Mazatlán, Sin.- Hablar de Alma Rosa Bautista es hablar de una de las mejores entrenadoras de karate que hay en el estado, pues desde hace más de 25 años ha dedicado gran parte de su vida al deporte de las patadas y combinarlo con la complicada labor de ser madre, cosa que no es fácil.
La sensei siempre ha tenido el apoyo de su esposo Jesús Moreno, también sensei de karate, el cual lo motivó a ser la deportista y entrenadora que es ahora.
“A Jesús lo conocí cuando yo daba clases de canto en una iglesia, él llegó a preguntarme si no le daba chanza de dar clases de karate y fue así como nos conocimos y él ha sido mi maestro”.
Poco a poco de la mano del sensei Moreno, fue tomando experiencia dentro del tatami, manteniendo el control de los niños y jóvenes que asistían, pues ella era en su momento su asistente, hasta que contrajeron nupcias, dejando a Alma Rosa un poco fuera de la jugada
“Yo comencé a entrenar con él, pero luego nos casamos y nacieron mis tres hijos, cuando Jesús, que es el más chico tenía cuatro años, retomó mis clases porque no me gusta dejar nada a la mitad, hasta llegar a cinta negra, pero desde que era cinta verde comencé a tomar las clases”, recuerda
Para Alma Rosa, el karate le ha dado todo, ya que gracias a él, pudo comenzar un excelente camino como formadora, hasta logrando ya un Premio Municipal de Deporte, como mejor Entrenadora del Año en el 2014.
“Siempre me ha gustado, pero cuando comienzo a dar clases de iniciación, descubrí que me gustó ser sensei y se me conjuntó, porque Jesús me dijo que tenía paciencia con los niños y de hecho cuando estábamos en el Infonavit Playas, daba clases con mi hija más grande, Alma Zaireth, pero ella era la maestra y ella llegó primero que yo”.
SU PROCESO COMO MAMÁ ENTRENADORA
El karate en su familia significa todo y tener a tres hijos destacados en el deporte no es cosa fácil, Zaireth, Aranza y Jesús, son los nombres de sus hijos, los cuales ha compartido lazos muy fuertes que los unen con el deporte.
Ver crecer a sus hijos dentro y fuera del tatami, fue algo muy grato para la sensei, ya que ha demás de las satisfacciones deportivas y escolares, lograron conformar valores como respeto y perseverancia a pesar de que era su mamá la que los entrenaba.
“Me tocó verlos prepararse para llegar a su cinta negra, es muy gratificante. El karate es un deporte que te da concentración, disciplina, confianza, ya que mis tres hijos tienen mucha energía y este deporte nos ayudó mucho para calmar su energía”, dijo.
“Y la verdad mis hijos hacen este deporte con muchas ganas y mucha dedicación verlos en el tatami me daban maripositas en el estómago, pero ellos siempre han dado todo y siempre sentía ese nervio de verlos competir con niños más grandes, ya que mis hijos son muy altos, pero eso le ayudó a formarse”.
Como familia, no solo han ayudado a conseguir medallas en eventos estatales, regionales, nacionales, sino también internacionales, ya que el apellido Moreno Bautista, ha sido un sinónimo de grandes resultados deportivos.
“Mazatlán le ha dado muchas satisfacciones, siempre que vamos es traer medalla y de aquí hay niños que han podido ir a nacionales, estatales, panamericanos y hasta los mundiales y es un trabajo que hemos hecho como familia y gracias al apoyo también de los padres, para poder representar no solo a Mazatlán, si no a México”.
ALMA ROSA, UNA SENSEI GANADORA
La vida de la sensei tuvo un cambio muy fuerte, ya que siempre estuvo pegada a su familia, pero así como el deporte los unió, también los separó por dos años, cuando su esposo y sus hijos partieron a CAR en Culiacán, tomando la riendas del Dojo Moreno y haciendo lo impensable.
“En el 2014, mi hijo y mi esposo parten a Culiacán, ellos viven dos años allá, fue algo muy difícil, pero a la vez muy graficante, porque mientras ellos estaban allá, yo me hice cargo de mis muchachos del Infonavit Playas, así como de los sensei Moreno”.
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“Gracias a ese sacrificio logré traerme dos medallas de los Panamericanos y fui conocida como la Entrenadora del Año, por el IMDEM”, dice orgullosa.
Hoy, ya con sus tres hijos siendo unos referentes del Karate y con casi todos con sus carreras universitarias terminadas, Alma Rosa está trabajando de nuevo al lado de su esposo, forjando más karatecas, para Mazatlán y para el Estado.
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