Gustavo es un artista escénico originario de Culiacán; soñador, líder y perseverante, que no dejó de trabajar hasta lograr el sueño que anhelaba cumplir desde hace seis años atrás.
Desde joven, Gustavo Chaidez Herrera estuvo apegado a disciplinas como el teatro y la música, por lo que en el momento indicado decidió estudiar la Licenciatura en Artes Escénicas en la Universidad de Sonora, del 2015 al 2019.
“El teatro ha cambiado mucho mi vida, pues me ha hecho mejorar tanto físicamente, en lo intelectual, emocional como en la vida social… Observé que con todos estos beneficios, más personas podrían tenerlos”, dijo Gustavo en entrevista exclusiva con El Sol de Sinaloa por vía telefónica.
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Gustavo anhelaba continuar su formación académica, específicamente, estudiando una maestría relacionada al teatro en Reino Unido, objetivo que podía alcanzar con la beca Chevening para líderes; pero todavía no tenía el perfil para aplicar.
Para ser acreedor de este apoyo al 100 por ciento, en maestrías de un año, Gustavo necesitaba desarrollar un perfil de liderazgo; a su vez, trabajar en un proyecto con el que pueda aportar a su país tras su regreso.
Durante tres años, trabajó en el Instituto Municipal de Cultura de Culiacán, donde aprendió qué tipo de programas y actividades se llevan a cabo dentro de estos espacios gubernamentales.
Posteriormente, duró dos años dando clases de literatura y educación artística en preparatoria, un poco en nivel primaria y secundaria; allí, identificó áreas de oportunidad en las que él podría aportar con el conocimiento que ha obtenido a través del teatro.
En la docencia, Gustavo cayó en cuenta de que la Secretaría de Educación Pública, por medio de la Nueva Escuela Mexicana, tiene el objetivo de brindar una formación holística, interdisciplinar, uniendo matemáticas con artes y educación física para crear proyectos que integren todas las materias.
“Es una forma diferente, más integral que el Gobierno busca que sea la educación”, comentó Gustavo, al identificar el proyecto que podría postular para lograr su propósito.
“Lo que hice fue, con tantas observaciones, plantear un proyecto de cómo yo estudiando esta maestría en específico, podría una vez volviendo a México, hacer aportes que ayudarán a integrar estos objetivos que tiene el Gobierno con la educación”, explicó.
La propuesta
El artista escénico planteó la idea inicial de su proyecto de posgrado, en el que aportaría a la capacitación de maestros, personal institucional y padres de familia para lograr los nuevos objetivos educativos.
“No podemos simplemente decirle a los maestros, tienes que enseñarle esto a los alumnos de esta manera, que todo sea interdisciplinario; sino que tenemos también que formar a los maestros y a las instituciones”.
Aunado a sus trabajos, Gustavo jamás se separó del escenario, pues continuó desempeñándose como director, dramaturgo, actor y productor de obras de teatro; a veces hacía todo al mismo tiempo. Sus habilidades de liderazgo salían a la luz al formar equipos de trabajo para realizar sus obras; aunque era más necesario al momento de conseguir y gestionar los recursos para poder llevarlos a cabo.
Por años, el dramaturgo culiacanense aplicó a becas artísticas gubernamentales; incluso, logró que su obra integrara y se financiara por el Circuito Nacional de Artes Escénicas de la Secretaría de Cultura Federal, al tiempo que Gustavo se encargó de destinar parte del recurso a diferentes espacios culturales independientes de cinco estados del noroeste de México.
“Hice mi gira y, a su vez, ayudé a estos espacios independientes para que pudieran continuar su labor de seguir trayendo cultura y arte, y particularmente allá en el noroeste de México”, recordó.
Ese tipo de acciones que combinaron la dirección, producción de teatro y las aportaciones a la comunidad artística, fueron las que lo perfilaron para ser candidato a la beca Chevening.
El sueño
Tras años de trabajo, Gustavo aplicó para la beca de sus sueños, entre más de mil 800 mexicanos que también se postularon.
Afortunadamente, Gustavo es uno de los dos sinaloenses que recibieron el apoyo, y uno de los dos estudiantes de teatro a nivel nacional, de solo 34 mexicanos seleccionados.
A la fecha, Gustavo Chaidez estudia la Maestría en Práctica Teatral en la Universidad de Exeter, Inglaterra; donde aprende desde técnica actoral, hasta investigación y reflexión en torno a la cultura como el teatro.
“Para mí es una luz de esperanza personal, de qué a pesar de todas las dificultades, uno como sinaloense puede lograr lo que se proponga; y también, de cierta manera, me gustaría inspirar a otras artistas sinaloenses, qué es posible lograr este tipo de cosas en los sueños artísticos y académicos”, expresó el actor sinaloense.
La beca cubre el costo del posgrado, los vuelos, y una manutención para pagar tanto hospedaje como alimentación durante el tiempo en el que se lleva a cabo la maestría; en el caso de Gustavo, será un año.
Su motor
Amigos, familiares y colegas fueron un apoyo indispensable para que Gustavo Chaidez Herrera lograra ser uno de los 34 seleccionados en la generación 2024-2025.
Pero hubo alguien que lo impulsó indirectamente; un actor originario de Mazatlán, de nombre José Arturo quien recibió la beca Chevening para estudiar la Maestría en Actuación del 2023 al 2024.
“Me inspiró porque yo lo veía como algo imposible, la verdad; entonces, al verlo a él que se la ganó siendo de Sinaloa y además siendo de teatro, yo dije ‘bueno, o sea, yo también pudiera lograrlo”, puntualizó Gustavo Chaidez.
Ahora que forma parte de los dos sinaloenses seleccionados en esta generación, y de los dos actores mexicanos; Gustavo desea inspirar a otros artistas locales a dar su máximo por sus sueños, por más lejanos que parezcan.
“Que no sólo sea aplicar a esta beca, si no en general, seguir sus sueños y que entiendan que la profesión de nosotros sí ayuda a crear una sociedad mejor, porque tenemos una serie de conocimientos interdisciplinarios que pueden ayudar a que las personas se desarrollen más íntegramente en inteligencia emocional, en empatía, con la sociedad, en inteligencia kinestésica”, invitó.