Febrero es un mes muy curioso, es el mes más corto del año; el único mes que cuenta con cuatro semanas exactas, a excepción de los años bisiestos en los que se le agrega un día. Además, está repleto de genios, desde científicos consagrados hasta poetas ilustres nacieron en sus días.
Entre los muchos nombres destaca Tomás Alva Eddison, inventor y científico estadounidense; Nikola Tesla, ingeniero e inventor serbio; Gustavo Adolfo Bécquer, poeta y narrador español; Gadamer, filósofo e intelectual alemán; Heinrich Rudolf Hertz, físico alemán y Maria Winkelmann, astrónoma y científica austriaca.
Aquí te hablaremos de tres personajes que marcaron un punto en la historia del pensamiento humano con sus aportaciones, investigaciones y experimentos.
Charles Darwin
El naturalista inglés nació el 12 de febrero de 1819. Sus aportaciones revolucionaron el mundo de la ciencia y la concepción de la mayoría de la sociedad en torno a la vida. "El origen de las especies", publicado en 1859, marcó un antes y después en forma de la relación del ser humano con los demás organismos vivos.
La mayoría de sus biografías lo describen como un ser humano tremendamente curioso y creativo. Su interés por el conocimiento inició desde edad temprana, ya de niño realizaba pequeños experimentos con animales y, como lo aseguran muchos, cuando la curiosidad no muere en con la infancia, es decir, si se sigue cuestionando con el mismo entusiasmo e interés de un niño el mundo que nos rodea es probable se llegue a grandes descubrimientos; como fue el caso de Charles Darwin.
Darwin se adentró en el mundo de la investigación con un diario de viajes Journal of Researches publicado en 1839, que al día de hoy es considerado como literatura de viajes. El joven curioso no imaginaba que se iba a convertir en uno de los primeros íconos de la ciencia, pues después de sus investigaciones sobre la adaptación de las especies, el nombre de Charles Darwin pasó a ser tema de conversación.
Nicolás Copérnico
El astrónomo polaco nació el 19 de febrero de 1473, se le conoce como quien originó la revolución científica del Renacimiento. Entre sus investigaciones más importantes está la Teoría Heliocéntrica, con sus descubrimientos inició un proceso histórico que terminaría con la sistematización de lo que hoy conocemos como Física.
Nació en una familia rica por lo que, a pesar de quedar huérfano a los 10 años, puedo acceder a una educación superior, esto le permitió estar en contacto con los temas que ocuparían su quehacer científico. En 1507, se le empezó a considerar un gran astrónomo, en esa época elaboró el primer sistema astronómico heliocéntrico.
Copérnico se enfrentó con sus teorías a una concepción arraigada en el entendimiento del lugar de la tierra en el espacio, ya que las teorías geocéntricas de Telémaco tenían VIX siglos como verdad aceptada. Cuando el astrónomo llegó a contradecir tales aseveraciones marcó un punto de inflexión en la historia de la humanidad.
Galileo Galilei
El 15 de febrero de 1564 vio nacer al astrónomo italiano. Cuando se habla del despertar científico del Renacimiento, se habla de Galileo; debido a que, si bien Copérnico inició la revolución científica de este periodo, Galilei es el más grande representante, tanto que se le conoce como el padre de la ciencia moderna por ser quien introduce la ciencia experimental.
Las aportaciones más importantes de Galileo son la invención del telescopio y con ello la observación de los cuerpos celestes, el desarrollo de las matemáticas, las leyes del movimiento y, como ya se mencionó, la observación como punto de partida en la ciencia experimental o lo que muchos definen como una metodología científica.
Muchas de sus biografías señalan que se enfrentó a muchas dificultades por la época en que vivió, su fidelidad al conocimiento lo hizo meterse en varios problemas, ya que el pensamiento colectivo de ese periodo estaba muy influenciado por los principios religiosos que, muchas veces, eran cuestionados con la ciencia. Un dato que vale la pena destacar es que también se habla de que el astrónomo tenía limitaciones en la vista, cosa que explicaría algunas de sus imprecisiones en las investigaciones de los cuerpos celestes.
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