Diana Garcidueñas y Rita Stenner obtienen el triunfo

Entregan reconocimiento a las ganadoras en novela y cuento del 16 Premio Binacional Valladolid a las Letras 2019, en Mazatlán

Julieta Lomeli / El Sol de Mazatlán

  · martes 24 de septiembre de 2019

Enrique Espinoza Ordoñez, Raúl Rico González, Olga María Enciso, Rita Stenner, Lorena Tirado y Diana Garcidueñas.

Mazatlán, Sin. En una íntima ceremonia, en el auditorio del Centro Cultural Multiversidad se realizó la premiación a las ganadoras del 16 Premio Binacional Valladolid a las Letras 2019.

Diana Elizabeth Garcidueñas ganó con la novela, ‘Antonia y la Chigamadriza’, y Rita Stenner obtuvo su premio por el cuento infantil, ‘Inés, la pequeña que venció a una bruja’, ambas radicadas en Jalisco, quienes se trasladaron a Mazatlán para recibir su cheque y galardón.

Una tarde muy divertida compartieron Sofía y Jorge Rafael con sus amigos.

En la mesa del presídium estuvieron Raúl Rico González, miembro del Consejo Valladolid; Olga María Enciso, directora de Cultura Extendida del Sistema Valladolid, y Lorena Tirado Urrea, directora nacional del Colegio Valladolid.

Entre los invitados observamos a distintas personalidades del mundo literario, profesores y familiares de las talentosas escritoras, quienes aplaudieron el éxito de Diana y Rita, y brindaron por su victoria.

Cabe destacar que los escritos serán impresos y participarán en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara.

IMPRESIONES

Diana Garcidueñas

“Yo les quiero decir que antes de ganar este premio, yo ya era muy feliz y ya tenía todo. Pero aún así todas las noches cuando me acostaba en mi camita y antes de quedarme dormida, yo rezaba así: Antonia, por favor, ¡sedúcelos! Si no quieres seducirlos está bien, pero déjales entender tus sentimientos; y si no quieres dejarles saber tus sentimientos, está bien, no más no me dejes en ridículo.

Cuando yo escribí esta novela, no pensaba ganar un premio importantísimo Binacional. De hecho mi motivación para escribirla fue hacer reír a mis amigas. Las mujeres tenemos muchísimos motivos para estar muy tristes, muy muy amargas, lo mismo pasa con la palabra señora, ¿no? La palabra señora a veces es utilizada de una manera injusta, como que nos arroja a todas a una pequeña casilla donde se mezcla la orientación sexual, el estado civil. Mis amigas y yo llevamos un tiempo de glamorizar esta palabra, darle otro significado, de sentirnos bien y decirnos “Señora chingona”.

Muchas historias de las señoras nos hacen sentir como que no importamos tanto, entonces, escribí esta novela recordando todas las historias, históricamente no tan importantes que las mujeres a lo largo de mi vida me han enseñado, que me han contado y que yo misma viví. Las mujeres cuentan historias maravillosas, a veces aterradoras, a veces milagrosas, que rara vez contamos más allá de los círculos cerrados de la amistad y del parentesco.

Citando a ‘Antonia’: “El mundo es como un niño dormido, y a veces guardamos silencio para no despertarlo”. Esta historia me puso hoy frente a ustedes y me emociona pensar que será leída. La verdad no es que ande yo de presumida pero tiene mucho sexo, sexo bueno, no chingaderas. Tiene hombres de buen ver, bueno de buen leer, tiene polisemia. Yo soy escritora desde siempre, correctora de estilo, maestra, edecán, muchas cosas y bueno la verdad con paciencia y cuidado les pongo las tíldes, les ayudo con las capitales, les enchulo las preferencias, les subo el tipo y luego se los bajo, les coloco la sangría y luego les pongo una justificada.

Recibir un premio de este tamaño y de esta nobleza, que ya había comprobado antes, me dice que puedo, que continúe. Agradezco muchísimo al Sistema Valladolid por un reconocimiento que permite a escritores y a escritoras ser leídos. Muchos de nosotros, por primera vez.

Le agradezco muchísimo a Mazatlán, Sinaloa, que ya me ha regalado dos momentos cruciales en mi vida y en mi carrera como escritora.

Esta novela la escribí para que la lean, para que discutan, para que se peleen, para que se escandalicen, para que vengan a mi Facebook y me reclamen, son bienvenidos. Pero yo se la dediqué a mis muertitos, a todas esas personas que ya no están y con las que a veces hablamos. No sé si a ustedes les ha pasado. Se las dedico también a las escritoras y artistas como las que quiero ser. Les agradezco a mis amigas y amigas más cercanos, mis brujos y brujas, que siempre me dijeron: Tú puedes.

Agradezco a mi familia, que son lo que me hace feliz; a mi mamá, a mi hijo, a mis hermanos, a mis sobrinos, a mi esposo. La gente usa mucho la palabra inspirar, yo no creo en ella pero si la inspiración existe, tú me inspiras.


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Esta historia tiene todo lo que la vida tiene, acción drama, comedia, romance, comida, pero sobre todo una real chingamadriza”.

Rita Stenner

“Antes que nada, muchas gracias. Yo conocí esta convocatoria gracias a una revista que se llama Algarabía, la había visto cinco, seis años antes y dije, algún día voy a participar en esta convocatoria. La verdad no me imaginé todas las bendiciones. Es el primer cuento que escribo, he trabajado mucho en la brevedad. Había hecho cuentos cortos, pero es la primera vez haciendo algo de aliento más largo. Estoy muy sorprendida y agradecida con Dios, con mis padres, mi marido, mis hijas, con mis maestros.

Mi carrera literaria, primero yo empecé porque quería entender por ejemplo a Saramago. Siempre fui lectora de niña pero necesitaba ir más allá. Estudié Diseño, pero quería crecer de otra manera, entre a un taller de brevedades y ahora estoy en un taller de novelas, y este fue mi primer trabajo. La verdad no me la creo. Ha sido algo muy bonito. La historia sí, la tenía ya trabajando.

Fui maestra 10 años y me he topado con diferentes tipos de situaciones, donde cada niño tiene una “Bruja” y a fin de cuentas, no sabemos los niños cómo defendernos y yo quería darles herramientas a los niños a través de la literatura. Para mí es importantísimo que los niños lean. Debemos de forzarlos un poquito con diferentes métodos, pero si los enganchas con una buena historia, donde ellos se identifiquen, se encuentren a sí mismos. Yo creo que puede ser la mejor manera de arrastrarlos hacia la lectura.

El objetivo de ‘Inés’ tenía esas dos condiciones, hablar sobre el abuso, de los diferentes estilos de abuso y maltrato y cómo salir delante de ellos, a través de encontrar respuestas y mundos increíbles en la literatura. Ojalá e ‘Inés’, no solamente haya ganado esta convocatoria sino que consiga que muchos niños se acerquen a la literatura y se enamoren como me enamore yo”.





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Ignacio López Tarso, al momento de recibir las Llaves de la Ciudad junto a autoridades municipales.

La recién graduada junto a su orgullosa familia, Begoña Goicoechea, Rodrigo Rojas, Begoña Álvarez y Leonardo Alfredo Álvarez Lizárraga.