Kevin Benavides (Honda) hizo historia al convertirse en el primer argentino en liderar el Dakar en motos, y el español Carlos Sainz (Peugeot) ganó la etapa del día en coches, con lo que logró acortar cuatro minutos al francés Stéphane Peterhansel (Peugeot), su compañero de equipo y líder de la carrera.

Benavides finalizó en la segunda posición de la etapa y su tiempo le fue suficiente para desbancar de la primera posición de la clasificación general al francés Adrien Van Beveren (Yamaha) tras encadenar tres días consecutivos de buenas actuaciones.

Al llegar al campamento, el argentino aseguró que liderar el Dakar “es un sueño” cuyo logro espera que se recuerde, pero advirtió de que prefiere tomarlo con calma y descansar en la capital boliviana para afrontar la segunda parte de la carrera, a la que le quedan ocho etapas por completar entre Bolivia y Argentina.

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Los coches, a diferencia de las motos, compitieron en los dos tramos cronometrados del día y Sainz comenzó su ataque para reducir la ventaja que le lleva Peterhansel, al que pudo recortar más de cuatro minutos tras ser el más rápido y ganar su primera etapa en este Dakar.

Sainz se encuentra ahora a 27 minutos y 10 segundos del francés, y por delante tiene ahora etapas con rutas por caminos rápidos, pedregosos y embarrados en los que el madrileño puede exprimir toda su experiencia de un doble campeón del mundial de rallys.

Tras la etapa de ayer, el español parece en forma y en plenas condiciones después de que este miércoles se dañara la mano cuando en la quinta etapa volcó su coche y tuvo que ser auxiliado por cuatro pilotos de motos para continuar en carrera.

Al llegar a La Paz, los pilotos pasaron por un podio de bienvenida donde fueron recibidos con vítores y aplausos, al tiempo en una zona cercana de la ciudad se desarrollaba una manifestación contra el rally que fue dispersada por las fuerzas del orden de Bolivia con gases lacrimógenos.