Mazatlán, Sin.- Una de las cosas por las que se ha caracterizado el beisbol es sin duda el ambiente familiar que se vive en los estadios hay, pues los equipos se dan a la tarea de entretener al público con las mascotas o botargas, las cuales le dan un valor agregado al club, ya que simbolizan la institución.
Pero detrás de cada “mascota” hay hombres que dan su vida entera para mantener vivo al personaje, que se esmeran por hacer reír al aficionado. Ese es el caso de José Leonel Bocanegra, un joven que desde hace dos años le da vida a Vennito ¼, o el hijo del Venny.
La historia que trae Leonel es muy particular, ya que el comienza originalmente como bat boy del equipo de Unión Laguna, de su natal Torreón, Coahuila, donde se desempeñó por cerca de dos años, haciendo ese trabajo que muchos no ven, pero es parte importante del juego de pelota.
“En el 2016 yo tuve mi primera incursión dentro del beisbol gracias a una invitación de un gerente de nombre David Cárdenas, un nuevo dueño de Unión Laguna, estuve trabajando con ellos durante tres años y justamente fue el “Chino” Valdez quien me trae a Mazatlán”.
En el 2018 llegó al equipo rojo originalmente como el bat boy, pero la gente de marketing del club decidió crear un personaje nuevo para darle más vida al ya consolidado Venny, que es la mascota del club.
“Ellos crearon el personaje, el hijo del Venny, el Vennito 1/4 y yo dije que sí, jamás había trabajado como botarga o en la animación, y yo lo tenía pensado con la mascota de Laguna, que se llama el Pollo Vaquero, de hacer algo diferente, pero no me animé, hasta que vino esa propuesta”, dice.
“En el primer año yo no estuve como el Vennito, por una lesión que tuve y hasta el siguiente año fue cuando tomé la mascota. La verdad sí sentí miedo al principio, pero me gustó y no sabía el cómo darle vida al personaje, pero fui aprendiendo de las personas que están a un lado, en este caso el Venny”.
Leonel ha experimentado las dos facetas, como bat boy y como animador, siendo la segunda lo que más le gusta hacer, ya que disfruta tener interacción con la gente y el envolverse más en su personaje, que es para los niños, pero también se roba las miradas del público femenino, por lo tierno del personaje.
Sin duda, Leonel se ha sabido adaptar a su personaje, pero también ha pasado por momentos no muy gratos, ya que el traje es muy caliente.
“Yo creo que el soportar del calor es algo que se tiene que aguantar y es complicado, una vez en un juego en Acaponeta se me nubló la vista por una deshidratación que tuve, pero te adaptas, si te gusta, te adaptas, siempre es ponerle empeño para salir adelante”.
Esta temporada, por la pandemia del Covid-19 y la falta del público en el estadio, han tenido que adecuar sus números, esto debido a que el animador vive del aplauso de la gente.
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“Sí ha sido complicado, la gente ya sabe quién eres a pesar de que tienes muy poco, la misma gente dice, ahí va el Vennito, el hijo del Venny, y uno le va dando la vida, el carisma es el que te vas ganando y he tenido que evolucionar para seguir en el agrado y aprendiéndole mucho a mi maestro el Venny, que me ha dado consejos para hacer mejor las mímicas”, asegura.
Y sí hemos batallado, es muy poca la gente que viene, tal vez muchos sólo viene a ver el juego y antes subíamos a las gradas a tomarnos las fotos con el público, pero tratamos sacar el trabajo.Vennito ¼
Hoy ya con tres años dentro del club, Leonel, ya se convirtió en un patasalada más, ya que buscó la manera de quedarse en el puerto, donde espera tener una oportunidad de hacer la doble función de bat boy y de mascota, un trabajo muy desgastante pero que le deja mucha satisfacción.
“Ya me quedé prácticamente aquí, tuve llamado de Laguna, pero no hubo beisbol de verano, pero no me arrepiento de tomar la decisión de quedarme en el puerto, porque los dos trabajos son muy desgastantes, pero disfruto mucho lo que hago”.
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