El 11 de agosto del 2012 siempre será recordado en México por el hecho de que esa fecha se hizo historia por haberse logrado el triunfo más importante en el futbol nacional: conseguir la medalla de oro en los Juegos Olímpicos.

Los futbolistas Marco Fabián y Néstor Vidrio, quienes formaron parte de esa selección que se paró en Wembley, con la sangre de “Guerrero Azteca”, para vencer a Brasil y alcanzar el oro olímpico en Londres.

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Tanto Fabián como Vidrio recuerdan con mucha alegría ese suceso que marcó un antes y un después en sus carreras, debido a que esa selección tuvo para avanzar como líderes de grupo, ante Corea del Sur, Gabón y Suiza; para después enfrentarse a Senegal en los cuartos de final, pasar a semifinales contra Japón y ganarle a Brasil en la gran final.

“El partido más complicado que tuvimos fue ante Senegal, siempre existió el nerviosismo en cada momento, somos seres humanos, pero aunque comenzamos ganando, en el ambiente se sentía que nos iban a ganar, pero nos fuimos a tiempos extras y ganamos, algo que nos dio la confianza de salir adelante”, relató Néstor Vidrio.

La semifinal ante Japón también fue muy complicada, ya que al equipo nipón lo habían enfrentado en juegos amistosos, pero fue algo que les dio el carácter para levantarse de las adversidades, al ser un juego que comenzaron perdiendo y que terminaron por darle la vuelta al marcador.

“Japón fue un rival complicado, ellos nos comenzaron ganando, pero afortunadamente teníamos a Oribe Peralta, que estaba en su momento y nos hizo que volviéramos a soñar otra vez”, describió el defensor del Mazatlán FC.

Un día antes del juego por el oro

Luego de superar el estrés de los juegos de cuartos de final y semifinales, el ya saber que tenían una medalla en sus manos y la plata asegurada, Marco y Néstor coinciden en que el día previo al encuentro no pudieron dormir.

“Todos éramos conscientes de lo que estábamos a punto de lograr, ellos (Brasil), en su momento no habían conseguido el oro olímpico y nosotros queríamos buscar arruinarles la fiesta, yo me emocioné tanto que no pude dormir bien, pero fue el escenario perfecto Wembley, y aunque el juego era tarde, me sorprendió la cantidad de mexicanos que había en el estadio”, describe Néstor Vidrio.

Marco Fabián, por su parte, sabía que los ojos de todo el país estaban en ellos, pese a no ser favoritos, un día antes el grupo dejó al lado todo y confiaron en sus habilidades para obtener esa medalla.

“Recuerdo que estábamos conscientes de que la gente no confiaba en nosotros, de que la crítica estaba desde antes, pero nosotros dejamos todo de lado, primero queríamos demostrar de lo que éramos capaces y luego a la gente”, dijo.

“Esa emoción que tuvimos al ganarle a Japón siguió hasta el día previo del partido, porque nosotros no nos conformábamos con la medalla de plata, nosotros sabíamos de la unión que teníamos, no nos dio miedo nada, ni Wembley, ni enfrentar a los mejores equipos del mundo”, compartió Fabián, quien además ese día marcó el gol del empate y cumplió un sueño de anotar en unos Juegos Olímpicos.

La gloria olímpica

El juego ante Brasil comenzó con un gol a segundos de comenzar el encuentro, con un disparo de Oribe Peralta, algo que mermó mucho al desempeño de los brasileños.

“Siempre lo he dicho, lo que hicimos fue como un cuento, porque fue el resultado del buen momento que teníamos, que el equipo fue como una familia, sorprendimos e hicimos historia”, describe Fabián.

“Obviamente que voy a recordar el estadio repleto, con miles y miles de mexicanos estaban en el estadio, y un país paralizado, bueno, comenzar ganando fue una felicidad enorme y después nos tocó hacer un partido inteligente, cuando ellos despertaron ya era demasiado tarde, y los últimos minutos sufrimos, pero al final alcanzamos el objetivo”, dijo Fabián.

Por su parte, Vidrio sabe que esa medalla de oro obtenida hace 10 años es el máximo logro del futbol en México y será un bello momento que contará a sus hijos, nietos y familiares cercanos, al ser de los pocos mexicanos en tener un pedazo del Olimpo.

“En lo personal, creo que lo que hicimos en Londres fue lo más importante que se ha logrado en el país, otros podrán tener otra opinión, porque el año pasado se consiguió el bronce, pero para mí es lo mejor que me ha pasado en mi carrera”.

De los refuerzos de esa selección, como Jesús Corona, Carlos Salcido y Oribe Peralta, los jugadores agregaron que se acoplaron al grupo para hacer esa unión y conseguir algo que nadie ha conseguido hasta ahora en el futbol.

“Ellos fueron las tres piezas claves para unir al equipo, eran estandartes dentro y fuera de la cancha, era el esqueleto del equipo, el portero, el contención y centro delantero, al final dentro de la cancha, nos ayudaban con su calidad, pero fuera se llevaron con todos y fue algo importante”.

Una actualidad nada favorable para las selecciones juveniles

Algo que ambos jugadores lamentan es la actualidad que atraviesan las selecciones mexicanas, debido al proceso que se perderá por no clasificar al mundial de la categoría Sub-20, que repercute en los Olímpicos de París 2024.

“Como mexicano es algo difícil de asimilar, en lo particular sé que es un retroceso el que no puedan ir a unos Juegos Olímpicos, yo siempre he querido que haya más medallas de oro, pero toda esa generación, no van a tener la oportunidad de pelear en los Olímpicos”, dijo Fabián.

“Y esa generación se le pasó esa oportunidad y a la vez es triste ver a jugadores que andan por buen momento y no van a estar, es una realidad que tenemos que ver y aprender de eso para que no se vuelva a repetir en el próximo proceso”.