Culiacán, Sin.- Los tres niveles de la vida, el cielo, la tierra y el inframundo son representados en los altares elaborados para rendir tributo a los difuntos cada Día de Muertos, los cuales les permiten visitar al mundo de los vivos y disfrutar de sus objetos favoritos, según creencias prehispánicas.
Sin embargo, hay quienes han perdido la vida recientemente, pero sus almas siguen sin trascender al más allá, o así lo cree Jorge Luis Hurtado, director de la Casa de la Cultura, donde yace una exaltación en honor a Héctor Melesio Cuén Ojeda.
Puedes leer: Evocarán al legendario Frank Sinatra con ballet y música en vivo
Cuén fue un político, empresario y académico nacido en Badiraguato, quien se desempeñó como Presidente Municipal de Culiacán, rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa y fue diputado federal electo por el Partido Revolucionario Institucional antes de perder la vida el jueves 25 de julio de 2024 tras ser atacado a balazos.
Su recuerdo permanece en la mente y el corazón de quieres lo conocieron, pues en la Casa de la Cultura, espacio de exhibición y promoción artística de la UAS, colocaron una exaltación en su honor.
“Es una exaltación, no es un altar, este no tiene inframundo, porque esta persona como no tiene dos años de muerto, tiene tres meses de muerto, él no ha traspasado el inframundo, no ha llegado a aquella parte”, explicó Luis Hurtado en entrevista exclusiva con el Sol de Sinaloa.
Dicho tributo está decorado con tres fotografías de Héctor Melesio, una que lo representa como político, otro como empresario y una más como académico; todas colocadas debajo de una cruz que simboliza la situación actual de violencia en Culiacán, según el Director de la casona.
“Esta cruz no es otra cosa más que una idea de lo que es Culiacán: las calles bloqueadas, las calles llenas de sangre y todo lo demás”, agregó.
A diferencia de los altares repletos de cempasúchil, flor que se cree guía a los muertos al mundo de los vivos; en las exaltaciones para difuntos que no han trascendido al inframundo, deben utilizarse flores blancas que simbolizan a Dios; y rojas, que representan tanto a la Tierra como al amor terrenal.
De igual manera, es importante colocar mucha iluminación por medio de veladoras, que servirán como una guía en el camino de aquellos que acaban perdieron la vida recientemente.
“Tiene muchas velas en fin de brindarle la luz para que el difunto pueda concluir su ciclo en la Tierra”, agregó Jorge Luis.
De acuerdo con las palabras de Hurtado, la mayoría de las piezas que adornan la exaltación en honor a Cuen Ojeda, fueron elaboradas por las propias manos de los integrantes de la Casa de la Cultura.