/ lunes 8 de julio de 2024

El Espectador / El IPN quiebra a Gott und Glück

Abusos administrativos, el estrangulamiento financiero y la rescisión unilateral del contrato de limpieza por parte del Instituto Politécnico Nacional han llevado a la quiebra técnica a la empresa Gott und Glück (Dios y suerte).

Se presume que desde el inicio, la licitación A-11-B00-011B00001-N-6-2024 estuvo destinada a favorecer a la empresa Armot. Sin embargo, un recurso de inconformidad y la opinión del Órgano Interno de Control que consideró la licitación parcial y no ajustada a la normatividad, cambiaron las cosas, otorgando el contrato a Gott und Glück temporalmente, a pesar de la oposición del director administrativo del IPN, Javier Tapia Santoyo.

A partir de ahí, la empresa enfrentó trampas y obstáculos administrativos, además de la falta de pago por 180 millones de pesos por parte del IPN, lo que la llevó a la bancarrota tras 12 años de historia y miles de empleados.

Esta historia de abusos se enmarca en un estilo particular de operar de un grupo de priistas que han capturado al IPN, similar a sus prácticas en el ISSSTE. Como en este espacio le hemos contado, este grupo fue investigado por Raquel Buenrostro en el SAT, la Auditoría Superior de la Federación y la Fiscalía General de la República por licitaciones amañadas por mil 300 millones de pesos.

Documentos en Compranet muestran que, desde la llegada de Tapia Santoyo, él controla el manejo político y administrativo del IPN. Desde enero del año pasado, otorgó contratos por mil 767 millones de pesos en adjudicaciones directas. En 2023, el IPN otorgó seis mil 132 adjudicaciones directas, superando los límites autoimpuestos en 68 casos, representando 803 millones de pesos. En total, el 53.23 por ciento de las compras del IPN fueron adjudicaciones directas, por alrededor de mil 787 millones de pesos.

En diciembre de 2023, el IPN lanzó un concurso público para el servicio de limpieza en sus dependencias durante 2024. Gott und Glück presentó la oferta más competitiva, generando ahorros de más de 20 millones de pesos para el IPN. Sin embargo, se favoreció a Armot, una decisión luego cuestionada y revertida. Gott und Glück inició la prestación de servicios el 20 de marzo, pero enfrentó trabas desde el principio, incluyendo denegación de acceso a las instalaciones y obstáculos administrativos.

Nos cuentan que a pesar de estas dificultades, Gott und Glück asumió los pagos de sueldos, totalizando más de cuatro mil 150 salarios y gastos por 180 millones de pesos hasta la fecha. La situación se agravó el 11 de mayo, cuando el IPN no pagó las facturas de marzo y abril. Además, la empresa enfrentó penalizaciones desproporcionadas que representaban más del 99.50 por ciento de la facturación total de marzo.

El 25 de junio, el Diario Oficial de la Federación informó que se prohibía a cualquier instancia gubernamental celebrar contratos con Gott und Glück por tres meses y ordenó la suspensión de pagos, incluyendo los atrasados. Ese día, los trabajadores bloquearon avenidas para exigir pagos, pero el IPN se deslindó argumentando incumplimiento de contrato y falta de alta de trabajadores ante el IMSS. Gott und Glück informó sobre la correcta cobertura de sus trabajadores y el cumplimiento de sus servicios, recurriendo a la Secretaría de la Función Pública para proteger sus derechos y los de sus empleados.

El pasado 1 de julio, Armot retomó el servicio de limpieza en el IPN mediante adjudicación directa por 341.3 millones de pesos, a pesar de las omisiones que Gott und Glück había denunciado previamente.

Abusos administrativos, el estrangulamiento financiero y la rescisión unilateral del contrato de limpieza por parte del Instituto Politécnico Nacional han llevado a la quiebra técnica a la empresa Gott und Glück (Dios y suerte).

Se presume que desde el inicio, la licitación A-11-B00-011B00001-N-6-2024 estuvo destinada a favorecer a la empresa Armot. Sin embargo, un recurso de inconformidad y la opinión del Órgano Interno de Control que consideró la licitación parcial y no ajustada a la normatividad, cambiaron las cosas, otorgando el contrato a Gott und Glück temporalmente, a pesar de la oposición del director administrativo del IPN, Javier Tapia Santoyo.

A partir de ahí, la empresa enfrentó trampas y obstáculos administrativos, además de la falta de pago por 180 millones de pesos por parte del IPN, lo que la llevó a la bancarrota tras 12 años de historia y miles de empleados.

Esta historia de abusos se enmarca en un estilo particular de operar de un grupo de priistas que han capturado al IPN, similar a sus prácticas en el ISSSTE. Como en este espacio le hemos contado, este grupo fue investigado por Raquel Buenrostro en el SAT, la Auditoría Superior de la Federación y la Fiscalía General de la República por licitaciones amañadas por mil 300 millones de pesos.

Documentos en Compranet muestran que, desde la llegada de Tapia Santoyo, él controla el manejo político y administrativo del IPN. Desde enero del año pasado, otorgó contratos por mil 767 millones de pesos en adjudicaciones directas. En 2023, el IPN otorgó seis mil 132 adjudicaciones directas, superando los límites autoimpuestos en 68 casos, representando 803 millones de pesos. En total, el 53.23 por ciento de las compras del IPN fueron adjudicaciones directas, por alrededor de mil 787 millones de pesos.

En diciembre de 2023, el IPN lanzó un concurso público para el servicio de limpieza en sus dependencias durante 2024. Gott und Glück presentó la oferta más competitiva, generando ahorros de más de 20 millones de pesos para el IPN. Sin embargo, se favoreció a Armot, una decisión luego cuestionada y revertida. Gott und Glück inició la prestación de servicios el 20 de marzo, pero enfrentó trabas desde el principio, incluyendo denegación de acceso a las instalaciones y obstáculos administrativos.

Nos cuentan que a pesar de estas dificultades, Gott und Glück asumió los pagos de sueldos, totalizando más de cuatro mil 150 salarios y gastos por 180 millones de pesos hasta la fecha. La situación se agravó el 11 de mayo, cuando el IPN no pagó las facturas de marzo y abril. Además, la empresa enfrentó penalizaciones desproporcionadas que representaban más del 99.50 por ciento de la facturación total de marzo.

El 25 de junio, el Diario Oficial de la Federación informó que se prohibía a cualquier instancia gubernamental celebrar contratos con Gott und Glück por tres meses y ordenó la suspensión de pagos, incluyendo los atrasados. Ese día, los trabajadores bloquearon avenidas para exigir pagos, pero el IPN se deslindó argumentando incumplimiento de contrato y falta de alta de trabajadores ante el IMSS. Gott und Glück informó sobre la correcta cobertura de sus trabajadores y el cumplimiento de sus servicios, recurriendo a la Secretaría de la Función Pública para proteger sus derechos y los de sus empleados.

El pasado 1 de julio, Armot retomó el servicio de limpieza en el IPN mediante adjudicación directa por 341.3 millones de pesos, a pesar de las omisiones que Gott und Glück había denunciado previamente.