QUERÉTARO.-A pesar de considerar inverosímiles las versiones en las que se involucra en un presunto lavado de dinero con la supuesta venta de una nave industrial al candidato Ricardo Anaya, el presidente de la Canacintra en Querétaro, Jorge Rivadeneyra Díaz, dijo en conferencia de prensa que no mete las “manos al fuego” por el panista, ya que sólo hace eso por Dios.
Tras aclarar que sus opiniones son a título personal, dijo que el estado de Querétaro es un estado pequeño y los actores económicos y políticos se conocen y conviven constantemente.
"Yo particularmente me dedico a la construcción de naves industriales", subrayando que le parece complicadísimo lavar dinero haciendo naves industriales porque hay que construir la tierra y buscar al cliente.
"Yo no creo que sea un esquema en el que se pueda lavar dinero", recalcó el líder estatal de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación.
Hablando del tema de Anaya, puntualizó que su opinión personal es que no hubieron ilícitos, aunque subrayó: “Yo no soy autoridad, yo soy empresario. Tengo un nivel de información limitado”.
Al preguntársele si es un golpe bajo la acusación contra Anaya, respondió: “Me parece que en las campañas se valen muchas cosas. Creo que es reprobable, me parece que es triste, pero, bueno, han ido aumentando de nivel los golpes en las campañas y yo creo que va en ese sentido”.
Consultado acerca de si él mete las “manos al fuego por Ricardo Anaya”, dijo: “No mire, le voy a decir algo que decía mi papá: yo solamente creo así, meter las manos al fuego solamente por Dios. Yo solamente creo en Dios”.
“Ricardo Anaya es mi amigo, lo considero un hombre íntegro, totalmente íntegro de todo lo que yo le conozco. Yo sí conviví con él mucho tiempo. Hemos estado cerca de él aquí los queretanos y creo que la mayoría de los queretanos tenemos una opinión positiva de él. Yo tengo una opinión muy positiva de él”, acentuó Rivadeneyra Díaz en la conferencia efectuada en el marco de la Convención Nacional Canacintra 2018 en el Centro de Convenciones de esta entidad.
-Pero, ¿no mete las manos al fuego por él?, se le insistió, a lo que contestó: “No las meto por nadie. Yo, solamente así creer, creer, creer, en Dios”.