Mazatlán, Sinaloa.- Hablar de los malvaviscos Suaves, es remontarse a la década de los cuarentas, tras el nacimiento de una empresa 100% mazatleca, que sigue vigente entre el público, no sólo del estado o México, sino de otras partes del mundo.
María del Carmen García García, encargada del establecimiento, recuerda que el dulce negocio lo iniciaron sus padres, María Clara García Leyva y Salvador García, en un domicilio que sobrevive el paso de los años.
Para nosotros es un orgullo seguir con la tradición que empezaron nuestros papás, y seguir a como ellos dijeron, para lograr la elaboración de un producto artesanal.
María del Carmen García García.
El lugar donde se lleva a cabo la producción, asegura, es punto de referencia para el turismo, que desea conocer la vetusta casona ubicada por la calle Germán Evers, en el Centro de la ciudad.
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El proceso, menciona, inicia con la elaboración de una miel que es vaciada a un barril, para después ser complementada con el malvavisco que es vertido en una mesa, donde se comienza a dar forma al suave.
Dijo que son alrededor de seis procesos que tiene que pasar el dulce, para que llegue a ser empaquetado y después distribuido a las diferentes tiendas comerciales del municipio.
Además de Mazatlán, señaló, productos Suaves puede ser encontrado en la capital del estado, así como en las ciudades de Tepic, Durango, Vallarta y Guadalajara.
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Gracias a los pedidos que mucha gente solicita fuera de la ciudad, asegura, es como el bombón de coco llega a ser conocido en otros países como Estados Unidos, Guatemala, Japón e inclusive hasta Alaska.
“Nos han mandado muchos correos de diferentes partes de Estados Unidos, que quieren que les mandemos Suaves y estamos ahorita para ver si hacemos el trámite para poder mandar.”
Precisamente, indicó, el turismo que llega a Mazatlán se ha encargado de darle difusión al malvavisco, que lo adquieren en cualquier tienda del puerto para llevarlo a sus lugares de origen.
Una bolsa de suaves, comentó, tiene un costo de 19 pesos, precio que es accesible al público, pues se trata de un producto natural que no lleva conservadores, por lo que tiene una vida de 15 a 20 días.
La empresa, precisó, está conformada por 15 personas, que en un día normal producen mil bolsas, cantidad que se multiplicó al doble durante el mes de diciembre, ya que tuvieron que hacer envíos foráneos a ciudades como Guamúchil, Guadalajara y México.