Mazatlán, Sin.- Siete años de edad son los que separan a los primos Gabriel y Demetrio Gutiérrez, quienes han dedicado su vida al beisbol, deporte que los ha unido aún más que el lazo sanguíneo que comparten los peloteros nacidos en el norte de Sinaloa.
Gabriel “Nini” Gutiérrez es el mayor y el que tiene un recorrido más amplio. Nacido en la estación Bamoa, municipio de Guasave, Sinaloa, su carrera la inició en este deporte siempre como receptor y con una gran puntería en su brazo.
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Así que gracias a ese talento comenzó su andar en el profesionalismo en el 2005, cuando firmó para Los Dodgers de Los Ángeles y siendo parte de la organización angelina, además de defender los colores de los Algodoneros de Guasave.
Para el “Nini” su ascenso fue meteórico, ya que en la temporada 2005-2006 debutó con Algodoneros en la Liga Mexicana del Pacífico, con el equipo de su municipio, con el que formó parte de una gran camada de jugadores que se desarrollaron al parejo de él.
En la temporada debut y en la 2006-2007 jugó apenas en cuatro juegos, dado a que tenía enfrente a Noé Muñoz, de quien en unos años después fue el sucesor natural, además de que fue un gran maestro para él a la hora de defender el home play.
Con el equipo algodonero estuvo hasta la desaparición del mismo en la LMP, para formar parte de Charros de Jalisco, consagrándose como campeón en la campaña 2018-2019 ante los Yaquis de Ciudad Obregón, cumpliendo así una de sus metas en el circuito invernal.
Del canto al beisbol
Demetrio, quien es más joven que él, destacó por su voz para el canto, pero fue el beisbol el que lo llevó a hacer carrera profesional. Es nacido en Los Mochis, Sinaloa, tierra de grandes lanzadores, como Luis Ignacio “Chicote” Ayala, quien llegó hasta las Grandes Ligas.
El más joven de los Gutiérrez se inició en el beisbol profesional a los 18 años de edad, cuando firmó para el equipo de Laguna, en la Liga Mexicana de Beisbol; luego fue visto por la organización de Naranjeros de Hermosillo, donde estuvo una gran parte de su carrera en el Pacífico.
Con el cuadro sonorense se consagró como campeón en la LMP, en la campaña 2013-2014, igualando en títulos a su primo Gabriel, para después pasar a los Mayos de Navojoa, para la temporada 2018-2019 y jugar en el equipo de expansión de los Sultanes de Monterrey.
La relación familiar
Gabriel y Demetrio siempre llevaron una sana convivencia desde niños, pero pese a todo el recorrido dentro del beisbol mexicano, nunca les había tocado coincidir en algún equipo de la Liga Mexicana del Pacífico, algo que sucedió durante la campaña 2021-2022.
“Siempre nos llevamos bien, jugábamos en la casa de mis abuelos, cuando nos tocaba ir de visita, pero nunca habíamos jugado juntos, nos enfrentamos muchas veces, aquí en la Liga del Pacífico y en el verano, pero nunca estuvimos en un club”, compartió Demetrio.
Fue hasta que Sergio Omar Gastélum, hoy manager de Venados de Mazatlán, los llamó a los Yaquis, jugando para la organización de la vieja Cajeme, donde lograron hacer baterías juntos, en varias ocasiones.
En esa oportunidad, Demetrio fue cambiado de Mayos de Obregón y el “Niní”, llegó a préstamo de Charros de Jalisco por la lesión de Sebastián Valle, quien era el receptor titular del equipo sonorense.
Llegada a Venados
Los primos Gabriel y Demetrio Gutiérrez nuevamente se encontraron en el terreno para jugar juntos con Venados de Mazatlán. Demetrio llegó primero a la organización, comenzando la pretemporada y a mitad de campaña arribó Gabriel.
“Fue positivo la llegada de mi primo al equipo, ya que poco a poco se fue ganando la titularidad y me da la confianza a mí al momento de pitchar, porque sabe guiar a los lanzadores y mantenerlos en la raya”, agregó Demetrio Gutiérrez.
Con esa llegada, Venados alargó su historial dentro de la LMP en relación a los lazos familiares entre jugadores, ya sea primos o hermanos que jugaron con los rojos, siendo el caso de los primos Domingo Castro y Ramón Valdez; los hermanos González, Adrián y Édgar; así como Jonathan y Manny Del Campo.
Con Mazatlán lograron colarse a playoffs, entrando como el octavo lugar y disputando una serie complicada ante los Naranjeros de Hermosillo.