Mazatlán, Sin.- Mazatlán últimamente se ha convertido en la cuna de grandes boxeadoras, pugilistas que han sellado su nombre en el deporte amateur con letras de oro, ese oro que lo han ganado “a puñetazo limpio”.
Desde los 11 años de edad, Esmeralda Patiño comenzó a practicar este deporte, que en la actualidad le ha dejado grandes satisfacciones al estado y al municipio de Mazatlán, lugar de nacimiento de la futura estrella olímpica.
La joven, siempre apoyada por su padre, combinó el atletismo y el boxeo por un corto tiempo, ya que a ella le gustaba participar en las carreras de velocidad que se realizaban sobre el Malecón, hasta que le perdió el interés.
“Antes del boxeo hice mucho atletismo, el correr me gustaba mucho, pero en algún momento perdí ese interese y decidí inclinarme por otro deporte, en este caso el boxeo, gracias a mi papá, que le gusta verlo y practicarlo”, dice.
“Yo le comenté a mi papá que quería practicarlo y él sin pensarlo me llevó a un gimnasio a practicarlo y muy rápido me adapté, me gustó y me quedé”.
La primera pelea de Esmeralda fue cuando tenía 12 años, donde obtuvo un empate, pero eso jamás la desanimó, tampoco a su padre, quien comenzó a comprarle lo necesario para poder practicar más el boxeo.
Ella tuvo que dejar el puerto por una cuestión familiar y emigró a Baja California, donde rápidamente encontró una escuela para seguir soltando los puñetazos y los golpes bajos, camino a ser la mejor.
“Mi papá, en el lugar donde estuviera siempre me apoyó, siempre he tenido a mi familia de mi lado y es algo que agradezco mucho, allá, estando en Baja California, participé en muchos torneos y después de nueva cuenta retorné al puerto”.
DEJÓ EL BOXEO POR UN AÑO
Esmeralda vivió uno de sus momentos más difíciles de su carrera al dejar el deporte que tanto ama por un año, debido a que ella y su familia estuvieron alejados un tiempo de Mazatlán y no tenía cómo practicarlo.
Ese año, fue el detonante para que ella regresara mucho más fuerte a los encordados.
“Cuando vivíamos allá, sólo había taekwondo y eso a mí no me gustaba, para mi fortuna, nos regresamos y regresé al gimnasio donde estaba. Mi papá siempre me ha visto talento, al igual que mi mamá, ellos saben que puedo llegar lejos, entonces mi papá se movió, porque yo sentía que no crecía y así fue como caí con el profesor Radamés Hernández”, comenta.
En la escuela de Radamés, de la Universidad Autónoma de Sinaloa, comenzó a crecer, ya que actualmente Hernández Boxing es un forjador de talento y donde ha habido mayores campeones nacionales.
“Rada, me ayudó mucho a crecer, él cree mucho en mí y con él me ha gustado estar, llevó tres años ahí y gracias a Dios la verdad hemos tenido torneos donde hemos dado buenos resultados y todo esto lo hago por mi familia”.
SU TRAYECTORIA
La carrera de Patiño comenzó apenas hace dos años, al convertirse en una de las mejores en las competencias estatales. Ha combatido en dos regionales y lo más reciente, los Juegos Nacionales, donde se trajo el oro. Y ahora se prepara para su siguiente proceso.
Ella quiere seguir los pasos que llevó la boxeadora profesional Ana María Torres, quien en múltiples ocasiones sacó la cara por México. Por eso irá en busca de lograr ese objetivo, además de fijarse como meta los Juegos Olímpicos de París.
“Mi objetivo, desde que inicié, yo siempre quise ir a un Nacional, el tener esa medalla para mí, fue mi sueño y ahora que lo logré me siento feliz, por lograr mi primera meta, ahora voy por esos Olímpicos, si Dios quiere poder llegar a París 2024”.
“Sé que aún falta mucho, pero vendrán más torneos, más campeonatos, quiero estar en la Selección Mexicana y sé que si me lo propongo lo podré logar”.
PARA SABER
La porteña, de 18 años de edad, es la actual campeona nacional y también se llevó el título en el Festival Olímpico.
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