Mazatlán sufrió horas de desquicio vial por una protesta en dos arterias importantes que conectan con áreas turísticas.
Los reclamos de cientos de familias desplazadas, de ser ciertos, valen la pena, sin embargo el bloqueo perjudicó a miles de personas principalmente en zonas escolares.
Mazatlán se desquició, y por la tarde-noche solamente seguía cerrada la avenida Rafael Buelna entre la zona de El Toreo y las instalaciones de la Comisión de Vivienda del Estado de Sinaloa.
Lo sorprendente es que a pesar de todo el tráfico y la llega tardía de cientos de trabajadores de la zona hotelera, las autoridades no pudieron hacerlos cambia de opinión.
Faltó el oficio político para, por lo menos, destrabar la vialidad luego que los manifestantes sí liberaron el malecón.
El poco turismo que hay en el puerto vivió un bloqueo en la propia ciudad, y la imagen que esto generó pega directamente en las intenciones de que más visitantes vengan a Mazatlán.
La denuncia de quienes protestaron es muy grave, si resulta ser cierto que el Gobierno del Estado no quiere darles las escrituras de sus viviendas en el fraccionamiento CVIVE en este puerto hasta no hacer un evento masivo en Concordia, ya que la mayoría de las familias provienen de comunidades serranas de ese municipio desplazadas por la violencia.
Hasta el momento no ha habido un posicionamiento del Gobierno del Estado sobre este tema y da la impresión de que atender dos frentes, éste y el tema del de la violencia del narcotráfico, lo harán entrar en una espiral de la que ya no habrá retorno.
Los problemas de índole social, como éste, deben tener prioridad para resolverse, de lo contrario más cierres de vialidades pondrán al puerto en el foco nacional.
Y eso que todos presumen que Mazatlán está tranquilo.
