Un terreno tiene en veremos al nuevo hospital del IMSS en Mazatlán.
Ante un nosocomio ya rebasado por el crecimiento de la ciudad y la demanda de mejores servicios de salud en el puerto, la falta de oficio político de autoridades y empresarios tiene retrasada la imperiosa necesidad por concretar esta obra que desde hace décadas requiere Mazatlán y municipios aledaños.
Si usted va al que llaman el “seguro nuevo”, que data de 1979, a finales de los años 80 este hospital que se erigió sobre la avenida Ejército Mexicano quedó obsoleto y en la actualidad sobrevive pero sus carencias son palpables y su operatividad sale por obra del Espíritu Santo.
Es innegable su desgaste, por lo que uno nuevo ya urge en el puerto, y ni aun así es garantía de que la atención será suficiente.
Si el Covid-19 nos dejó algo en claro fue que en caso de un nuevo brote de virus los servicios médicos en el municipio colapsarán.
Y si a esto le sumamos los municipios aledaños, ya sabemos el resultado fatal.
La inversión en los servicios de salud cada vez más sufre recortes, y si no se actúa tiempo con respecto al nuevo hospital, los recursos etiquetados se pueden redireccionar a otras áreas, y entonces hay que volver a hacer las gestiones ante la Federación y eso llevará tiempo y esfuerzo.
Si ya está la lana disponible, autoridades y privados deben acelerar todo el proceso para que se consiga el terreno.
Resultados que no convencen
En 12 años los gobiernos municipales solo han podido correr a 3 policías acusados de abuso de autoridad.
El resultado es de risa porque en los últimos años las redes sociales nos han saturado de casos donde se observa a policías cometer actos reprobables.
Lo único que hace la autoridades es sacarlos de la calle y ponerlos en otras áreas, pero mientras dura su investigación, los casos se van entrampando.
El policía municipal no está bien evaluado por la sociedad, que reclama que se les ponga un alto a esos abusos.
