Mazatlán, Sin.- Para los jóvenes mazatlecos, que votarán por vez primera, este ejercicio histórico en México es de contrastes.
El debate para ellos es ir o no ir a las urnas.
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Jóvenes de 18 a 22 años mostraron un panorama contradictorio, de euforia y desencanto.
Para muchos votar es una manera de hacer valer su voz e influir en el futuro de su ciudad y país.
Consideran que su participación es esencial para lograr cambios significativos en la sociedad, por lo que cada voto cuenta.
"Creo que si queremos cambios, tenemos que involucrarnos, por eso uno se anima, es la primera vez que voto, así que dije: ‘a darle’, también la curiosidad por saber cómo era este rollo", comenta Mariana, de 22 años, con residencia en Playa Sur.
Los movimientos sociales y la información en redes sociales también juegan un papel importante en su motivación.
La posibilidad de estar informados y conectados con las causas que les importan les da un sentido de pertenencia y responsabilidad.
"Pues viendo redes sociales, memes, y como me cayeron bien unos candidatos cuando los vi, pues dije ‘a darle’, de todas maneras es mi voto, sentí como que conecté, la neta y aparte me informaban diario, no entiendo, pero siempre había pancartas y todo eso con el nombre de ellos", señala Héctor, de 19 años.
La curiosidad por saber qué se siente votar, fue lo que instó a otros jóvenes a salir, pues no les habían tocado otras elecciones.
"La neta tenía ganas de saber lo que es votar, porque nunca me había tocado y por fin se dio, siempre jugaba diciendo que no quería votar y así, pero nel, a darle dije, y estuvo bien, lo único malo fueron las filas", mencionó Adrián Herrera, vecino de la colonia Lázaro Cárdenas.
Sin embargo, no todos los jóvenes comparten el mismo entusiasmo.
Las altas temperaturas de Mazatlán son un factor recurrente que los desmotiva a salir a votar.
El intenso calor puede ser insoportable, lo que hace que muchos prefieran quedarse en casa en lugar de enfrentar las inclemencias del tiempo.
"Nombre, yo no quería venir por toda la cola que se veía, desde como las 10 de la mañana llegué y estaba haciendo un calorón, nomás porque mi mamá le gusta esto de votar, pero si por mí fuera, me quedó en la casa con el aire prendido", menciona Jesús Roberto, joven de 20 años de la colonia Reforma.
La espera y las largas filas en los centros de votación también desmotivan a muchos jóvenes.
Pasar varias horas esperando su turno para votar es una experiencia que muchos prefieren evitar, ya que consume mucho tiempo y paciencia.
"Hablando bien las filas están bien largas, da una flojera andarme dando la vuelta nomás para votar, mi jefa es la que quería, si por mí fuera ni salgo a andar esperando", dice Valeria Casillas, quien vive sus primeras votaciones a los 18 años.