Mazatlán, Sin.- Cada 15 días un grupo de personas se reúnen en algún punto de Mazatlán para compartir su gusto por la lectura. Durante poco más de dos horas intercambian opiniones sobre textos que leyeron, sobre la literatura en general y también realizan diversas dinámicas para hacer del encuentro una experiencia gozosa.
Ellos son integrantes del Club de Lectura Cosmos, el cual cumplirá un año el próximo 5 de septiembre. Y aunque la fecha es remota para celebrarlo, sus integrantes confirman que leer abre una ventana desde donde se mira el mundo más pequeño y más grande al mismo tiempo.
Puedes leer: Un portal al infierno bajo la carpa del Circo Inframundo
Hombres jubilados, mujeres doctoras, abogados, dentistas, fotógrafos, filósofos, militares, maestras, terapeutas, activistas de la Comunidad LGBTTTIQ+, del Body Positive, feministas y hasta escritores son las profesiones de quienes participan de manera activa.
Su propósito como colectivo de lectores es dialogar, jamás debatir, porque están en contra de imponer ideas. Su fundador, el escritor Samuel Parra, reitera en cada reunión que no son un club social ni de chismes, son ciudadanos gustosos por la literatura.
“Leer es un verdadero goce. Significa el descubrimiento de la igualdad de condiciones a las que nos enfrentamos tú y yo como seres humanos, y claro, la posibilidad de meterse en las páginas de ese libro y convertirte en el personaje que quieras. La lectura no sólo es aprender, que es sólo la parte educativa, sino también aprehender. El acto de apropiación”, aseguró.
Mazatlán tiene la fortuna de contar con varios clubes de lectura, además de grupos enfocados a la creación literaria. El autor mazatleco reconoció que la apertura de Cosmos obedeció a una experiencia anterior donde buscaría que todos los miembros fueran independientes, que nadie se llevara el título de fundador.
“El Club de Lectura Cosmos no tiene líderes ni alguien que lleve la batuta. Todos votamos por los libros que vamos a leer durante 15 días, proponemos dinámicas o actividades. Una buena amiga, Jatzy Espinoza y un servidor estuvimos en otro grupo donde la soberbia era el plato fuerte, nos apartamos y preferimos crear un nuevo espacio sin prejuicios o envidias”, explicó.
Las sesiones se realizan un lunes, cada 15 días, a las 7 de la noche. El punto de reunión varía entre la Librería Évora, donde sus propietarios, Bernardo y Flor, forman parte, o en alguna cafetería de Mazatlán.
Triunfo para la civilización
Samuel Parra señaló que estar expuestos a la sobreinformación desde una pantalla podría reflejar la falsa idea de que los clubes de lectura han caído en desuso; pero que no es así, ya que incluso en este momento de transformación cultural que se está viviendo, los clubes continúan siendo una parte central y un triunfo para la civilización.
“Un club de lectura es un sitio donde las cosas no caducan, a diferencia de la cultura tecnológica que en cierta forma nos domina”, aseveró.
Una sociedad que lee tiene capacidad de resistencia porque genera pensamiento crítico. La lectura construye puentes, pensamientos críticos, reflexiones, modelos, así lo destacó.
“Nunca es el mismo número de integrantes que acude a cada reunión. Un lunes podemos ser cinco, en 15 días seremos 15. La raza viene porque les gusta, los mueve. Lo que tienen en las entrañas y en el corazón es el amor por compartir la lectura y la pasión por leer”, enfatizó.
Espacios de cercanía
Para la escritora Macaria España, la importancia de los clubes de lectura, sobre todo los que son impulsados por iniciativas ciudadanas, son vitales para el fomento a la lectura y acercamiento a los libros en la sociedad.
“Ya que exploran autores, obras, autoras que muchas veces son ignorados o invisibilizados por la hegemonía cultural. De ahí su gran importancia que sigan existiendo, siendo vigentes y sobre todo, replicándose a lo largo y ancho del país para ser un espacio de reflexión y lectura”, señaló.
Los clubes de lectura son espacios de cercanía, de generosidad y amistad; nada es más incluyente que tomar una historia, una lectura, y apropiársela, al mismo tiempo, varias personas que, de otra forma, quizá nunca se hubieran encontrado, resaltó por su parte la autora Silvia Alarcón.
Para el también escritor Carlos René Padilla, los clubes de lectura son ese vínculo amoroso entre los que leen y quienes escriben.
“Sin ninguna clase de retribución y solo por el gusto de expandir el amor por los libros es que estas personas reunidas en grupos de dos, cinco, 10 o cientos de mentes inquietas es que podemos llegar a más lectores”, dijo.
Y es que la importancia de los clubes de lectura no sólo radica en que ayudan a fomentar la comunidad, sino que además sus integrantes suelen ser, durante las sesiones, muy felices.
“Los clubes de lectura son importantes porque socializan el hábito de leer. De tal forma que el acto de leer, sin dejar de ser un entretenimiento, va más allá de la terapia colectiva. Comentar en conjunto una obra implica poner al aire distintos puntos de vista sobre el libro. En este sentido el libro se convierte en un puente, una meta y el resultado de un viaje”, señaló el escritor Margarito Cuellar.
De esta forma, escritores y promotores de lectura coinciden al señalar que leer es esencial, porque conecta a las personas.
“Hace unos días mi hija, de 8 años, nos preguntó a Iliana mi esposa y a mí que qué preferiríamos: sólo poder leer o sólo poder escribir durante el resto de la vida. Ambos contestamos, sin dudar, que sólo leer. Porque leer es esencial: nos conecta con los otros, incluso con aquellos que ya no están, y nos permite aprender. Somos lectores antes que escritores. Los clubes de lectura hacen realidad aquella frase de Alfonso Reyes: “entre todos, lo sabemos todo”, comentó el escritor Vicente Alfonso.
Únete a Cosmos
Para más información pueden enviar un Whatsapp al 6691-607878 o un mensaje directo a la página de Facebook Club de Lectura Cosmos.