En la fecha reciente del 23 de enero, el Reloj del Fin del Mundo fue ajustado, marcando ahora 90 segundos para la medianoche. Pero, ¿qué representa este reloj y cuál es su funcionamiento?
Comencemos explorando el Boletín de los Científicos Atómicos, una entidad mediática que difunde artículos a través de su sitio web y una revista digital. Su enfoque primordial abarca tres áreas fundamentales: el riesgo nuclear, el cambio climático y las tecnologías disruptivas.
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Este reloj, que ha estado a solo minutos de la medianoche en al menos 23 ocasiones, se erige como un llamado a la acción dirigido a individuos, gobiernos y organizaciones globales, instándolos a actuar con urgencia para transformar el mundo.
¿Cómo perdimos 10 segundos en el último año?
Esta pérdida se atribuye a la falta de consenso para poner fin al conflicto entre Rusia y Ucrania, junto con la creciente preocupación por el potencial inicio de nuevos conflictos nucleares por parte de países como Corea del Norte, India y Estados Unidos.
Las amenazas provenientes de la inteligencia artificial (IA) también son motivo de inquietud, especialmente su carencia de regulación en el desarrollo de armas autónomas letales, así como su aplicación en objetivos de inteligencia, vigilancia, reconocimiento y entrenamiento militar.
Además, se destaca la emergencia de nuevas amenazas biológicas derivadas de la manipulación genética y la clonación. A su vez, el impacto del cambio climático ha llevado al año 2023 a ser registrado como el más cálido de la historia, alejándonos del compromiso del Acuerdo de París de no superar un aumento de temperatura global de 1.5 grados Celsius.
¿Cómo se originó esto?
Este proyecto se originó como una "acción de emergencia" impulsada por científicos que sintieron la necesidad inminente de comunicar un mensaje tras los devastadores bombardeos atómicos en Hiroshima y Nagasaki.
Martyl Langsdorf, la mente detrás del Reloj del Juicio Final para el Boletín de Científicos Atómicos en 1947, empleó la figura de un reloj para subrayar la urgencia en el control de armas.
Este símbolo ha destapado las amenazas que van desde la bomba atómica hasta la inteligencia artificial, resaltando la necesidad de abordar riesgos que ponen en peligro nuestro mundo. A través de su impacto visual, el reloj representa la proximidad a la extinción, instando al público a reconocer y gestionar las amenazas emergentes.
¿Habrá forma de revertir esto?
Según el Boletín, la única salida para revertir este peligro inminente es que Estados Unidos, China y Rusia resuelvan sus diferencias y alcancen un acuerdo de paz mundial.