/ miércoles 30 de enero de 2019

¡El tango es su vida!

La maestra de tango, Dalila García quiere dar algo a la sociedad culturalmente al compartir su arte y formar una milonga en el puerto

Mazatlán, Sinaloa.- Dalila García, originaria de Etchojoa, Sonora, actualmente es maestra de tango del Museo de Arte de Mazatlán e invita a los amantes del género a participar en la ‘Milonga, Ven a Bailar Tango’, en la cual dará una exhibición junto al tanguero Fernando Bermúdez, el viernes 1 de febrero, de las 16:00 a las 19:00 horas, en el Museo de Arte. La entrada es totalmente gratis.

El primer contacto de Dalila García con el tango inicia escuchando la música de Gardel, y pensaba, que era algo muy lejano aprender a bailarlo, porque vivía en un pueblo, y que tenía que ir hasta Argentina a aprenderlo. La profesora nos comparte cómo se enamora de la música y danza característica del Mar de la Plata, Argentina.

Puedes leer: Los Ángeles Azules se alistan para conciertos en el Auditorio Nacional

Se mueve a Phoenix, Arizona, Estados Unidos cuando tenía 20 años para aprender inglés y se encuentra con el tango en un restaurante español. Escuchó la música, ella salía de comprar en el súper, va y deja su mandado, regresa y se acerca: ¡Era una milonga!, la que se estaba llevando a cabo, pidió información y comenzó inmediatamente.

Tomó clases por meses, e inmediatamente se unió a la milonga, a la comunidad del tango. La milonga es donde tú bailas y practicas todo lo que aprendes. Las clases eran dos veces por semana y al igual que las milongas. Después de seis meses sintió que ya sabía bailar.

Puedes leer: Se encuentra listo cartel luchistico de 14 quilates en la cancha Germán Evers

Tiempo después se muda a Tucson, Arizona y se une a la comunidad del tango del lugar, la cual era muy activa. Luego se va a Colorado y sigue contactando milongas.

CONDICIÓN FÍSICA

“El tango de salón no es tan exigente físicamente al principio pero si quieres hacer pasos con adornos más exagerados como para hacer una exhibición para tango de escenario sí necesitas las bases. Sí toma tiempo, mucha dedicación. Por eso es muy importante ir a las milongas”, comparte la bailarina.

Regresa a Sonora, México 10 años después. Se aparta del tango un tiempo y decide venirse a Mazatlán, trabaja en centro de rehabilitación como consejera en Oceánica y Despertanza, y hace aproximadamente un año arranca con las clases de tango de Mazatlán.

“Yo sabía bailar y el tango se vuelve algo orgánico, tú respondes cuando bailas con otra persona que no conoces. Pero enseñar es otra cosa”, comparte Dalila.

Es ahí que comienza a prepararse, a ir a festivales, a tomar clases privadas para que me enseñen a enseñar. “Porque una cosa es saber bailar pero cómo lo explicas. A parte que todos aprenden de diferente manera”, aclara.

“Yo me moría por una comunidad. Yo más que nada estoy haciendo esto porque quiero que haya una comunidad de tango en Mazatlán”.

“Porque si yo quería bailar me tenía que ir a México, Guadalajara, Durango, donde hay unos maestros grandiosos, una comunidad muy bonita, a los festivales de San Miguel de Allende, Guanajuato. Y dije, yo lo puedo hacer, estoy comprometida, si quiero una comunidad la tengo que nutrir, tengo que estar presente y a estos alumnos darles este espacio. Por eso es la necesidad de hacer una milonga. No es nada dar clases y te vas para tu casa.

Su objetivo principal es dar algo a la sociedad culturalmente. Dalila se siente muy contenta por esto.

Los alumnos de la maestra Dalila son en su mayoría de la tercera edad. Las mujeres son las que más buscan las clases de tango.

EL ESTIGMA

“No se necesita pareja. Yo de pronto la hago de líder, de hombre para practicar con las personas que no traen pareja. En la clase los rota para que todos aprovechen”. Porque cuando vayan a las ciudades donde hay tango, milonga, solos se presentan y te van a sacar a bailar con el cabeceo, es un baile improvisado y cuando adquieren la técnica, de ahí salen miles de variedad de pasos.

El tango lo puede bailar cualquiera, no necesitan tener una condición muy grande, es tango de salón.

CLASES

Martes y jueves de 5 a 6 de la tarde. La edad no importa. Costo de inscripción, 200 pesos y la mensualidad son 500 pesos. Son en total ocho clases al mes. La vestimenta para las clases es lo más cómodo que puedan. Los zapatos que no se peguen al piso. Un zapato liso.

PRIMER FESTIVAL DE TANGO EN MAZATLÁN

Se realizará el 22, 23 y 24 de febrero, el primer congreso de tango en el puerto. Lo organizan los amigos tangueros de Durango y Dalila García.

CONTACTO: d76lila@hotmail.com y el whatsapp es 64 44 20 40 44

Mazatlán, Sinaloa.- Dalila García, originaria de Etchojoa, Sonora, actualmente es maestra de tango del Museo de Arte de Mazatlán e invita a los amantes del género a participar en la ‘Milonga, Ven a Bailar Tango’, en la cual dará una exhibición junto al tanguero Fernando Bermúdez, el viernes 1 de febrero, de las 16:00 a las 19:00 horas, en el Museo de Arte. La entrada es totalmente gratis.

El primer contacto de Dalila García con el tango inicia escuchando la música de Gardel, y pensaba, que era algo muy lejano aprender a bailarlo, porque vivía en un pueblo, y que tenía que ir hasta Argentina a aprenderlo. La profesora nos comparte cómo se enamora de la música y danza característica del Mar de la Plata, Argentina.

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Se mueve a Phoenix, Arizona, Estados Unidos cuando tenía 20 años para aprender inglés y se encuentra con el tango en un restaurante español. Escuchó la música, ella salía de comprar en el súper, va y deja su mandado, regresa y se acerca: ¡Era una milonga!, la que se estaba llevando a cabo, pidió información y comenzó inmediatamente.

Tomó clases por meses, e inmediatamente se unió a la milonga, a la comunidad del tango. La milonga es donde tú bailas y practicas todo lo que aprendes. Las clases eran dos veces por semana y al igual que las milongas. Después de seis meses sintió que ya sabía bailar.

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Tiempo después se muda a Tucson, Arizona y se une a la comunidad del tango del lugar, la cual era muy activa. Luego se va a Colorado y sigue contactando milongas.

CONDICIÓN FÍSICA

“El tango de salón no es tan exigente físicamente al principio pero si quieres hacer pasos con adornos más exagerados como para hacer una exhibición para tango de escenario sí necesitas las bases. Sí toma tiempo, mucha dedicación. Por eso es muy importante ir a las milongas”, comparte la bailarina.

Regresa a Sonora, México 10 años después. Se aparta del tango un tiempo y decide venirse a Mazatlán, trabaja en centro de rehabilitación como consejera en Oceánica y Despertanza, y hace aproximadamente un año arranca con las clases de tango de Mazatlán.

“Yo sabía bailar y el tango se vuelve algo orgánico, tú respondes cuando bailas con otra persona que no conoces. Pero enseñar es otra cosa”, comparte Dalila.

Es ahí que comienza a prepararse, a ir a festivales, a tomar clases privadas para que me enseñen a enseñar. “Porque una cosa es saber bailar pero cómo lo explicas. A parte que todos aprenden de diferente manera”, aclara.

“Yo me moría por una comunidad. Yo más que nada estoy haciendo esto porque quiero que haya una comunidad de tango en Mazatlán”.

“Porque si yo quería bailar me tenía que ir a México, Guadalajara, Durango, donde hay unos maestros grandiosos, una comunidad muy bonita, a los festivales de San Miguel de Allende, Guanajuato. Y dije, yo lo puedo hacer, estoy comprometida, si quiero una comunidad la tengo que nutrir, tengo que estar presente y a estos alumnos darles este espacio. Por eso es la necesidad de hacer una milonga. No es nada dar clases y te vas para tu casa.

Su objetivo principal es dar algo a la sociedad culturalmente. Dalila se siente muy contenta por esto.

Los alumnos de la maestra Dalila son en su mayoría de la tercera edad. Las mujeres son las que más buscan las clases de tango.

EL ESTIGMA

“No se necesita pareja. Yo de pronto la hago de líder, de hombre para practicar con las personas que no traen pareja. En la clase los rota para que todos aprovechen”. Porque cuando vayan a las ciudades donde hay tango, milonga, solos se presentan y te van a sacar a bailar con el cabeceo, es un baile improvisado y cuando adquieren la técnica, de ahí salen miles de variedad de pasos.

El tango lo puede bailar cualquiera, no necesitan tener una condición muy grande, es tango de salón.

CLASES

Martes y jueves de 5 a 6 de la tarde. La edad no importa. Costo de inscripción, 200 pesos y la mensualidad son 500 pesos. Son en total ocho clases al mes. La vestimenta para las clases es lo más cómodo que puedan. Los zapatos que no se peguen al piso. Un zapato liso.

PRIMER FESTIVAL DE TANGO EN MAZATLÁN

Se realizará el 22, 23 y 24 de febrero, el primer congreso de tango en el puerto. Lo organizan los amigos tangueros de Durango y Dalila García.

CONTACTO: d76lila@hotmail.com y el whatsapp es 64 44 20 40 44

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