El fiscal general del estado de Nueva York, Eric Schneiderman, anunció el domingo que presentó una demanda judicial contra el exproductor de Hollywood Harvey Weinstein y su empresa por fracasar a la hora de proteger a sus empleados de acoso y agresiones sexuales.
La demanda contra el magnate cinematográfico, su hermano Robert Weinstein y la productora The Weinstein Company asegura que la empresa "violó repetidamente la ley de Nueva York al fracasar en proteger a sus empleados de un acoso sexual generalizado, la intimidación y la discriminación", dijo el fiscal en un comunicado.
"Toda venta de The Weinstein Company debe garantizar que las víctimas sean compensadas, que se proteja a los empleados de aquí para adelante, y que ni los responsables ni los que permitieron esto se enriquezcan injustamente", añadió Schneiderman. "Cada neoyorquino tiene derecho a un ambiente de trabajo libre del acoso sexual, la intimidación y el miedo".
Desde octubre del año pasado, cuando estalló el escándalo, el poderoso productor de cine fue acusado de acoso, agresión sexual o violación por más de un centenar de mujeres.
Weinstein, investigado por las policías de Nueva York y de Londres, asegura que todas sus relaciones fueron consensuadas.
Tras una investigación de cuatro meses, la fiscalía entrevistó a múltiples empleados de la empresa, a ejecutivos y a presuntas víctimas de Weinstein. También revisó "exhaustivamente" archivos de la empresa y correos electrónicos.
La demanda precisa que Weinstein amenazaba a sus empleados con frases como "te mataré", "mataré a tu familia" o "tú no sabes de lo que soy capaz". Se jactaba de sus altas conexiones políticas y aseguraba que tenía contacto con el servicio secreto, que podía resolver problemas.
El 'harem' de Weinstein
A pedido de Weinstein, la compañía empleó a un grupo de mujeres cuya tarea principal era acompañar al productor a eventos y facilitar sus conquistas sexuales.
Otro grupo de empleados, casi todos mujeres, eran asistentes que debían mantener espacio en su agenda para actividades sexuales y dar varios pasos para aumentar su vida sexual, contactando a "Amigos de Harvey" por teléfono o mensajes de texto a su pedido.
Un tercer grupo también casi 100% femenino de ejecutivos era asimismo obligado a facilitar las conquistas sexuales de Weinstein, según la acusación, aunque habían sido supuestamente contratados para ayudar a la empresa a producir películas y proyectos televisivos.
"Las empleadas mujeres de Weinstein son esencialmente usadas para facilitar sus conquistas sexuales de mujeres vulnerables que esperan que él les consiga trabajo", contó una de ellas a la fiscalía, que acusa a la compañía de no investigar estas acusaciones ni hacer nada para impedir que se repitan.
La fiscalía asegura además que los choferes de Weinstein en Nueva York o Los Ángeles debían siempre llevar siempre preservativos e inyecciones contra la disfunción eréctil para su jefe.