Culiacán, Sin.- “Tenemos que volver a las técnicas tradicionales porque de ahí dependen muchas cosas; no podemos vivir sin el plástico, sin embargo, como pintores tenemos que hacer algo y la cerámica es algo importantísimo por esa relación precisamente, porque nos está gritando tremendamente, nos está diciendo cambiemos de click”, expresó el pintor sinaloense Guillermo Pacheco, en entrevista virtual para el Museo de Arte de Sinaloa.
El artista nacido en Sinaloa y radicado en Oaxaca desde los 90, expresó lo anterior al referirse a la actual emergencia sanitaria por la pandemia: “Hay cosas que forjan al pintor y es preocupante lo que está pasando en el mundo; ver cómo hemos llegado a este punto… Yo no salgo de mi estudio; me la paso encerrado; he creado un micro universo dentro de mi vida, y lo más gratificante es tener cuatro o cinco tubos de óleo y hacer maravillas”.
“Además aprecio mucho las técnicas tradicionales, porque tengo la convicción de que mi obra debe tener lo mínimo, nada de acrílico... Yo no manejo autos, la modernidad ya no es para mí, creo que ya lo viví mucho, gané mucho dinero, pero definitivamente es un click en mi vida, es decir ya no”, agregó en entrevista con Alejandra Larrrondo López, Directora Interina del MASIN, en coordinación con la Galería Quetzalli, de Oaxaca.
“Volver a las técnicas tradicionales- dijo- “es un mito, pero es posible en la medida que consumamos menos agua embotellada y que regresemos un poquito a la naturaleza, como si estuviéramos regresando al mundo donde estuvimos hace 30 años”.
La entrevista, titulada “Cuerpo de obra”, se transmitió y puede verse en las páginas en Facebook del Museo de Arte de Sinaloa: @masinculiacan, y del Instituto Municipal de Cultura: @Culiacancultura, en el marco de los festejos por el 489 Aniversario de la Fundación de Culiacán y complementa la exposición “Crónicas”, que tiene instalada en el MASIN, a lo que se agrega el video “Crónicas”, que captura esa exposición de su obra reciente, y se transmitirá este sábado a las 20:00 horas.
Lee aquí:Con expos de Ana Merino y Elsa Aréchiga reabre la GAALS
En su charla, el pintor egresado de la Escuela de Artes Plásticas de la UAS a inicios de los 90, habló sobre su decisión de ser artista a los 5 o 6 años de edad, al crecer en Oaxaca, y trabajar en las parcelas de su familia, donde el arado levantaba piezas de cerámica prehispánica y en una región con escalinatas y adoratorios que nadie ha explorado, y con murales prehispánicos antiquísimos.
Nacido en Sinaloa, donde tiene raíces igual que en Oaxaca, no ve una transición entre ambos estados, sino que más bien vive entre los dos, sur y norte. En Sinaloa trabajó en la fundación del Centro de Ciencias de Sinaloa, en los mismos años (1991) en que se creaba el Museo de Arte de Sinaloa, acciones que consideró un parteaguas en la vida de esta sociedad.
“Yo estoy en los dos lados, Sinaloa y Oaxaca, vivo en las dos tierras al mismo tiempo, nací en un lugar del noroeste de México donde no hay oportunidades para los indígenas, pero también eso me forja porque yo nunca he tenido una beca ni un premio, pero no puedo negar mi sangre en la sierra de Sinaloa”, concluyó el artista.
Lee más aquí ⬇