Con Walter Montoya crece la ilusión celeste

Walter Montoya pisó ayer territorio nacional con premura, su vuelo aterrizó adelantado casi media hora de lo programado

  · viernes 29 de diciembre de 2017

Walter Montoya

Sorprendido por la magnitud de medios de comunicación que aguardaron su llegada; cauto a pesar de la insistencia de los reporteros por captar sus imágenes o declaraciones. Walter Montoya pisó ayer territorio nacional con premura, su vuelo aterrizó adelantado casi media hora de lo programado. Al pasar migración y abandonar la puerta de salida en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional, el volante argentino fue acorralado por los representantes de los medios, televisoras y radiodifusoras; sin embargo, el flamante refuerzo sudamericano tenía la encomienda de guardar silencio hasta el momento en que sea presentado oficialmente por la cúpula cementera en La Noria.

Un recorrido de un par de segundos, se convirtió en una caminata de más de ocho minutos por los reflectores que apuntaron a la ‘joya’ procedente del Sevilla de España. En su primer contacto por México, el “Chaque” emanó seguridad, sencillez y una actitud positiva con las personas que lo recibieron al salir de la terminal aérea e ingresar a la camioneta que lo trasladó a un hotel al sur de la Ciudad de México. 

Vestimenta casual, con una camiseta en color blanco, unos jeans en tono negro y mochila que cargó en su espalda, seguramente con sus objetos personales. En todo momento lo acompañó su representante, quien accedió al vehículo de los cementeros para estar al pendiente de todos los pasos del joven mediocampista pampero en la capital mexicana.

Su rostro y gestos desnudaron el impacto que le ocasionó ver tantas cámaras y micrófonos al ingresar a territorio mexicano. Con una sonrisa tenue se despidió de los representantes de la prensa: Walter Montoya está en México y el horizonte apunta al ansiado título de Liga MX.

 

Es diestro y con explosividad

Brillante y celeste es la perla argentina que llegó a México. Walter Montoya es la ‘joya’ que adquirió el Cruz Azul y ayer arribó procedente del Sevilla de la Liga Española.

Su descaro, dinamismo y técnica individual lo llevaron a la liga de las estrellas a los 23 años, luego de que causó sensación con el Rosario Central en la Liga de Argentina.

A temprana edad se unió al Unión de Machagai, equipo de su ciudad natal en la provincia del Chaco, Argentina. En sus inicios de jugador se desempeñó como lateral derecho; sin embargo, su movilidad, técnica y proyección hacia el frente lo convirtieron en un volate ofensivo en su adolescencia.

Tras pocos meses de haber debutado con el Rosario Central en Primera División, su nombre se relacionó con River Plate y Boca Juniors, los gigantes sudamericanos que pelearon codo a codo por los servicios del talentoso pampero.

Un mediocampista diestro con explosividad en cualquier zona del terreno de juego, dinámico, veloz y con excelente visión para crear futbol peligroso en la meta rival, algunas de las tantas cualidades que lo colocaron en el Viejo Continente, y que lo proyectan por su potencial a la Selección de Argentina que comanda Jorge Sampaoli.

Con su llegada, las ilusiones cementeras nuevamente se acrecentan y más cuando el equipo cumplió 20 años sin título, por lo que la directiva y aficionados piden el título.   (Marco Polo Zúñiga)