El garbanzo fue una de las primeras leguminosas en ser domesticadas. Con origen en Turquía y Siria, es un producto muy nutritivo que tiene un alto contenido en proteínas, carbohidratos, minerales, vitaminas y ácidos grasos, entre otros. Por eso es reconocido entre los llamados “alimentos funcionales” que son aquellos que no solo contienen características nutritivas, sino que cumplen una función específica para mejorar la salud y reducir el riesgo de contraer enfermedades.
Dicho en otras palabras, las de Hipócrates, el padre de la medicina: “Que tu medicina sea tu alimento, y que tu alimento sea tu medicina”. Tal y como lo ha señalado el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), “el garbanzo es un alimento muy útil para el combate de la anemia”, por ejemplo. Por tanto, puede ayudar mucho en el combate de la pobreza alimentaria.
Actualmente el país se encuentra entre uno de los primeros lugares de producción de garbanzo en el mundo, al cosechar un 10.3% del total, al mismo nivel de países como Rusia e India, según nos dice la Secretaría de Economía.
Uno de los grandes atractivos del garbanzo mexicano es el gran tamaño que posee, además de que el periodo de cosecha se realiza en tiempos donde no hay producción en otros países; justamente en estas fechas, en nuestra región ya se comienza a cosechar para el uso como verdura fresca, pero es hasta marzo cuando empieza la cosecha como grano seco.
Según datos del Anuario Estadístico de Producción Agrícola, en el 2022 se produjeron en el país 188 594.77 de toneladas de garbanzo. De este total, Sinaloa produjo 128 880 toneladas del grano, lo cual representa el 68.33% de la producción, convirtiendo al estado en el mayor productor del país. Es en nuestro vecino estado de Sonora donde se produce prácticamente el resto, porque es poco en Michoacán.
El garbanzo sinaloense en el periodo de 2022 representó un total de 112 millones de dólares en ventas internacionales, lo que equivale al 59% de las ventas internacionales totales del país (165 mil millones de dólares), y que tiene por mayores socios comerciales a los países de Argelia, Turquía, Estados Unidos, España y Perú.
A su vez Sinaloa cuenta con una de las mayores calificaciones en materia ambiental (RCA), con respecto a la producción del grano que es de 92.5; tal indicador refleja las ventajas comparativas comparado con otros estados, sin embargo, aún hay condiciones para desarrollar un mayor potencial de crecimiento económico de su cosecha. Ciertamente el mercado del garbanzo no se puede comparar con los mercados de productos como el maíz, incluso del trigo, pero a diferencia de estos, el del garbanzo es un mercado muy estable, ya que los países importadores reconocen la calidad del nuestro.
Así como se han mencionado las propiedades nutrimentales y funcionales del garbanzo, la semilla que se produce en Sinaloa destaca por ser una de alta calidad, lo cual hace la diferencia en el mercado internacional, que lo ha llevado a exportarse hasta a 40 países, donde destacan Argelia y España (Manjarrez, Gómez y Salinas, 2011). Además de las cualidades nutrimentales que se conocen del garbanzo, un estudio de Angulo et al (2011) menciona que el grano utilizado en Sinaloa tiene propiedades que ayudan al tratamiento de la hipertensión, así como las posibilidades de que tenga otras propiedades medicinales que aún no están exploradas.
Por ello hay aquí una gran ventana de oportunidad, no solo en la comercialización hacia el exterior, sino para la creación de la propia industria local, regional y nacional. La transformación del garbanzo en harinas y leche, por ejemplo, puede generar diversos productos alimenticios para el consumo local y nacional.
Al concentrarnos en la producción local del garbanzo encontramos que los municipios de la región del Évora (Angostura, Mocorito y Salvador Alvarado) poseen un papel preponderante en la producción de esta leguminosa, entre ellos producen 56 427.62 toneladas de garbanzo, lo que equivale al 43.78%, y de lo que se produce en el Estado, y casi una tercera parte de lo que se produce en México, siendo así la región más relevante, no solo del estado, sino del país en materia de la producción del garbanzo.
Y el productor local que destaca con una mayor producción es el de Guamúchil, cuya producción total en el año es de 21 337.91 toneladas de garbanzo, convirtiéndolo así en el productor número uno del país en relación con el grano. Guamúchil es pues, la capital del garbanzo mexicano. ¡Enhorabuena!