Mazatlán, Sin.- En el mapa deportivo sinaloense y sobre todo en el pugilismo muy poco se escucha hablar de Escuinapa, Sinaloa, una tierra que es famosa por los camarones, los tacos dorados, los tamales barbones y sus tradicionales bicicletas.
Sin embargo, de ese municipio del sur de Sinaloa salió Alan Contreras Rivas, un joven de 22 años de edad que dejó la tranquilidad de Escuinapa para mudarse a Mazatlán con la ilusión de estudiar y sacar adelante una carrera universitaria, sólo que el boxeo se le atravesó en el camino.
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Alan recuerda esas noches de sábado pegado al televisor con su mamá viendo y escuchando las narraciones de las peleas de Juan Manuel Márquez, Manny Pacquiao, un joven Saúl “Canelo” Álvarez y Floyd Mayweather Jr.
“Mis padres desde pequeño me inculcaron el deporte, al principio jugaba futbol, pero si algo recuerdo de mi infancia es que todos los sábados veíamos el boxeo, junto con mi madre, a veces mi abuelo y de ahí salió esa espinita que tenía guardada, porque al poco tiempo me enteré que mi padre y mi tío también fueron boxeadores”, relata.
Un deporte que le cautivó
Alan supo desde el primer entrenamiento que el box era lo suyo y a los 10 años tuvo su primera prueba.
“Duré un año y tuve que dejarlo un poco, en la casa teníamos que ayudar, teníamos que atender otras cosas más importantes que el box, así que lo dejé por un tiempo, pero cuando decidí que tenía más tiempo para hacerlo volví, dejé la vagancia atrás, me gustaba hacer travesuras, pero ya a los 14 años estaba más centrado”, dijo.
Su padre y su tío fueron los que le dieron las bases, para después buscar un gimnasio en Escuinapa, hasta que se llegó la edad de inclinarse por una carrera y emigrar a Mazatlán, aprovechando que su primo que también es boxeador, Rubén “Bebé” Vega, ya se encontraba entrenando.
Cambia la Ingeniería Mecánica por el boxeo
En un principio Alan no sabía cómo hacerle saber a su familia que la escuela no era lo suyo; al tener dos años de carrera en Ingeniería Mecánica se enfocó directamente en el deporte, al no poner el empeño suficiente al estudio.
“Estaba en segundo de universidad cuando decidí salirme, la verdad no fue lo mío y no tenía caso estar perdiendo el tiempo, hasta que me animé y decidí darle mi carrera al boxeo, primero pasé por el gimnasio del ‘Loco’ Becerrera, hasta que mi primo (Rubén Vega), me jaló al gimnasio de Zapari”, señaló.
Ya con la aceptación de Don Jesús Zapari y su hijo Héctor, se unió al grupo de peleadores de la granja mazatleca, tardando dos años en debutar como profesional, tras una larga preparación y concentración.
Su debut como profesional
Con el objetivo de abrirse camino en el profesionalismo, Alan se perfiló para su debut, el cual llegó el 11 de noviembre del 2022, una fecha que jamás va a olvidar, pues era la primera vez que su familia lo veía arriba de un ring. Y ese día dio cátedra de boxeo en la Cancha Germán Evers, al derrotar a Mauricio Juárez en la división de Súper Ligero.
“Cuando me avisaron fue de mucha alegría y mucho nerviosismo, al estar en una área con público fue mucha emoción y fue una pelea donde salimos con todas las ganas de darlo todo y en el primer round tumbamos al rival”, recordó.
En su carrera, aunque es corta, al tener una pelea de exhibición y tres como profesional, ya le tocó probar la amargura de la derrota, al caer ante Héctor Vázquez, el pasado 25 de febrero.
“Nos tocó probar la derrota, pero fueron unos días en asimilarlo, estuve analizando las cosas y es parte de la vida, siempre hay fallas, pero eso no define mi carrera, y para eso estamos para salir adelante con lo que venga”, explicó.
Alan también se dijo orgulloso de su tierra y buscará en un futuro alcanzar algún campeonato, que es el sueño de todo pugilista, sobre todo peleando en lugares estelares, para así representar de la mejor manera a Escuinapa, Sinaloa.
Para saber
En su primera pelea venció a su rival en solo un minuto.