Mazatlán, Sin.- En Mazatlán hay decenas de leyendas urbanas que rodean a ciertos edificios o lugares que además de provocar algo de temor se convierten también en atractivos para las personas.
Entre fantasmas, apariciones, leyendas y mitos, estos sitios forman parte de la historia de Mazatlán, aunque a muchos hasta se les enchina la piel al pasar cerca de ellos.
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La cueva del diablo
Ubicada a la altura del Paseo Claussen, en Olas Altas, frente a la Glorieta Sánchez Taboada, la Cueva del Diablo causa mucha curiosidad entre las personas que la visitan, sobre todo para indagar más sobre el origen de esta tenebrosa cueva.
Unas rejas obstruyendo el paso hacia el interior de la caverna al pie de un cerro es todo lo que las personas pueden ver; hay quienes cuentan que el lugar era utilizado para realizar ritos satánicos, otras personas aseguran que por ahí pasaba un tren y hay quienes dicen que la cueva era utilizada por piratas para poder ocultar sus tesoros.
La leyenda más popular que asoma a esta cueva es que durante la celebración de un Carnaval, dos bellas jóvenes fueron seducidas por un hombre de carácter elegante que estaba parado justamente en la entrada de la temible caverna. Se dice que las mujeres entraron al lugar, pero que nunca más se supo de ellas, ya que ese misterioso personaje era el mismísimo Lucifer.
La casa embrujada de la Villa Galaxia
Ya son 36 años desde que una tragedia ocurrió en una vivienda de la colonia Villa Galaxia. Fue un 11 de marzo del año 1986 cuando una familia entera, incluyendo las mascotas y las personas del aseo, murió acribillada en el interior de la casa.
Muchos vecinos del asentamiento comentan que después de ese incidente y hasta la fecha se escuchan ruidos extraños en la vivienda, incluso aseguran que las almas de las víctimas vagan por el lugar con voces y lamentos que perturban la tranquilidad de esa parte de la colonia. Es durante las noches que las almas en pena se manifiestan según los colonos.
Los vecinos también aseguran que en el lugar se han visto personas entrar para rendir tributo a entidades malignas o para hacer brujería; incluso hay quienes argumentan que en el pasado se les veía entrar con animales para sacrificios satánicos.
Aunque son muchas las leyendas que rodean al lugar, la principal es que el padre de familia enloqueció y asesinó a toda su familia; otras versiones aseguran que la misma familia peleaba por una herencia; también se dice que fue un ajuste de cuentas.
Sin saber en realidad qué pasó exactamente ese día, este lugar es uno de los sitios más macabros del puerto, debido a todos los misterios que lo rodean y a que la casa permanece abandonada.
Los fantasmas del trenazo
El accidente más grande que haya ocurrido en Mazatlán, cuando un camión urbano intentó ganarle el paso al tren el 31 de mayo de 1996, también está rodeado de historias misteriosas.
Ese día el chofer del transporte urbano fue arrastrado medio kilómetro desde donde se encontraba en la vía y fue partido por la mitad; en el accidente murieron 48 de los 34 pasajeros.
Desde ese día a la fecha son muchas las historias que se cuentan, entre las más populares está la de una joven que toma un taxi en la Universidad Autónoma de Sinaloa, aproximadamente a la misma hora que ocurrió el accidente, y le dice al chofer que la lleve al Infonavit Jabalines, colonia que está pasando la vía donde ocurrió el percance.
Durante el trayecto la joven va silenciosa y aunque el chofer le saca platica, ella contesta con palabras cortas. Al cruzar la vía y el chofer preguntarle hacia qué lugar exacto va, nadie responde, entonces el conductor voltea a la parte trasera del auto y descubre que ya no hay nadie.
Esta anécdota es contada por varios choferes de taxis que ya han vivido esta terrorífica experiencia. Se dice que la joven es una de las estudiantes que murieron ese día en el trenazo. ¿Será? También se cuenta que por las noches se ven sombras y se escuchan lamentos a los alrededores de las vías del tren.