/ jueves 27 de junio de 2024

Política en serio | Encuesta Nacional sobre Salud Financiera

«Lo importante no es mantenerse vivo sino mantenerse humano»

George Orwell

Hace tan sólo unos días que se presentó en México la Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (ENSAFI) 2023, este novedoso programa es un esfuerzo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en colaboración con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), y arroja información importante para entender el comportamiento social financiero del país, específicamente son encuestados mexicanas y mexicanos de 18 años o más y reflejan el control de estos en sus finanzas, el cómo se organizan en sus gastos cotidianos y cómo hacen frente a las contingencias y variaciones de su presupuesto. Esta observancia refleja sus conductas de ahorro, deuda, metas económicas y nos permite conocer el estatus de su bienestar y movilidad económica llamándolo salud o bienestar financiero.

La información presentada no tiene desperdicio, pero muestro algunas estadísticas que merecen mención destacada, el primero de ellos es que Sinaloa es el 6to. Estado con menor porcentaje de población de 18 años o más que cuenta con ahorro cuando el de mayor porcentaje es el Estado vecino de Sonora.

El bienestar financiero en México tiene un promedio nacional del 52.8 % que lo colocan por debajo de Hong Kong, Alemania y EUA pero por encima de naciones como Perú, Portugal y Colombia. Sinaloa se encuentra, por poco, encima del promedio nacional con un 53.1 % ocupando de entre los 32 Estados la posición número 18, siendo Quintana Roo quien encabeza y Guerrero el último.

Las brechas de género se encuentran marcadamente, por ejemplo en el indicador de bienestar financiero es menor para las mujeres con un 51.7 % respecto a los hombres que es un 54.1 %, en cuanto a la percepción respecto a los valores de bienestar, los hombres que se encuentran en un alto valor de bienestar financiero son un 20.8 % respecto al 15.2 % de las mujeres, y en la escala de bajo nivel de bienestar financiero se encuentran el 22 % de las mujeres y el 16 % de los hombres.

La medición de lo que se considera estrés financiero, consecuencia del poco control de su economía y la autosuficiencia para hacer frente a lo cotidiano e imposibilita la prevención de ahorro para el futuro, arroja que el promedio nacional de estrés financiero es del 59.5 % y en el caso de Sinaloa muy similar con un 59.2 %. En esta estadística muestra la brecha amplia que existe entre los sexos estando las mujeres en un 62.5 % respecto al 56.0 % de los hombres y siendo las poblaciones de entre 30 a 49 años y la de 50 a 64 años en las que más del 40 % sufren de alto nivel de estrés financiero. Sinaloa se coloca en el 6to lugar entre los Estados con mayor porcentaje de población de 18 años y más con alto nivel.

A consecuencia del estrés financiero, 34.9 % de la población reportó experimentar algún malestar físico como dolor de cabeza, gastritis, colitis o cambios en la presión arterial. Las mujeres registraron un mayor porcentaje de nivel alto de estrés. Se tiene una brecha por sexo de 11.5 puntos porcentuales entre el porcentaje de mujeres (42.2 %) y de hombres (30.7 %).

Estas estadísticas deberán usarse como referencia para entender mejor el impacto económico en la población, en sus distintas etapas, así como las brechas de bienestar y de emociones por género en espera que a los gobiernos nacionales y estatales los utilicen para la generación de programas y proyectos, como por ejemplo la marcada preocupación sobre pagar o comprar casa en un mayor número por parte de los hombres, y en caso de las mujeres el pago de los estudios de las hijas o hijos.

La incorporación de una educación financiera desde las escuelas y los ajustes presupuestales con una perspectiva de género con enfoque interseccional. Las referencias del impacto de la economía en la salud mental me parecen el logro más trascendente de este esfuerzo y permitirán políticas más humanas, ahora a insistir en que se conviertan en acciones y continuar…hasta que la dignidad se haga costumbre…

«Lo importante no es mantenerse vivo sino mantenerse humano»

George Orwell

Hace tan sólo unos días que se presentó en México la Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (ENSAFI) 2023, este novedoso programa es un esfuerzo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en colaboración con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), y arroja información importante para entender el comportamiento social financiero del país, específicamente son encuestados mexicanas y mexicanos de 18 años o más y reflejan el control de estos en sus finanzas, el cómo se organizan en sus gastos cotidianos y cómo hacen frente a las contingencias y variaciones de su presupuesto. Esta observancia refleja sus conductas de ahorro, deuda, metas económicas y nos permite conocer el estatus de su bienestar y movilidad económica llamándolo salud o bienestar financiero.

La información presentada no tiene desperdicio, pero muestro algunas estadísticas que merecen mención destacada, el primero de ellos es que Sinaloa es el 6to. Estado con menor porcentaje de población de 18 años o más que cuenta con ahorro cuando el de mayor porcentaje es el Estado vecino de Sonora.

El bienestar financiero en México tiene un promedio nacional del 52.8 % que lo colocan por debajo de Hong Kong, Alemania y EUA pero por encima de naciones como Perú, Portugal y Colombia. Sinaloa se encuentra, por poco, encima del promedio nacional con un 53.1 % ocupando de entre los 32 Estados la posición número 18, siendo Quintana Roo quien encabeza y Guerrero el último.

Las brechas de género se encuentran marcadamente, por ejemplo en el indicador de bienestar financiero es menor para las mujeres con un 51.7 % respecto a los hombres que es un 54.1 %, en cuanto a la percepción respecto a los valores de bienestar, los hombres que se encuentran en un alto valor de bienestar financiero son un 20.8 % respecto al 15.2 % de las mujeres, y en la escala de bajo nivel de bienestar financiero se encuentran el 22 % de las mujeres y el 16 % de los hombres.

La medición de lo que se considera estrés financiero, consecuencia del poco control de su economía y la autosuficiencia para hacer frente a lo cotidiano e imposibilita la prevención de ahorro para el futuro, arroja que el promedio nacional de estrés financiero es del 59.5 % y en el caso de Sinaloa muy similar con un 59.2 %. En esta estadística muestra la brecha amplia que existe entre los sexos estando las mujeres en un 62.5 % respecto al 56.0 % de los hombres y siendo las poblaciones de entre 30 a 49 años y la de 50 a 64 años en las que más del 40 % sufren de alto nivel de estrés financiero. Sinaloa se coloca en el 6to lugar entre los Estados con mayor porcentaje de población de 18 años y más con alto nivel.

A consecuencia del estrés financiero, 34.9 % de la población reportó experimentar algún malestar físico como dolor de cabeza, gastritis, colitis o cambios en la presión arterial. Las mujeres registraron un mayor porcentaje de nivel alto de estrés. Se tiene una brecha por sexo de 11.5 puntos porcentuales entre el porcentaje de mujeres (42.2 %) y de hombres (30.7 %).

Estas estadísticas deberán usarse como referencia para entender mejor el impacto económico en la población, en sus distintas etapas, así como las brechas de bienestar y de emociones por género en espera que a los gobiernos nacionales y estatales los utilicen para la generación de programas y proyectos, como por ejemplo la marcada preocupación sobre pagar o comprar casa en un mayor número por parte de los hombres, y en caso de las mujeres el pago de los estudios de las hijas o hijos.

La incorporación de una educación financiera desde las escuelas y los ajustes presupuestales con una perspectiva de género con enfoque interseccional. Las referencias del impacto de la economía en la salud mental me parecen el logro más trascendente de este esfuerzo y permitirán políticas más humanas, ahora a insistir en que se conviertan en acciones y continuar…hasta que la dignidad se haga costumbre…