Del Rey-Memo al Edgar, Augusto 11 a la Estrella-Primera, lo carnavalesco y lo carnavalero del Carnaval marismeño-mazatleco, lo provinciano urbano y lo cosmopolita rural, pues El Pity-Turistero, invita(ba) a los marismeños-mazatlecos a serse y hacerse turistas en el puerto y en la ciudad, pues desde hace tiempo Mazatlán no es de los marismeños-mazatlecos, y por más que Mazatlán sea ciudad hermana de la ciudad de Durango, el Esteban del gobernador pidió a los duranguenses que no viajaran a Mazatlán, lo que al gobernador derRocha le pareció “mala onda”, tratando de simular el encabronamiento con lo del Zambada y el Cuen(+), pues según la FGertzR, el gobernador puede viajar por el mundo, menos por el Triángulo Dorado y USA, y que el warning-gringo no quiere que los gring@s viajen a Culiacán y Mazatlán, lo que para Estrella-Primera es un reto provinciano urbano y para Celia-Segunda El Recodo es un reto cosmopolita rural “para convertir a El Recodo en Pueblo Señorial”, y que en el “Camino al andar”, desde el Rey Memo al Edgar, Augusto 11, los “Recursos del municipio no son suficientes para atender las necesidades de todos, y en lo que resta del 2024 el Gobierno Municipal estará trabajando bajo el presupuesto del Plan de Desarrollo Municipal que dejó la administración pasada y será hasta 2025 cuando tengan un nuevo presupuesto para echar a andar sus planes y estrategias”, sino, para qué llegó junta con Claudia y pedirle que a Mazatlán se le trate como se le trata al Primer Damo de El Tarriba, tan marismeño como tan mazatleco.
Marc Fumaroli en “El Estado Cultural”, en 1991, observa y critica que “se ha privilegiado una cultura que lejos de hacer un contrapeso al dinamismo del mercado y al hedonismo consumidor, los redobla y autoriza como ¿un opio del pueblo o, mejor, pan y circo?”, en cuanto a “la ciudad luz de París”, de aquí que en el provincianismo urbano y en el cosmopolitismo rural cabe Mazatlán en el cajón del turismo cultural con el carnaval de lo carnavalesco y lo carnavalero, teniendo Raúl Rico a dos emblemáticas Reinas: Estrella como presidenta-primera y Celia como secretaria segunda desde el Instituto de Cultura, Turismo y Arte, no siendo ni haciendo mal tercio, empático y asertivo, sin que se produzca un eclipse entre el sol, la luna y la tierra porque el alineamiento astroprotagónico debe celebrarse como “La Única Estrella” en el cielo y en el mar cantada por Lola Beltrán desde La Fonda del Chalío, donde confluyen el provincianismo urbano con el cosmopolitismo rural, estando in situ, no como en Venecia, aunque el Viejo Mazatlán que se asemeja a un centro histórico, se parezca a una Venecia de las aguas negras, Giuseppe Tattara en la “Industria del turismo. No es oro todo lo que brilla”, expone críticamente lo siguiente para que la presidenta municipal, cultura, turism,o, arte y economía del turismo cultural lo tomen en cuenta:
“Una consideración más, que nos lleva a decir que el sector turístico opera en Venecia como en un enclave, un territorio donde dominan intereses extralocales, cuyo desarrollo es el resultado de un mercado de capitales sin restricciones, donde las inversiones se mueven atraídas por buenos beneficios, perspectivas, se instalan donde encuentran menos obstáculos, cambian rápidamente de objetivos, persiguen las ganancias y dejan poco sobre el terreno. Al fin y al cabo, ganar dinero con el turismo no es demasiado difícil: los ingresos producidos están relacionados con el número de visitantes, basta con aumentar el número de turistas -es un fenómeno mundial- y, con el mismo gasto medio, los ingresos crecen. El problema es que quienes se benefician del turismo explotan los recursos primarios, ligados a la especificidad de la ciudad, sin contribuir, si no mínimamente, a los costos incurridos por la comunidad para su mantenimiento y los beneficios a nivel local son limitados. Sin embargo, habría un gran margen para aumentar los beneficios derivados del turismo. Regular las nuevas inversiones inmobiliarias aplicando la normativa municipal, sin excepciones y sin hacer la vista gorda, regular los flujos turísticos, crear una demanda local positiva y altamente cualificada de servicios en torno al turismo”.
Del Rey-Memo al Edgar, Augusto 11 a la Estrella-Primera, a ras de Olas Altas, prosigue la carnavalización con el turismo cultural, Ay, Mi Mazatlán y Qué Pasa En Mazatlán, donde se rompen las olas contra las aguas negras y las basuras bajo las luminarias en el país de las sombras espectrales.