/ jueves 11 de julio de 2024

¿Quién manda en la Policía de Mazatlán?

Esta pregunta se harán miles de mazatlecos este jueves por los casos de abuso policiaco cometidos esta semana por agentes de la Policía Municipal y de Tránsito de Mazatlán. Pero no solo es quién está al mando, sino cómo es que se forman los agentes que en el papel están para cuidar al ciudadano y no dañarlo.

El modelo policial de servir y proteger ahora se conoce como reprimir y, en algunos casos, extorsionar. Sin un protocolo claro para detenciones, el “colmillo” de los oficiales de policía brilla por su ausencia en una era donde las redes no se someten al “chayote” y “queman” por parejo. Y sí, la exhibida les molesta y sacan su álter ego de bestias y se abalanzan sobre quienes les cuestionan la forman en que los detienen para una revisión, sin justificar el acto.

Aunque Mazatlán no registra niveles de violencia como hace 15 años, es impensable salir a las calles y sentirse seguros, pero ahora por el actuar de los policías mazatlecos. Si los nuevos elementos que se están formando en Culiacán replican estas tácticas, y si no hay un mecanismo de control en la actuación de los uniformados, se puede decir que hay un similitud con los regímenes fascistas o totalitarios del Siglo 20.

La tristemente célebre “Ley el Garrote” no ha desaparecido, tampoco la extorsión policiaca, y prueba de ellos son los casos denunciados por un abogado que fue golpeado por agentes municipales mientras grababa y cuestionaba a un tránsito lo que para él parecía un acto de extorsión a transportistas, y un arresto excesivo en la colonia Lomas del Ébano días atrás.

La autoridad, por lo menos, ya debió sacar de las calles a los policías señalados para someterlos a un proceso interno de investigación, pero en vez de eso terminan en la oficina unos días mientras se olvida el tema, o los mandan a cuidar Oxxos.

Esta pregunta se harán miles de mazatlecos este jueves por los casos de abuso policiaco cometidos esta semana por agentes de la Policía Municipal y de Tránsito de Mazatlán. Pero no solo es quién está al mando, sino cómo es que se forman los agentes que en el papel están para cuidar al ciudadano y no dañarlo.

El modelo policial de servir y proteger ahora se conoce como reprimir y, en algunos casos, extorsionar. Sin un protocolo claro para detenciones, el “colmillo” de los oficiales de policía brilla por su ausencia en una era donde las redes no se someten al “chayote” y “queman” por parejo. Y sí, la exhibida les molesta y sacan su álter ego de bestias y se abalanzan sobre quienes les cuestionan la forman en que los detienen para una revisión, sin justificar el acto.

Aunque Mazatlán no registra niveles de violencia como hace 15 años, es impensable salir a las calles y sentirse seguros, pero ahora por el actuar de los policías mazatlecos. Si los nuevos elementos que se están formando en Culiacán replican estas tácticas, y si no hay un mecanismo de control en la actuación de los uniformados, se puede decir que hay un similitud con los regímenes fascistas o totalitarios del Siglo 20.

La tristemente célebre “Ley el Garrote” no ha desaparecido, tampoco la extorsión policiaca, y prueba de ellos son los casos denunciados por un abogado que fue golpeado por agentes municipales mientras grababa y cuestionaba a un tránsito lo que para él parecía un acto de extorsión a transportistas, y un arresto excesivo en la colonia Lomas del Ébano días atrás.

La autoridad, por lo menos, ya debió sacar de las calles a los policías señalados para someterlos a un proceso interno de investigación, pero en vez de eso terminan en la oficina unos días mientras se olvida el tema, o los mandan a cuidar Oxxos.