Las fechas que nos marcan las recordamos como si fueran ayer, se quedan en nuestra memora los detalles, olores, sabores, personas, lugares… para nosotros un octubre de 2015 es ese momento cuando nacimos en Mazatlán como una propuesta novedosa y de contrapeso en muchos sentidos, principalmente del poder político, buscamos un contrapeso entendido como equilibrio entre ciudadanía y Gobierno, ese fue el objetivo y así arrancamos. Sí, estamos de manteles largos, emocionados y comprometidos.

A lo largo de nuestro camino hemos sumado gente valiosa, organizaciones que nos han dado la mano y una sociedad que poco a poco nos reconoce por lo que hacemos desde lo local; no ha sido fácil avanzar y concretar lo que nos planteamos desde el inicio, pero tampoco hemos dejado ni un día de trabajar por eso. Hoy nuestra estructura sigue intacta, nos regimos por un Consejo Ciudadano quien tuvo la idea de crear este Observatorio; nuestros recursos siguen siendo aportaciones privadas y nuestros valores de integridad y ética no son negociables.

Nacimos en un contexto donde no existía en Mazatlán ninguna organización similar que vigilara a las autoridades locales, ninguna que cuestionara sus acciones y ninguna que propusiera abrir más y mejores espacio a la participación ciudadana, por eso trazamos un plan trabajo desde el principio, uno que garantizara la colaboración con las autoridades en aras de construir caminos para abrir esos espacios de participación social y tener verdadera rendición de cuentas de las autoridades municipales, porque el interés es ese: vigilar recursos públicos locales, los que realmente impactan en nuestro entorno y que la ciudadanía tenga oportunidad de participar y proponer.

Sin embargo, eso no se logró así, como organización nos dimos cuenta que a los gobiernos nos les gusta que los fiscalice la ciudadanía, eso nos dificultó el camino y nos obligó a trazar otro plan sin perder el objetivo. Entonces nos concentramos sólo en vigilar presupuesto municipal y denunciar presuntos actos de corrupción como una forma de participar como vigilantes ciudadanos, lo hicimos así de 2017 a 2022 porque ninguna autoridad municipal de ese periodo aceptó que participáramos con propuestas como sociedad civil para mejorar prácticas de Gobiernos que ayudaran a reducir riesgos de corrupción; algunos alcaldes ni siquiera nos recibieron en sus oficinas, otros nos llamaron enemigos de Mazatlán sólo por vigilar los recurso que son de todos.

Así transitamos por siete años y en ese tiempo documentamos y presentamos más de 30 denuncias ante instancias fiscalizadoras del Estado por presuntos hechos de corrupción, principalmente en compras, obras públicas y contrataciones de servicios de asesoría. En el periodo 2014-2016 nos metimos a investigar el tema del arrendamiento de 77 vehículos y confirmamos que se arrendaron a sobreprecio a una empresa que se constituyó expresamente para ese servicio; en 2017-2018 le entramos a investigar las adjudicaciones de obra pública y la contratación de servicios de asesoría legal, por ejemplo, para el caso Nafta.

Ya para la administración 2019-2021 nos concentramos en hacer público nuestro trabajo y los hallazgos de la revisión de cuentas públicas municipales; encontramos alta opacidad en paramunicipales para informar el uso de sus recursos; en el Ayuntamiento de Mazatlán debilidades en la vigilancia en comprobación de recursos por viáticos y gastos de representación y documentamos la adjudicación directa de un contrato de 400 millones de pesos por la adquisición de luminarias, esto nos llevó a presentar una denuncia pública y de hechos ante autoridades estatales que derivó en la renuncia del ex alcalde, Luis Guillermo Benítez Torres.

En noviembre de 2022 el rumbo cambió cuando llegó la administración sustituta que está a punto de terminar su periodo, ésta fue la primera que se interesó por nuestro proyecto colaborativo para trabajar en transparentar más y mejor los recursos públicos, a partir de ese momento pusimos en marcha la Agenda Ciudadana Anticorrupción donde impulsamos 10 compromisos por la transparencia; el Gobierno de Mazatlán hizo todavía más porque creo 12 nuevos micrositios para transparentar la compra de luminarias, obras pública, puso a disposición manuales y reglamentos actualizados; el trabajo del Órgano Interno de Control y abrió datos públicos que son transparencia proactiva, de esa información extra que merece conocer la sociedad civil por derecho.

A la par hicimos alianzas con otras organizaciones desde el norte hasta el sur del país, nos fortalecimos como equipo, crecimos en redes sociales y nos aventuramos a capacitar en trasparencia a estudiantes, académicos, periodistas y activistas porque en nuestros objetivos también está la construcción de ciudadanía y teníamos que hacerlo, fue cambiar el plan, pero no el objetivo. Hoy seguimos siendo el único Observatorio en su tipo en Mazatlán y el sur del Estado, pero con una experiencia vasta que nos permite compartir conocimiento e inspirar a que otros ciudadanos se organicen por una causa, porque a la ciudadanía nos mueven causas comunes.

En el marco de este noveno aniversario queremos agradecer a todas las personas aliadas que creyeron en nosotros, a regidores y regidoras que han mostrado su interés en impulsar mejoras prácticas de Gobierno; a los académicos que consideran nuestra opinión, a los medios de comunicación y a los periodistas de Sinaloa por darnos voz y abrirnos espacio, su apoyo es y será invaluable; gracias a las organizaciones locales y nacionales que nos suman en sus causas que, como la nuestra, es genuina; y gracias, por su puesto, al nuestro equipo y al Consejo Ciudadano que hace posible que este Observatorio siga adelante.

Esto y más lo seguiremos haciendo. Nos leemos en la próxima.

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*El autor es Director de la Asociación Civil Observatorio Ciudadano de Mazatlán. Contador Público, Licenciado en Derecho y Auditor Forense Certificado, especializado en auditorías a recursos públicos y temas anticorrupción.