El pasado jueves 15 de febrero, en el plantel de bachillerato Agustina Achoy Guzmán en Navolato, se llevó a cabo una jornada interinstitucional de derechos sexuales y reproductivos para adolescentes a cargo de SEMUJERES con la presencia de autoridades gubernamentales y la comunidad estudiantil en un gran escenario, con sonido, bombos y platillos, pero con oradores sin perspectiva de género.
En el programa, participó el Dr. Jorge Rafael Uriarte Valenzuela, y en medio de un discurso sin estructura o secuencia, se dirigió al público, increpando a las alumnas con la pregunta “¿A qué edad creen que es bueno embarazarse? ¿Alguien me puede decir a qué edad es bueno embarazarse?”. Nadie contestó, sólo ruidos tipo falla técnica en el sonido fueron escuchados, y continuo:
“Bueno, la mayoría aquí tiene de 16 máximo 18 años, la edad ideal para embarazarse son a partir de los 30 años, sale, 29-30, porque a esa edad, les voy a ser sincero, obviamente ya tienes una estabilidad económica, obviamente trabajo, obviamente tienen casa, un auto, tienen la comodidad se puede decir, ahorita jóvenes, dejen de romantizar eso de ser mamás jóvenes como pueden ver ¿ven la unidad móvil que está atrás, la pueden ver? esa unidad móvil viene de parte de la secretaría de salud sale, nuestro objetivo es este, jornada de derechos entre los adolescentes, ¿por qué? porque ustedes tienen derecho a tener un servicio de manera gratuita, nosotros tenemos una unidad móvil que de igual manera le podemos brindar orientación, consejería sobre la prevención de embarazos, las infecciones y muchos temas más que a ustedes les van a interesar, por eso de igual manera los invito a cada módulo que aprovechen este gran evento, sale, muchas gracias.”
Estas palabras las dijo durante la inauguración, seguido de la participación de la alumna Brianda, y en la presencia de la Dra. María Teresa Guerra Ochoa, secretaria de las Mujeres; llama la atención el mensaje de Jorge Uriarte, toda vez que ha venido disertando en nombre de SEMUJERES un sin fin de conferencias, charlas, y talleres dirigidos principalmente a jóvenes estudiantes, y en este discurso no mostró expertise, pero lo más cuestionable es haberse dirigido a las jóvenes con un mensaje plagado de prejuicios y sexismos de género, señalando a las alumnas y acusándolas de romantizar la maternidad.
Efectivamente promover y difundir información sobre los derechos sexuales y reproductivos es el objetivo para acceder a servicios de salud, erradicar los matrimonios forzados de niñas y adolescentes, reducir el embarazo en la adolescencia y prevenir enfermedades de salud sexual, sin embargo, el mensaje en cuestión se enfocó a responsabilizarlas, avergonzarlas públicamente, dejando de lado la responsabilidad y la necesidad de involucrarlos a ellos, y concientizar tanto a hombres y mujeres adolescentes de problemáticas como la discriminación laboral, los riesgos en la salud, los obstáculos en el desarrollo económico y proyecto de vida en consecuencia de la falta de información y educación sexual integral.
Históricamente ha habido resistencias cuando se trata de hablar de sexualidad, por un lado hay posturas que se niegan a que en el sistema educativo reciban las niñas, niños y adolescentes educación sexual integral, y por otro lado se encuentran los mitos y prejuicios, y en esta caso fuimos testigo de cómo siguen presentes los prejuicios en el personal de instancias gubernamentales, que nos regresa a reproducir el estereotipo de que las mujeres son exclusivamente responsables del embarazo, y justificar la ausencia de los hombres, inclusive el papel de las instituciones en la problemática.
No sería la primera vez que personal de instituciones públicas brinda un discurso sobre educación sexual desde el enfoque de negación de derechos hacia las niñas, niños y adolescentes, con postura discriminatoria, adultocentrista o religiosa; en una ocasión distinta un molesto empleado de SEMUJERES hizo la observación a una tallerista durante su exposición para dejar de recomendar métodos anticonceptivos y en su lugar hablarles de abstinencia sexual, pero esta vez afortunadamente se encontraba la titular de la secretaria, quien enmendó la plana, y rescató el rumbo del evento.