Hablar de política social durante el primer gobierno de la Cuarta Transformación es hablar de una nueva realidad: la consolidación de la gran idea que implantó desde su primera campaña en 2006 el actual presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, “por el bien de todos, primero los pobres”. Un compromiso de campaña que hoy se ha hecho gobierno, donde el Estado mexicano ha retomado un papel preponderante para cumplir con metas como la reducción de las diferentes brechas de desigualdad existentes.
El eje central de las acciones del gobierno de la Cuarta Transformación ha sido la implementación de programas sociales para el beneficio de una gran parte de la sociedad mexicana: personas indígenas, afrodescendientes, adultos mayores, jóvenes, infancias, personas con discapacidad, entre otras. Los resultados ya están a la vista: en el último informe del Coneval sobre la pobreza, se ha podido observar cómo se van cerrando diversas brechas de desigualdad. México ya está en el camino de la movilidad social.
Los programas implementados por el Gobierno federal en su conjunto han beneficiado a casi 25 millones de personas. De los programas que más destacan son los Apoyos para Adultos Mayores y las Becas para el Bienestar Benito Juárez, que apoyan a millones de familias y están en concordancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de manera directa al objetivo 1: poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo y, de manera indirecta, al objetivo 2: poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria, la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible, así como al objetivo 10: reducir la desigualdad en y entre los países.
En materia de educación, para la Cuarta Transformación la escuela no es un espacio donde solo se implementan conocimientos, sino que además las aulas son lugares donde se inculcan valores en los jóvenes. Un espacio que conduce a la equidad entre las personas, porque la educación es un pilar fundamental para las futuras generaciones, así es que nace la Nueva Escuela Mexicana. En este 2023 el presupuesto en Educación fue de 1,729,791.9 millones, que son 98,299.6 millones más en comparación con el año 2022. Los aumentos en la matrícula reflejan también una ampliación en la cobertura, la cual ha llegado a los niveles previos de la pandemia por COVID-19.
En el ramo de la salud, la mayor apuesta por parte del gobierno de la Cuarta Transformación es la federalización; esto bajo el modelo del IMSS-BIENESTAR, al cual ya se incorporaron 23 de 32 entidades federativas. En este marco también las prioridades son la mejora del abasto de medicinas y la atención de la salud mental, con la instauración de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones. En el tema de la salud mental, para el próximo año se prevé una inversión de 3,724 millones de pesos, equivalente al 1.3% del presupuesto total para salud. Se trata de avanzar en la inversión de 7.9 dólares por persona que sugiere la OMS. En este caso sería de entre 3 y 4 dólares, siendo esta la mayor inversión que se haya dado.
La estrategia es la atención de primera instancia y la búsqueda de la prevención de las enfermedades crónicas. El protocolo instaurado en las instituciones del sector salud es “cero rechazos”, de ahí que la atención a diversos grupos vulnerables, marginados y/o discriminados fue prioritaria. Se atendieron de forma gratuita a 1,056,087 pacientes que requirieron atención médica de alta especialidad, 40.8% más que en el periodo anterior. Como es bien sabido, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) recientemente llegó a la cifra de 22 millones de personas inscritas, lo que representa un máximo histórico.
En la visión del desarrollo de la Cuarta Transformación también hay un enfoque cultural. En el periodo del 2022-2023 se llevaron a cabo 3,700 actividades artísticas y culturales comunitarias en las que participaron 158 mil personas, cifras que representan incrementos de 35.6% y 45%, respectivamente, en comparación con el ejercicio anterior. El acceso a la cultura que se ha dado a la población es bajo una perspectiva de cultura de paz y de corte comunitario, esto quiere decir que como centro se enriquece a nuestras culturas originarias, a las cuales se les ha apoyado para comercializar y proteger sus productos artesanales.
Existe un reconocimiento del patrimonio cultural mexicano originario y contemporáneo, dándole promoción dentro y fuera del país, por lo que se ha participado en diversas muestras en cinco países diferentes. En suma, se trata de una rica propuesta cultural que cuida y respeta nuestros patrimonios provenientes de las culturas originarias, pero a la vez tiene una pujante propuesta artística moderna que no solo es orgullo de mexicanos, sino que es para presumir en el extranjero.
Finalmente, en sus primeros cinco años el gobierno de la Cuarta Transformación se ha concentrado en ir cerrando las diversas brechas de desigualdad a partir de otorgar apoyos directos a millones de personas que antes habían sido abandonadas por el Estado mexicano, a procurar salud y educación para todas las personas y construir la pacificación del país a partir, entre otros, de una nueva política cultural comunitaria. Caminamos hacia una sociedad de derechos, de progreso y de justicia.