Es común saber que se deben consumir 12 uvas al dar la bienvenida al año nuevo, ya que cada una representa la esperanza de un deseo positivo por venir. Algunos llevan esta creencia más allá, asociando el color de las uvas con la edad de quien las come. Aquí te detallamos lo que se dice al respecto.
Con la llegada del Año Nuevo, muchas personas alrededor del mundo se sumergen en diversas tradiciones y rituales para atraer la buena fortuna y la prosperidad para el año que se avecina. Entre estas costumbres, la elección entre uvas verdes y rojas se destaca como un gesto simbólico en varios lugares, especialmente en las culturas hispanohablantes.
También puedes leer: Año nuevo: Descubre qué países del mundo no lo celebran el 1 de enero
El ritual de comer uvas en la víspera de Año Nuevo tiene sus raíces en España y se ha extendido a muchas otras regiones de habla hispana. La tradición implica comer doce uvas, una por cada campanada que marca el reloj a la medianoche. Cada uva simboliza un deseo para el próximo año, y se cree que realizar este acto con las doce uvas asegura buena suerte y prosperidad.
La elección entre uvas verdes y rojas a menudo depende de la preferencia personal y las creencias individuales. Algunas personas optan por las uvas rojas por su asociación con la pasión y la energía, mientras que otras eligen las uvas verdes por su conexión con la frescura y la renovación.
Aquellas que buscan el amor y la pasión en el nuevo año pueden inclinarse hacia las uvas rojas, mientras que quienes priorizan la salud y la tranquilidad pueden optar por las uvas verdes. Al final, la elección es subjetiva y depende de la interpretación personal de cada individuo.
Independientemente del color de las uvas seleccionadas, el acto de participar en este ritual se ha convertido en una celebración arraigada en la cultura, transmitida de generación en generación. Ya sea con uvas verdes o rojas, el gesto simboliza la esperanza y el optimismo para el año venidero.
Así, mientras millones de personas alrededor del mundo se preparan para dar la bienvenida al nuevo año, la elección entre uvas verdes o rojas se presenta como una pequeña pero significativa tradición que agrega un toque de magia y simbolismo a la celebración de Año Nuevo.