/ viernes 28 de junio de 2024

Trópicos Subterráneos | A los compañeros de mis maestros preparatorianos: Gildardo Izaguirre y Raquel Briseño

Así pone-Asiponia, y el edil en redil, Edgar Augusto 11, dice: “Colectivo en Defensa de El Faro miente, el Cerro El Crestón no está privatizado, señala el Alcalde de Mazatlán”.

De El Químico ni sus luces porque son las sombras de Edgar, Augusto 11, con sus relumbrones a la luz del día con la gorra puesta para la gorreada de los empresarios, dejándole más que el mantel a la Estrella de los Palacios, quien venderá cara su cara porque la belleza no ha aprendido a ser bella ante la fealdad del puerto marismeño y la ciudad mazatleca, colgándole una tirolesa para que la turisteada vuele sobre las luminarias, las basuras y las aguas negras, respirando el aire marino y yodatado con olor a café y a mierda ambiental.

De las autoridades municipales con los empresarios locales y los ambientalistas naturales, la tirolesa, es un tiro, y desde el ecolejete de Alejandro Higuera por lo de los ficus y las palmeras borrachas de sol del Felton y aquel encadenado a un árbol por talar, Mazatlán sigue siendo un carnavalesco y un carnavalero lugar común y corriente, tanto en la historia marismeña-mazatleca como en el sucedáneo del turismo cultural, así pone-asiponia y la red petroil con la intervención-apropiación del Amado Guzmán junior en lo que es el derruido Viejo Mazatlán y el esperpento hechizo del Centro Histórico, no existiendo armonía material y visual urbana, arquitectónica, céntrica y periférica, con los

impactos ambientales cada más corruptos e impunes a la vista gorda bajo las cachuchas de las autoridades municipales y los empresarios locales, en lo que los ambientalistas naturales que no son iconoclastas ni vándalos, porque son lo que la mayoría de los marismeños-mazatlecos no son ni hacen: cuidar los huesos cardios de los corazones y las memorias de una Mazatlán que hace tiempo desapareció bajo las luminarias entre las basuras y sobre las aguas negras a través de la gentrificación urbana y las torres altas con el muchacho alegre y los monos bichis de la petrificada pero la animada vida muerta, alegóricamente, carnavalera y carnavalesca, y como nunca ha faltado un roto para un descosido como presidente municipal, llegará la presidenta Estrella de los Palacios para ponerle orden y belleza al desorden y a la fealdad de los hombres marismeños-mazatlecos que han puesto en alerta y bajo pronóstico reservado a la vida social y cultural entre el puerto jodido y la ciudad desmejorada con el turismo cultural, porque los espacios vitales que los ambientalistas naturales defienden con pintas en las fachadas, no son, insisto, de iconoclastas ni de vándalos, y como no venden ni compran como los mercaderes del carnaval y el turismo cultural, los ojos sordos y los oídos ciegos con la vista gorda bajo las cachuchas de las gorras, el negocio que priva y privatiza es libre e i-legal de hacer en Mazatlán, en lo alto del cerro de El Crestón, las más chingona tirolesa sobre la más grande mojonera con la fauna depredadora de las autoridades municipales y los empresarios locales.

Así pone-Asiponia, y el edil en redil, Edgar Augusto 11, dice: “Colectivo en Defensa de El Faro miente, el Cerro El Crestón no está privatizado, señala el Alcalde de Mazatlán”.

De El Químico ni sus luces porque son las sombras de Edgar, Augusto 11, con sus relumbrones a la luz del día con la gorra puesta para la gorreada de los empresarios, dejándole más que el mantel a la Estrella de los Palacios, quien venderá cara su cara porque la belleza no ha aprendido a ser bella ante la fealdad del puerto marismeño y la ciudad mazatleca, colgándole una tirolesa para que la turisteada vuele sobre las luminarias, las basuras y las aguas negras, respirando el aire marino y yodatado con olor a café y a mierda ambiental.

De las autoridades municipales con los empresarios locales y los ambientalistas naturales, la tirolesa, es un tiro, y desde el ecolejete de Alejandro Higuera por lo de los ficus y las palmeras borrachas de sol del Felton y aquel encadenado a un árbol por talar, Mazatlán sigue siendo un carnavalesco y un carnavalero lugar común y corriente, tanto en la historia marismeña-mazatleca como en el sucedáneo del turismo cultural, así pone-asiponia y la red petroil con la intervención-apropiación del Amado Guzmán junior en lo que es el derruido Viejo Mazatlán y el esperpento hechizo del Centro Histórico, no existiendo armonía material y visual urbana, arquitectónica, céntrica y periférica, con los

impactos ambientales cada más corruptos e impunes a la vista gorda bajo las cachuchas de las autoridades municipales y los empresarios locales, en lo que los ambientalistas naturales que no son iconoclastas ni vándalos, porque son lo que la mayoría de los marismeños-mazatlecos no son ni hacen: cuidar los huesos cardios de los corazones y las memorias de una Mazatlán que hace tiempo desapareció bajo las luminarias entre las basuras y sobre las aguas negras a través de la gentrificación urbana y las torres altas con el muchacho alegre y los monos bichis de la petrificada pero la animada vida muerta, alegóricamente, carnavalera y carnavalesca, y como nunca ha faltado un roto para un descosido como presidente municipal, llegará la presidenta Estrella de los Palacios para ponerle orden y belleza al desorden y a la fealdad de los hombres marismeños-mazatlecos que han puesto en alerta y bajo pronóstico reservado a la vida social y cultural entre el puerto jodido y la ciudad desmejorada con el turismo cultural, porque los espacios vitales que los ambientalistas naturales defienden con pintas en las fachadas, no son, insisto, de iconoclastas ni de vándalos, y como no venden ni compran como los mercaderes del carnaval y el turismo cultural, los ojos sordos y los oídos ciegos con la vista gorda bajo las cachuchas de las gorras, el negocio que priva y privatiza es libre e i-legal de hacer en Mazatlán, en lo alto del cerro de El Crestón, las más chingona tirolesa sobre la más grande mojonera con la fauna depredadora de las autoridades municipales y los empresarios locales.

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