Mazatlán, Sin.- Sergio Velarde, mejor conocido como el “Tiburón”, es un hombre que a sus 55 años ha sido el ejemplo de todo un pueblo, pues nadie se ha atrevido a enfrentar los mares como él, al llevar a cabo largas travesías en las costas porteñas.
Velarde Armenta comenzó a nadar en el 2013, tras caer en una fuerte depresión. Fue a través de la natación que pudo salir adelante.
“Yo tenía muchos problemas, tenía depresión y no encontraba qué hacer, muchas personas recurren a las drogas, otras a otras cosas, y un día así llegué a Playa Norte, con Zúñiga, mi instructor”.
Sus comienzos fueron difíciles, al poco tiempo de pisar el agua, Sergio sabía lo que quería hacer, que era nadar hasta el muelle, pero aún estaba muy apartado del grupo, hasta que supo de la “travesía de los Arias”, que va del Venadito a Playa Norte. Eso lo motivó a seguir adelante.
“Me enteré de esa travesía y fue cuando yo me motivé más, ya se aproximaba el reto de nadar de Playa Norte hasta la Isla del Medio y me preparé para poder hacerlo y me fueron gustando esos retos y comencé a enfocarme en el nado”.
El “Depredador de Mares” se aventó al ruedo. Primero él solo, nadando desde Playa Norte hasta Valentino y de regreso hasta el Cañón, acción que lo motivó a continuar con travesías, con el objetivo de mantenerse en óptimas condiciones, tanto físicas, como mentales.
“Después de esa hazaña yo tenía esa inquietud de seguir haciendo los retos, pero necesitaba a alguien que me llevara el alimento y un día en Playa Norte me encontré al Magallanes, al del Escuadrón Acuático, le dije que cuánto me cobraba por hacer una travesía de ocho horas”.
Fue en el 2014 cuando el “Tiburón” comenzó su primer reto tal cual, y apoyado por el Escuadrón Acuático de salvavidas saltó al mar para hacer historia, un reto que le costó mucho sacrificio y que lo ayudó a ser fuerte de mente.
“Tienes que prepararte muy bien, yo me fui puliendo, sumándole de dos en dos horas, y a prepararme para los cansancios, porque empiezas a aventar 'sapos y culebras', pero de ir sumando de dos en dos horas, brincas la tablita y dices, ya la hice, hasta que te vas fortaleciendo”.
El “Tiburón” ha sabido sobreponerse de los miedos, ya que en uno de los tantos retos que ha hecho, se llenó de “agua malas” en todo el cuerpo; el dolor fue muy grande, pero supo sobreponerse y continuar nadando.
“Yo le tengo miedo a un canal de corriente que hay en medio de las islas, pues en una de mis travesías, me llené de ‘agua malas’, el dolor fue tan insoportable que le pedí a Dios que me ayudara a completar el reto, supe reponerme, pero al final mi cuerpo terminó muy lastimado. Al salir del mar, me llevaron al hospital y estuve dos días internado, el médico no podía inyectarme algo más fuerte, porque podría sufrir un paro cardiaco de tanto medicamente que había en mi cuerpo”, recuerda.
SUS ÚLTIMOS RETOS
El 1 de septiembre del 2019 realizó uno de los retos más complicados, que es nadar 22 horas en aguas abiertas, pero en esa ocasión el mazatleco vio su vida pasar, pues a unas horas de finalizar la travesía, sobre el puerto cayó una tormenta. Él sólo veía los rayos caer cuando nadaba.
“En ese reto le pedí mucho a Dios que me ayudara, ya que no podía creer lo que estaba pasando, una tormenta tan fuerte, que veía cómo el mar se iluminaba con los rayos, pero gracias a Dios no pasó a mayores y pudimos terminar con ese reto”.
Al poco tiempo, justamente el 15 de diciembre del 2019, se sumergió de nueva cuenta en el mar, para lo que sería hasta ahora su última travesía, esta vez fue de 24 horas, hazaña que lo hizo entrar a los libros de récords, ya que no ha habido hombre con ese “súper poder”, que se haya aventando un reto de gran magnitud.
QUIERE CRUZAR EL CANAL DE LA MANCHA
Tantas han sido sus ganas de sobresalir en la natación que ahora que rompió la barrera de las 24 horas, su siguiente objetivo es cruzar el Canal de la Macha, para ser el tercer mexicano en lograr esta hazaña, luego de Antonio Argüelles y Nora Toledano.
“Yo he hablado con Antonio Argüelles y él me ha estado apoyando en todos los eventos que he hecho y estuve a punto de conocerlo personalmente, pero no he podido, por lo de la pandemia, así que tengo una plática pendiente”, dijo.
“Ahora con la pandemia tengo los trámites parados, pero el reto sigue, si Dios me lo permite es cruzar el Canal de la Mancha, para ser el primer sinaloense en lograrlo”.
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