Con la llegada del verano, muchas personas disfrutan de las vacaciones, los viajes y las actividades al aire libre. Sin embargo, esta época del año también puede traer consigo un aumento en las enfermedades gastrointestinales que afectan el sistema digestivo y pueden arruinar tus planes.
Aprender a prevenir estas afecciones es fundamental para disfrutar de un verano saludable, por ello, aquí te presentamos algunos consejos para evitar molestias estomacales y mantener tu bienestar durante esta temporada.
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Según médicos y gastroenterólogos, las enfermedades gastrointestinales son muy comunes en verano debido a diversos factores, como el consumo de alimentos contaminados, la exposición a altas temperaturas y la falta de higiene en algunos lugares.
Entre las afecciones más frecuentes de la temporada se encuentran la gastroenteritis, la intoxicación alimentaria y la diarrea del viajero. Sin embargo, con medidas adecuadas, es posible reducir el riesgo de padecer estos problemas.
Cuidado con los alimentos: Durante el verano, es esencial prestar atención a la calidad de los alimentos que consumimos. Evita ingerir alimentos en lugares poco higiénicos o que no cumplan con las normas sanitarias. Asegúrate además de que los alimentos estén bien cocidos y de origen confiable. Lava las frutas y verduras antes de comerlas y evita consumir productos lácteos no pasteurizados.
Hidratación adecuada: Mantenerse hidratado es fundamental para evitar problemas digestivos durante el verano debido al calor y a la transpiración, es necesario incrementar la ingesta de líquidos. Bebe agua regularmente y evita el consumo excesivo de bebidas alcohólicas y azucaradas, ya que pueden irritar el sistema digestivo.
Lavado de manos: La higiene personal es clave para prevenir enfermedades gastrointestinales. Lávate las manos con agua y jabón antes de comer o manipular alimentos. Además, utiliza desinfectante de manos cuando no tengas acceso a agua y jabón, especialmente cuando estés en espacios públicos.
Cuidado con el agua: Si vas a consumir agua en lugares desconocidos, es recomendable optar por agua embotellada o previamente purificada. Evita beber agua de fuentes no confiables, como ríos o lagos, ya que pueden contener bacterias u otros agentes patógenos que causen problemas estomacales.
Viajes y precauciones: Si tienes planes de viajar este verano, es importante tomar precauciones adicionales. Investiga sobre el destino y las condiciones sanitarias del lugar al que te diriges. Infórmate sobre las recomendaciones de vacunas o tratamientos preventivos necesarios. Además, lleva contigo medicamentos básicos para tratar los síntomas leves de las enfermedades gastrointestinales.
Evita el exceso de comidas pesadas: Durante las vacaciones, solemos disfrutar de comidas abundantes y a menudo pesadas. Sin embargo, estos excesos pueden sobrecargar el sistema digestivo y aumentar el riesgo de malestar estomacal. Procura mantener una alimentación equilibrada, incluyendo frutas, verduras y fibras en tus comidas. Si vas a disfrutar de una comida copiosa, hazlo con moderación y evita el exceso de grasas y alimentos picantes.
Recuerda que cada persona es diferente y puede reaccionar de manera distinta ante los alimentos y las condiciones ambientales. Si presentas síntomas persistentes como vómitos, diarrea intensa, fiebre o deshidratación, es importante buscar atención médica de inmediato o llamando al número de emergencias de Cruz Roja 065.
Con estas precauciones simples pero efectivas, puedes reducir significativamente el riesgo de sufrir enfermedades gastrointestinales y disfrutar de un verano sin preocupaciones.