Hay un dicho que dice que sin disciplina no hay grandeza, algo que desde muy chica comprendió la umpire sinaloense Julissa Iriarte, que con 25 años de edad ingresó a los libros de historia de la pelota mexicana al ser la segunda mujer en estar como juez dentro de la pelota de verano.
La nacida en el Fuerte, Sinaloa y criada en Estación Naranjo, un poblado que pertenece al municipio de Sinaloa de Leyva y que además está muy cerca de Guasave, al norte del estado, encontró en el beisbol una de sus mayores pasiones.
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“Cuando yo tengo 5 años, mis papás, junto con mi hermana Linda, que es un año menor que yo, nos lleva en bicicletas a los juegos del rancho y ese fue mi primer contacto con el beisbol, porque mi padre ha sido un fanático de beisbol y durante su juventud, según lo que nos decían, era un jugador bueno. Se pudiera decir que ya lo traíamos en la sangre”, expresa.
Esa misma pasión que se compartía en familia fue creciendo hasta que llegó a tomar una manilla, una pelota y un bate, para jugar con niños, comenzando el camino dentro del llamado “Rey de los Deportes”, en Estación Naranjo.
“Comenzamos jugando con niños y posteriormente, las mamás de esos niños hacen un equipo de softbol y nos invitan a nosotras, porque ellas vieron que mi hermana y yo nos defendíamos, no le teníamos miedo a la pelota, era un don que nos tocó”, comparte.
Iriarte, primeramente empezó a jugar el jardín izquierdo y su hermana en el central, intercalando entre los jardines, hasta bajar a la receptoría, posición que estuvo desempeñando tanto en Ligas Infantiles como en eventos regionales, estatales y nacionales, además de tener el apoyo de Rosario Palma, quien fue uno de los que confió en ella y su hermana Linda, para defender los colores de Guasave.
“En nuestra carrera como beisbolistas, tanto mi hermana como yo estamos muy agradecidas con Rosario Palma, quien nos apoyó muchas veces para que pudiéramos ir a jugar con la selección, yo duré cuatro años y mi hermana cinco, yo por límite de edad ya no pude seguir”, comenta.
Paró su actividad deportiva por ser mamá
A Julissa le tocó enfrentar la maternidad muy joven, lo que ha sido su motor para seguir adelante. Y pese a que frenó algunos años de una de sus pasiones, logró reencontrarse con ella pero en una diferente fase, que la llevaría al camino de ser umpire.
“Jesús Mendoza fue el que me hizo la invitación para irme a la Academia del Carmen en Nuevo León, pero yo la verdad nunca me visualicé como umpire. Conocía un poco porque mi papá trabajó de umpire y él me dijo que estaban buscando mujeres y que ellos me iban a dar el apoyo económico y becas, además de hablarlo con mi familia, también ellos me apoyaron para irme”, recuerda.
Fue en el 2020 cuando Julissa, de 22 años de edad, ingresó para prepararse, dejando a un lado su faceta de mamá, pero la llegada de la pandemia de Covid-19 frenó un poco el proceso, que fue retomado después para salir graduada con honores.
“Me gustó mucho, acepté la invitación y en el 2021 ya entré de lleno, tuve también la fortuna de no desprenderme tanto de mi niña, además de tener el apoyo incondicional de la familia que tengo, además de que en el 2020 sólo estuve una semana y en el 2021 estuve dos semanas, no estuve de lleno en un curso de la academia, pero me gustó mucho el ser umpire, porque aprendes a ver el juego de otra manera a como lo vez como pelotero. Hoy estoy cumpliendo un sueño que a la vez es de mi señor padre. A veces es difícil estar acá, porque te pierdes mucho de la familia, cosas importantes, un cumpleaños, el 10 de mayo, son muchos sacrificios que haces como umpire”, explica.
2023 un año que no olvidará
Jullisa ya tuvo la oportunidad de estar en un Mundial Sub-18 en Hermosillo en el 2022, participando en Liga Invernal Mexicana (Una Liga de Prospectos), hasta llegar a la Liga Tabasqueña, que le abrió las puertas para entrar directo a la Liga Mexicana de Beisbol, un 9 de mayo del 2023, en un duelo entre Leones de Yucatán y Olmecas de Tabasco, en el Parque Kukulkán de Mérida.
“Yo debuté el 9 de mayo y el 10 me dieron una sorpresa con mi hija en la pantalla del estadio, que rompió en llanto y me motivé por ella, porque es mi motor de seguir adelante. El 11 de mayo me tocó estar detrás del home en un juego profesional y el nervio estuvo por no conocer a los jugadores, la mayoría comprendieron lo que estaba pasando de ser una novata”, señala.
A la sinaloense le tocó estar en otra serie entre Olmecas de Tabasco y Tigres de Quintana Roo, en el parque Centenario, ya con un poco más de experiencia. Fue ahí donde vivió su primer juego sin hit ni carrera en su tercera aparición como el juez principal.
“Muchas veces no te dimensionas lo que estás haciendo, ya en poco tiempo me tocó estar detrás de un juego sin hit ni carrera, en el duelo entre Pericos de Puebla y Guerreros de Oaxaca, que duró seis entradas por lluvia, pero el tener ya un juego de esas dimensiones en mi carrera es algo que no te esperas, ahora a seguir trabajando para que vengas cosas buenas”, resalta.
Próximo objetivo, llegar a la LMP
Julissa ahora tendrá que trabajar duro para estar en Liga Mexicana del Pacífico, que es un objetivo a mediano plazo, pero primero tendrá que establecerse en Liga Mexicana de Beisbol, además de que ya tiene un evento en puerta en Japón para el mes de septiembre.
Para saber
- Julissa Iriarte es la segunda mujer en llegar a Liga Mexicana de Beisbol como umpire. La primera fue Luz Alicia Gordoa.
- Ya tiene un juego sin hit, ni carrera en su corta trayectoria