Elkin Alcalá es un pelotero colombiano que llegó a Venados de Mazatlán y la Liga Mexicana del Pacífico, para esta campaña, luego de ser campeón de Serie del Caribe con Caimanes de Barranquilla, pero sin tener mucho conocimiento del beisbol invernal mexicano.
El jugador, que estuvo por primera vez en México para Olmecas de Tabasco y el Águila de Veracruz, fue la pieza fuerte a la que le apostó Venados para cubrir un rol importante, como lo es la del cerrador.
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Alcalá rápidamente demostró de lo que era capaz, en una posición de muy pocas veces fue usado durante su carrera, pero que en un parque como el Teodoro Mariscal y fajándose en los 20 juegos que rescató, colocó su nombre en los libros de historia.
“Gracias a Dios se hizo una buena temporada, estoy bastante contento, agradecido con Dios, con mis compañeros, con el club, con las personas que votaron, con todas las personas que hicieron posible.
“Normalmente, uno no piensa en números, salimos a hacer nuestro trabajo lo mejor posible, gracias a Dios se dieron los números, la nominación y el premio”, señaló el colombiano.
El trofeo Isidro Márquez fue para él
Aunque se le complicó mucho lanzar en un clima que para él fue frío, su bola pesada y bien colocada, fue el terror de los bateadores rivales, que le otorgó el trofeo Isidro Márquez, en su primer año dentro del circuito.
Para alcanzar dicho galardón dejó marca de 20 juegos salvados y una efectividad de 1.57, números que le valieron para ser el mejor de la Liga, viviendo una experiencia completa para él en la parte individual.
“Lo que más se me complicó fue algunas plazas frías, estoy acostumbrado a un clima caliente y cuando se dieron esas giras me fue difícil, pero logramos hacer las cosas, ahora sí se puede, quiero volver a lanzar en mi país”, comentó.
