Culiacan, Sin.- En aquel lejano mes de septiembre con motivo del inicio de los entrenamientos de Tomateros de Culiacán, se empezó a trabajar no solamente para competir y ser protagonista, sino para buscar el ansiado título 12 para la franquicia, una de las más importantes y que le han dado lustre a la Liga Mexicana del Pacífico que de paso estaría festejando su aniversario 75.

Previo a todo ello, desde gerencia con Mario Valdez a la cabeza y con el aval de la presidencia Ejecutiva del Club, a través de Don Héctor Ley López, así como de quien ya había sido ratificado como manager, Benjamín Gil, empezaron a mover las piezas cuan ajedrez fuera a fin de ir cuadrando un plantel que diera satisfacciones a los aficionados leales, como un agradecimiento a su constante asistencia al Nación Guinda para apoyar a sus Tomateros.

En ese sentido y bajo algunos cambios que en principio a más de alguno no le pareció, llegaron al club Jesús Fabela y --ya avanzada la temporada-- Efrén Navarro a cambio por Luis Alfonso “Cochito” Cruz. Este último, por cierto, el más criticado pero que al final de cuentas quienes tomaron esa decisión salieron bien librados.

Ello permitió redondear una buena planta nacional dado que ya estaban ahí un Román Alí Solís más sólido, Joey Meneses que volvió a cumplir, Ramiro Peña con un inicio titubeante pero con un cierre de ensueño y con el boleto de Jugador Más Valioso de la final en su bolsillo, un José Guadalupe Chávez y Antonio Lamas con más madurez, todo ello que permitió a Benjamín Gil voltear a ver toda su gran fortaleza y profundidad necesaria para resolver cualesquier situación que se le presentara.

Qué decir del material extranjero a agregar con un Ronier Mustelier ya ampliamente conocido (al final salió del club por causas desconocidas), un José Vargas con impresionantes números en la LMB, el ‘solovino ‘ Bijan Rademacher y Logan Cozart, ninguno de ellos terminó el ciclo.

Pero Rico Noel con sus 30 estafas para imponer record, Derrick Loop y Ryan Kelly pudieron cambiar la cara de Tomateros, quienes pese a un mal cierre de la primera vuelta (tuvieron hasta siete derrotas consecutivas), hasta que se repusieron contra Obregón (le ganaron 2-1 la serie) alcanzaron el cuarto lugar con marca de 19-16 que les generó siete puntos.

Para el segundo giro hubo ajustes en el plantel, sobre todo el extranjero con la llegada de Zack Dodson, Anthony Vásquez y Alberto Baldonado para fortalecer el staff de pitcheo, además de la llegada de Édgar Arredondo, Manny Barreda y Manny Bañuelos.

Con todo ese arsenal, Gil empezó a formar su cuarteto de abridores quedándose con Vásquez, Arredondo, Barreda y Bañuelos y eso llevó al equipo a culminar la parte complementaria en la segunda posición con foja de 18-13 con ocho unidades y 15 puntos para el cuarto lugar general, solo superados por Ciudad Obregón (20), Hermosillo y Charros (15).

Y no cabe duda de que como cierres es como te irá en la postemporada y las tres últimas series las ganaron, entre ellas a equipos grandes como Charros y Yaquis, quienes en la tabla lo superaron.

En los playoffs vino la transformación de los Guindas y en la primera fase, luego de incorporar como refuerzo a Christian Zazueta (Navojoa), eliminaron a Águilas de Mexicali.

Para la semifinal optaron por más poder, a sabiendas que en el pitcheo estaban muy sólidos, y obtuvieron a Dariel Álvarez (líder en jonrones y producciones con Charros) para conformar un line up de más respeto y, aunque sufrieron, eliminaron a Cañeros de Los Mochis en un séptimo cotejo.

A fin de encarar la final, el alto mando determinó y a sabiendas que ya no contaría con Édgar Arredondo, hacerse de los servicios del refuerzo Daniel Duarte (Cañeros) y habilitó como abridor a Zack Dodson.

¿Cuál fue el resultado? Que en la final se encontraron a unos Venados que les dieron guerra, que les hicieron doliera la cabeza al grado de recibir dos blanqueadas, pero encontraron el momento clave y oportuno para que fuera su ofensiva la que explotara e hiciera el daño necesario para que se diera una coronación categórica.

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En resumen, abrieron la serie con cuatro jonrones (Ramiro Peña, Joey Meneses, Dariel Álvarez y Efrén Navarro) y cerraron con otros tantos a través de Peña (2), Efrén Navarro y Román Alí Solís.

En otras palabras y en clara alusión de que tienen dominado el Nación Guinda, en casa fueron la ley del poder que no se demostró a lo largo de la temporada donde mejor los pusieron a correr (les redituó 101 robos para ser el mejor equipo) pero en la final los dejaron libres en bateo, los soltaron y el resultado no se hizo esperar para sellar la llegada del campeonato 12 con todos los honores que ahora los tiene en San Juan, Puerto Rico representando a México.

8

Jonrones sumaron en dos juegos

101

Robos tuvieron en la temporada regular para ser lo mejores

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