¿Habías escuchado sobre discriminación a mascotas por “conductas gay”? Pues sucedió en Estados Unidos, cuando los dueños de Fezco, como se llamaba originalmente, un perro de entre 4 y 5 años de edad, con un peso de más o menos 22 kilogramos fue abandonado en un refugio del condado de Stanly, en Carolina del Norte porque creían tenía conductas gay.

De acuerdo con el refugio de los Servicios de Protección Animal del Condado de Stanly, los dueños llegaron con Fezco hace algunos días y dijeron que habían visto al perro montando a otro perro macho. Y que consideraban que esas eran conductas de gay, por lo que no querían tenerlo cerca y decidieron entregarlo al refugio.

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El personal del refugio no podía dejar esto así, después de escuchar las absurdas excusas para su abandono y ver el buen estado de salud del canino, publicaron en redes la historia de Fezco para encontrarle un nuevo hogar.

La búsqueda no tardó mucho, recibieron rápidamente una respuesta de una familia que estaba dispuesta a querer y cuidar de él. Al animal le gusta mucho estar con otros perros, jugar y es amable con las personas.

Luego de poner a Fezco en un lugar seguro, con personas que realmente lo quieren, el refugio publicó en sus redes sociales la actualización de la situación.

Ahora se llama Oscar, haciendo honor a Óscar Wilde. La familia asegura que el perro además de haber sido discriminado, no estaba bien cuidado, pues en un chequeo con el veterinario se dieron cuenta de que el perro no ha sido castrado y tiene parásitos en el corazón.

De acuerdo con la Sociedad Estadounidense para la Prevención de la Crueldad contra los Animales, montar o empujar a otros puede ser un comportamiento de juego o de masturbación normal en las mascotas y no necesariamente es un indicativo de su sexualidad.