El Día de Reyes, también conocido como la Epifanía, se celebra el 6 de enero y conmemora la visita de los "Reyes Magos" al niño Jesús según la tradición cristiana. Según el relato bíblico en el Evangelio de Mateo, estos magos llegaron desde el este para adorar al recién nacido rey de los judíos.
Aunque la Biblia no especifica el número de magos ni menciona sus nombres, la tradición cristiana los ha identificado comúnmente como Melchor, Gaspar y Baltazar.
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La tradición de asignar nombres y características a los Reyes Magos se desarrolló a lo largo de los siglos. La identificación de Melchor, Gaspar y Baltazar proviene de textos posteriores al Nuevo Testamento, y sus atributos, como la edad y el lugar de origen, varían en distintas culturas.
Algunas teorías sugieren que los Reyes Magos representaban a diferentes razas o regiones del mundo conocido en ese momento, simbolizando la universalidad del mensaje de Jesús. Otras interpretaciones sugieren que los regalos que ofrecieron tienen significados simbólicos: el oro como símbolo de la realeza de Jesús, el incienso como símbolo de su divinidad y la mirra como símbolo de su futura muerte.
La tradición del Día de Reyes
La tradición de la Noche de Reyes consiste en colocar los zapatos de cada miembro de la familia en el balcón, con la esperanza de que Sus Majestades depositen dulces en su interior.
Esta práctica se remonta a una fascinante leyenda: dos amigos del niño Jesús, conmovidos al verlo siempre descalzo debido a la pobreza de su familia, decidieron regalarle sus propios zapatos. Sin embargo, al ser usados, trataron de darles un aspecto nuevo esforzándose por limpiarlos al máximo. Para esto, los lavaron y los dejaron en el balcón durante la noche para que se secaran.
Al siguiente día, de manera milagrosa, los zapatos aparecieron repletos de regalos y dulces como recompensa por el buen corazón de los generosos niños. Los Reyes Magos habían pasado por allí esa noche y decidieron premiar la bondad de los dos amigos.
Para celebrar el día más encantador del año, no puede faltar el delicioso postre por excelencia: el "Roscón" o "Tortell" de Reyes. Se trata de un bollo con forma de rosca adornado con frutas escarchadas. Aunque la versión original se elabora con mazapán, en la actualidad se puede rellenar con crema, nata e incluso chocolate.
Encima del roscón, se coloca una corona de Rey Mago que será para aquel afortunado que descubra la figurita escondida en su interior. Por otro lado, aquel que encuentre la haba no tendrá más opción que pagar el precio del dulce.
El Día de Reyes sigue siendo una festividad significativa para muchas personas, marcada por la tradición de intercambiar regalos y compartir la alegría de la temporada. Independientemente de las interpretaciones individuales sobre la identidad de los Reyes Magos, esta celebración ofrece la oportunidad de reflexionar sobre el significado más profundo del nacimiento de Jesús y la importancia de la generosidad y la solidaridad en nuestras vidas.