/ jueves 12 de enero de 2023

Recinto literario: La Casa del Caracol le da 18 vueltas al Sol

La Casa del Caracol ha formado a una generación de niños lectores que ahora ya son adultos que se reconocen en la literatura, ya que es parte importante de sus vidas

Hace 18 años Laura Medina inició un proyecto encaminado a fomentar la lectura en chicos y grandes con la premisa de que los libros son determinantes en la formación de los seres humanos.

En una vieja casona del Centro Histórico, por la calle Constitución, cobró vida la librería La Casa del Caracol, que durante todo este tiempo ha sido un aliado de los amantes de las letras, la cultura y las artes.

También puedes leer: Cristina Pacheco obtiene el Premio Bellas Artes de Literatura Inés Arredondo 2022

“La Casa del Caracol como tal realmente comenzó en un tianguis que había en la Plazuela Machado, donde había artesanos y artistas, entonces ahí puse una mesita con libros para niños y contaba cuentos también, todavía no había pensado en una librería como tal, pero luego de seis meses de quitar y poner mesas, que era muy pesado, me surgió la inquietud de poner la librería y aunque mucha gente se mostraba incrédula de que pudiera funcionar me dije: por qué no hacer más grande este concepto de cultura y arte y así empezó”, dice Medina, quien en octubre pasado celebró la mayoría de edad de su librería.

Recuerda que desde el primer empezaron con el pie derecho, ya que consiguió vender textos de editoriales grandes, como Fondo de Cultura Económica, Alfaguara o Planeta, lo que le ayudó a tener firmes sus cimientos.

Poco a poco y se fue dando todo, primero niños y luego los adultos, la librería se fue afianzando en la cultura mazatleca. La idea siempre fue crear niños lectores, familias lectoras, personas lectoras y hasta ahorita lo hemos logrado, cada vez tenemos más clubes de libros, cuentacuentos y mucha actividades”.

En estos 18 años la librería mazatleca ha formado a una generación de niños lectores que ahora ya son adultos que se reconocen en los libros, ya que estos son parte importante de sus vidas.

Algo muy importante es que La Casa del Caracol ha logrado una familiaridad con la ciudadanía, que es parte del cometido que se pretendía desde el inicio, de que se percibiera ese sentido de pertenencia, que la librería sea parte de Mazatlán, de los lectores, que es lo que yo buscaba y todavía seguimos así. No hemos crecido físicamente porque no hay espacio, entonces solo optimizamos lo que se vende, somos más selectivos, con literatura para los clubes de libros, para la gente lectora”.

La librería está ubicada en la calle Constitución, en el Centro Histórico de Mazatlán. Foto: Carlos Hernández | El Sol de Mazatlán

Uno de los mecanismos que Laura Medina ha utilizado para atraer al público, además de clubes de lectura, talleres infantiles, cuentacuentos, presentaciones de libros, entre otras actividades, es presentar a escritores de primer nivel que comparten sus experiencias con los lectores mazatlecos, como Élmer Mendoza, Francisco Hinojosa, David Toscano, entre muchos otros.

Tenemos siempre presentaciones de libros para niños y adultos, además de los cuentacuentos, en el aniversario 18, que fue en el pasado mes de octubre trajimos a Gabriela Riveros, una escritora mexicana de poesía, cuento, ensayo, novela y literatura infantil; el espacio se llenó y eso me da gusto, que no baja el nivel de los lectores, y también el lector se hace más exigente y uno tiene que seguir trayendo cosas del mismo nivel, además de darle oportunidad a los escritores locales. Todo eso va en conjunto con lo que ofrecemos como librería”.

Asegura que cuando un lector conoce al escritor que admira se da cuenta que es una persona como cualquiera y se establece un vínculo de calidez a nivel humano.

"Cuando llevamos a los escritores a las escuelas los niños les gritan, los siguen como si fueran artistas y eso es muy bonito”.

Sobreviven a la pandemia

Durante la pandemia por el Covid-19, en el 2020, la situación se volvió complicada para Laura Medina, sin embargo ideó diversos mecanismos para poder seguir en funcionamiento.

Lo bueno de la pandemia fue que nos fortalecimos, cerramos la librería solo tres meses, que fueron duros, pero luego empezamos a vender a través de la ventana, llevamos libros a domicilio; fue una locura, salimos bien porque nos organizamos en familia, mi hija se vino a trabajar conmigo, agarramos otro aire y comenzamos a usar redes sociales, que yo antes no usaba y eso nos ayudó muchísimo”.

Resalta además que dentro de la pandemia se vivió un fenómeno curioso que no se había presentado: los jóvenes leyeron más.

Con todo lo que ofrece el internet, los youtubers, que aunque mucho de eso no es propiamente literatura y puede ser cuestionable, los jóvenes se interesaron más en la lectura, eso los acercó y a partir de eso la literatura juvenil creció muchísimo, ahora también los niños leen más. No todos los youtubers son malos, están muy satanizados, no es lo mejor, es cierto, pero es una forma de que los jóvenes puedan llegar a leer otros libros y todo eso, si lo sumas, te da más”.

Para el futuro, el plan es mantenerse en el gusto de los lectores mazatlecos y crecer en todos los sentidos.

Lo que sigue es seguir paraditos, siempre con la idea de traer gente, a mí me gusta mucho el contacto con el escritor, además trabajamos mucho con las escuelas, a donde llevamos a los escritores. El objetivo es seguir proyectando a la librería con muchas actividades y lo principal, crear a personas lectoras”.

Para saber

Laura Medina tiene más de 20 años fomentando y manteniendo el hábito de la lectura en chicos y grandes a través de cuentacuentos y con las actividades que realiza en La Casa del Caracol.

Hace 18 años Laura Medina inició un proyecto encaminado a fomentar la lectura en chicos y grandes con la premisa de que los libros son determinantes en la formación de los seres humanos.

En una vieja casona del Centro Histórico, por la calle Constitución, cobró vida la librería La Casa del Caracol, que durante todo este tiempo ha sido un aliado de los amantes de las letras, la cultura y las artes.

También puedes leer: Cristina Pacheco obtiene el Premio Bellas Artes de Literatura Inés Arredondo 2022

“La Casa del Caracol como tal realmente comenzó en un tianguis que había en la Plazuela Machado, donde había artesanos y artistas, entonces ahí puse una mesita con libros para niños y contaba cuentos también, todavía no había pensado en una librería como tal, pero luego de seis meses de quitar y poner mesas, que era muy pesado, me surgió la inquietud de poner la librería y aunque mucha gente se mostraba incrédula de que pudiera funcionar me dije: por qué no hacer más grande este concepto de cultura y arte y así empezó”, dice Medina, quien en octubre pasado celebró la mayoría de edad de su librería.

Recuerda que desde el primer empezaron con el pie derecho, ya que consiguió vender textos de editoriales grandes, como Fondo de Cultura Económica, Alfaguara o Planeta, lo que le ayudó a tener firmes sus cimientos.

Poco a poco y se fue dando todo, primero niños y luego los adultos, la librería se fue afianzando en la cultura mazatleca. La idea siempre fue crear niños lectores, familias lectoras, personas lectoras y hasta ahorita lo hemos logrado, cada vez tenemos más clubes de libros, cuentacuentos y mucha actividades”.

En estos 18 años la librería mazatleca ha formado a una generación de niños lectores que ahora ya son adultos que se reconocen en los libros, ya que estos son parte importante de sus vidas.

Algo muy importante es que La Casa del Caracol ha logrado una familiaridad con la ciudadanía, que es parte del cometido que se pretendía desde el inicio, de que se percibiera ese sentido de pertenencia, que la librería sea parte de Mazatlán, de los lectores, que es lo que yo buscaba y todavía seguimos así. No hemos crecido físicamente porque no hay espacio, entonces solo optimizamos lo que se vende, somos más selectivos, con literatura para los clubes de libros, para la gente lectora”.

La librería está ubicada en la calle Constitución, en el Centro Histórico de Mazatlán. Foto: Carlos Hernández | El Sol de Mazatlán

Uno de los mecanismos que Laura Medina ha utilizado para atraer al público, además de clubes de lectura, talleres infantiles, cuentacuentos, presentaciones de libros, entre otras actividades, es presentar a escritores de primer nivel que comparten sus experiencias con los lectores mazatlecos, como Élmer Mendoza, Francisco Hinojosa, David Toscano, entre muchos otros.

Tenemos siempre presentaciones de libros para niños y adultos, además de los cuentacuentos, en el aniversario 18, que fue en el pasado mes de octubre trajimos a Gabriela Riveros, una escritora mexicana de poesía, cuento, ensayo, novela y literatura infantil; el espacio se llenó y eso me da gusto, que no baja el nivel de los lectores, y también el lector se hace más exigente y uno tiene que seguir trayendo cosas del mismo nivel, además de darle oportunidad a los escritores locales. Todo eso va en conjunto con lo que ofrecemos como librería”.

Asegura que cuando un lector conoce al escritor que admira se da cuenta que es una persona como cualquiera y se establece un vínculo de calidez a nivel humano.

"Cuando llevamos a los escritores a las escuelas los niños les gritan, los siguen como si fueran artistas y eso es muy bonito”.

Sobreviven a la pandemia

Durante la pandemia por el Covid-19, en el 2020, la situación se volvió complicada para Laura Medina, sin embargo ideó diversos mecanismos para poder seguir en funcionamiento.

Lo bueno de la pandemia fue que nos fortalecimos, cerramos la librería solo tres meses, que fueron duros, pero luego empezamos a vender a través de la ventana, llevamos libros a domicilio; fue una locura, salimos bien porque nos organizamos en familia, mi hija se vino a trabajar conmigo, agarramos otro aire y comenzamos a usar redes sociales, que yo antes no usaba y eso nos ayudó muchísimo”.

Resalta además que dentro de la pandemia se vivió un fenómeno curioso que no se había presentado: los jóvenes leyeron más.

Con todo lo que ofrece el internet, los youtubers, que aunque mucho de eso no es propiamente literatura y puede ser cuestionable, los jóvenes se interesaron más en la lectura, eso los acercó y a partir de eso la literatura juvenil creció muchísimo, ahora también los niños leen más. No todos los youtubers son malos, están muy satanizados, no es lo mejor, es cierto, pero es una forma de que los jóvenes puedan llegar a leer otros libros y todo eso, si lo sumas, te da más”.

Para el futuro, el plan es mantenerse en el gusto de los lectores mazatlecos y crecer en todos los sentidos.

Lo que sigue es seguir paraditos, siempre con la idea de traer gente, a mí me gusta mucho el contacto con el escritor, además trabajamos mucho con las escuelas, a donde llevamos a los escritores. El objetivo es seguir proyectando a la librería con muchas actividades y lo principal, crear a personas lectoras”.

Para saber

Laura Medina tiene más de 20 años fomentando y manteniendo el hábito de la lectura en chicos y grandes a través de cuentacuentos y con las actividades que realiza en La Casa del Caracol.

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