Mazatlán, Sin.- En el diccionario, la palabra disciplina dice que es un conjunto de reglas de comportamiento para mantener el orden y la subordinación entre los miembros de un cuerpo o una colectividad en una profesión o en una determinada colectividad. En el basquetbol, significa Pablo Andrade.
El ahora coach en jefe de los Delfines de Mazatlán ha sentid el deporte ráfaga desde que era niño, siempre con la inquietud de superarse y lograr buenas cosas con tal de estar activo. Eso le sirvió para ser el entrenador que es hoy en día.
“Yo siempre he estado en el deporte, practiqué futbol, voleibol y fue jugando voleibol, cuando estaba en la secundaria Miguel Hidalgo, donde me invitaron a participar en un torneo que en su momento era la sensación en Mazatlán, el Basquet Sol, y me invitaron porque veían cómo saltaba, y de ahí para adelante me gustó mucho”.
Quién diría que un torneo de basquetbol sería la antesala para una carrera dentro del baloncesto, que le abrió las puertas para desarrollarse mejor académicamente, como lo hace hoy con su academia.
“Tuve la oportunidad de jugar a nivel colegial en México, representando al Tecnológico de Culiacán y jugué Universiada, unos Inter-Tec y fue un gran paso, ya que egresé seguí practicándolo, pero ya en categoría de Primera Fuerza”, destaca.
Pablo tuvo la dicha de quedar campeón en los torneos de Primera y Segunda fuerza en Mazatlán, además de estar activo en la Liga Super Veteranos, ganado algunos campeonatos más, hasta que dejó el basquetbol como jugador para enfocarse en su papel de entrenador.
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“El formar la academia me hizo retirarme de las canchas, pero me ha dado muchas satisfacciones, primero empecé como la academia Peluchines y hace tres años comencé con Tu Futuro Basquetbol, y ya tengo cinco años con mi academia y todas mis energías están puestas en eso”.
Su experiencia como entrenador es reconocida en el puerto, comenzando a trabajar con jóvenes de secundaria para llevarlos de la mano.
“Empecé, como todos, con un niño y después los mismos padres de familia se fueron acercando a mí para que entrenará a sus hijos y fue creciendo esto, con uno, luego con cinco y ahora tenemos cerca de 110 jugadores inscritos en la academia”.
Con su escuela le ha abierto las puertas a varios jóvenes para probarse en algunas universidades del país, esto a base de disciplina y compromiso.
“Sin querer fuimos acomodando algunos jugadores de la academia en las universidades, la primera de ellas fue mi hija, que ya está a punto de egresar de la Universidad Iberoamericana de Puebla, otra de ellas estuvo en la UPSIN y tuvo la oportunidad de jugar con beca con la Universidad Anáhuac, pero los papás no la dejaron salir”.
Pablo sabe que el nivel universitario en el baloncesto es muy bueno y comenzó a exportar jugadores a las universidades, saliendo nombres como Miguel Martínez, ahora jugador de Delfines de Mazatlán.
“Con los años te vas formando, comienzas a ver las cosas diferente, a hacer diplomados, cursos y sabes que la exigencia es más, ayudando a mis jugadores, siendo mis hijos parte de este proyecto, y ves a los jugadores que crees que tú que tienen ese potencial”.
SU EXPERENCIA COMO COACH PROFESIONAL
Andrade Quintero tomó las riendas de Delfines de Mazatlán este 2020, un año complicado para el deporte.
“Sergio Hernández me invitó a trabajar, yo aceptó presentándole un plan de trabajo, donde ahora los jugadores tienen mayor responsabilidad, adaptándoles un plan de entrenamiento, entradas, salidas, conductas y sobre todo con mi filosofía, que es la disciplina”.
Al principio siempre hay un poco de rechazo y con Delfines lo viví, pero ya que ellos se acostumbraron, el trabajo en los entrenamientos dio frutos en la cancha.
Andrade Quintero
Pablo agarró a Delfines con un mes y medio de trabajo, siendo su filosofía de juego y el compromiso de los muchachos lo que llevó a para sacar los encuentros que tuvieron en el torneo en Cabo, siendo uno de los equipos más aguerridos de la competencia.
“A nosotros nos reconocieron el trabajo que hicimos con este equipo, ya que jugadores de Liga Nacional se sorprendieron al ver todo el trabajo que hizo, donde pareciera que este equipo ha trabajado durante mucho tiempo, justo eso nos dijo Kohl Meyer, jugador de Selección Nacional”.
LO QUE SIGUE
La filosofía de trabajo, tanto para la academia como para Delfines, es similar y durante este tiempo seguirá trabajando para formar más jóvenes y hacerlos desde cero, con la finalidad de que el baloncesto en Mazatlán crezca cada vez más.
“Vamos a seguir con el desarrollo de niños y niñas que es formarlos desde cero, tenemos un plan de trabajo ya desarrollado para el 2021, comenzando en enero, a llevar a los jugadores a un Camp Elite en Saltillo, Coahuila y seguirnos preparando”.
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