Mazatlán, Sin.- En Mazatlán el futbol femenil cada vez ha ido crecido más y con la llegada del equipo Mazatlán FC son muchas más las jóvenes que se van abriendo paso en este deporte. Pero una de las mujeres que desde muy chica se abrió el camino en el balompié es Karla González, que a sus 23 años “imparte justicia” en las canchas locales.
Karla llegó al futbol por méritos propios, ya que comenzó a jugar con niños de su edad, ya que para esos años todavía no era muy común ver a una mujer en la cancha.
“Desde los 12 comencé a jugar, yo jugaba con niños, no era muy común ver a mujeres patear un balón y eso ayudó a que más niñas se incluyeran al equipo de nosotros, iniciando mi etapa de futbolista en una canchita de Pradera Dorada”, recuerda
Tanto fue su hambre de crecer que rápidamente se fue a las canchas de la colonia Toledo Corro, donde entrenaba el equipo de Enrique Piña, equipo líder en la rama femenil y después de un tiempo, paso por otros más entrenadores.
“Yo dejé de jugar futbol a los 17 años, porque veía que no había mucho apoyo, el equipo de Piña siempre fue el líder y era más de lo mismo, no había competencia y estuve fuera de las canchas medio año”.
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Para la familia de Karla fue difícil aceptar ese proceso que vivió al principio como jugadora de futbol y a veces se negaban en que desempeñara en el juego, pero como ella lo dice, fue el “arroz negro” de su familia.
“A nadie le gustaba el fut, a mi mamá le decían: mira a la Karla que anda con los niños, tuve mis castigadas, pero ellos mismos se fueron dando cuenta de mi gusto por el deporte y por eso me dejaron practicarlo”, menciona.
SU PRIMERA VEZ COMO SILBANTE
Luego de la desilusión de no poder progresar en el futbol como ella quería, llegó la oportunidad de dar un giro a su trayectoria deportiva y en un juego amistoso de la Segunda Fuerza Municipal, a falta de un árbitro, Karla le entró ruedo.
“Pues la primera vez que arbitré un juego fue en un amistoso, no llegó un árbitro y uno de los profes me dijo que si podría silbar, yo me aventé, tuve seguridad de mi misma, y ellos me decía que si me equivocaba no pasaba nada, que lo que querían era un árbitro para poder jugar”.
El juego que pitó Karla llegó a oídos de otro árbitro que dirige en Futbol 7 y la invitó a participar en encuentros de esa categoría, siendo ya su primer trabajo formal como árbitro en las canchas de futbol rápido.
“El Patitos, me invitó a pitar, yo pensé que iba a empezar silbándole a niños, pero no, comencé en una categoría libre y ese momento se implementó la regla de dos árbitros y me aprendí el reglamento y todo muy bien, yo siempre he sido muy activa, porque a los silbantes nos tienen como los ‘flojos’ de la cancha, y yo rompí con ese paradigma”.
Esas oportunidades le ayudaron mucho a Karla para forjar un carácter dentro de la cancha, ya que es un trabajo muy desgastante, pero el valor que le dio en cada juego le sirvió para ser una de árbitros a considerar en el futbol local.
AL COLEGIO DE ÁRBITROS DE JORGE SOTO
Apadrinado por Francisco “El Patitos Crespo”, arbitro que la descubrió , fue como llegó al colegio de árbitros de uno de los más longevos y de mayor trayectoria en el puerto, como lo es Jorge Soto, y comenzó su camino dentro del colegio, donde tuvo otra baraja de oportunidades, como lo fue llegar a pitar a un nacional.
“Jorge me recibió y siento que le motivó que entrará una mujer al colegio y yo le dije que a pesar de pitar en la libre, que estaba dispuesta a empezar desde abajo y comencé a entrar y poco a poco me fui desempeñando bien”.
Al poco tiempo de entrar al colegio y ampliar un poco más su experiencia, Karla fue llamada a una de sus mayores oportunidades dentro del arbitraje, ya que fue a un Nacional en la ciudad de Culiacán, a principios de año, teniendo una dura prueba.
“El cuerpo arbitral de ese Nacional fue de mujeres, pero a mí no me prepararon como se debe, pero la confianza no la perdí y el primer juego tuve mis errores, pero me sirvió a aprender, además que me empujó para pelear a pitar a unas ligas más grandes”.
Karla ya ha puesto sus ojos de la Primera Fuerza y a sus 23 años aspira a estar en un encuentro de Liga MX, soñando con ser la primera mujer central en un encuentro varonil profesional.
“Claro que quiero ser profesional, yo creo que nunca me había comprometido tanto con algo, pero el ser árbitro me gusta y esa es mi aspiración, ahora con la llegada del equipo, tenemos mayor posibilidad de estar ahí, en un sueño que espero cumplir muy pronto”, resalta.
“Yo en poco tiempo he tenido muchos avances, una de mis metas a corto plazo era estar ahí en primera, y agradezco a los directivos por esta oportunidad, porque es el máximo circuito en Mazatlán, pero me motiva que no hay mujeres en primera y esta temporada lo vamos hacer”, finalizó orgullosa.
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