlán desde hace semanas.
Los secuestros y extorsiones están a la orden del día en el puerto. Restaurantes y otros giros comerciales ya empiezan a tomar decisiones caóticas como el cierre de sus establecimientos, unos temporales, otros de manera definitiva.
Por más fuerzas de seguridad desplegadas por el puerto, como suele decirse, “a ojos de buen cubero”, no cumplen con las expectativas de paz que esperan los ciudadanos.
Tanto que habla el Gobierno de la Cuarta Transformación de estrategias para quitarle a la delincuencia su capacidad de coptación de autoridades y jóvenes, pero esto se reduce solo al aseguramiento de dinero por la venta de droga al menudeo, el aseguramiento de armas, vehículos e inmuebles, y no sus activos financieros importantes con el que blanquean capitales y los regresan al sistema financiero legal.
‘Operación mordaza’
Ha trascendido que desde Palacio Municipal se han dado instrucciones a varios medios digitales de información que ya no le hagan preguntas incómodas a la alcaldesa Estrella Palacios Domínguez.
Al parecer la presidenta municipal no se siente a gusto cuando se le pregunta sobre la inseguridad en el puerto.
Fiel al sistema corporativo de la 4T, de minimizar todo lo relacionado con este tema, ya no cuentan con un enunciado que logre cambiar los corazones y mentes de los ciudadanos.
En Mazatlán sí hay violencia y los ciudadanos merecen estar informados de lo que se hace en el puerto en materia de seguridad, a eso se comprometen los candidatos cuando piden el voto ciudadano.