Reconociendo el gran trabajo que hizo en Paris 2024, el entrenador mazatleco Radamés Hernández, arribó al Aeropuerto Internacional Rafael Buelna, luego de cumplir su participación en los Juegos Olímpicos, donde logró obtener una medalla de plata de la mano de Marco Verde.
Hernández estuvo todo el proceso con el “Green”, siendo un factor importante en la esquina del pugilista mazatleco, que logró consagrarse como subcampeón olímpico, un hecho que marcará en la historia del boxeo porteño y nacional.
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En el Aeropuerto asistieron sus familiares, quienes lo recibieron con un regalo y un mensaje de “Bienvenido a casa, te extrañamos”, por parte de sus hijas y esposa, que a distancia estuvieron con el apoyo incondicional hacia Radamés.
Siempre se enfocó en el proceso Olímpico
Hernández enfatizó que era una gran oportunidad para llevar a Marco Verde a este proceso olímpico, que comenzó desde muy pequeño, cuando comenzaron a entrenar desde los 12 años, para ir estar a las 5 de la mañana dándole.
“Sabía que este proceso era importante y es por eso que tomé esta decisión de estar aquí, y las peleas de Marco fueron espectaculares; nosotros desde que vimos al Uzbeco lo vimos y sabíamos que era muy bueno”, dijo Hernández.
Por su parte Radamés enfatizó que el preparar las peleas, era muy difícil y complicada con la presión, hasta lograr el objetivo.
"Cada que ganábamos, me daban las dos, tres de la mañana, para ir preparando la pelea, fue mucha presión, pero el resultado ahí está", dijo entre lágrimas.
En lo que respecta a Marco Verde, Radamés dijo que no hay una decisión clara para ir al profesional, pero dijo que hay promotoras interesadas.
“Desde antes de Juegos Olímpicos había interés de promotoras, les dije que nos dejaran trabajar, hasta allá en Paris, Marco está agobiado, él quiere descansar, yo también quiero descansar, estuvimos seis meses fuera y ver hacia dónde va después”, agregó.
Radamés también agradeció y se quebró ante el recibimiento de su familia, que fue lo que más extrañó en su proceso olímpico.