Escuinapa, Sin.- El color renegrido de la piel de sus manos y pies, generado por lo caliente de los rayos del sol, es el reflejo del trabajo que don Ignacio Gómez Flores ha realizado a lo largo de su vida en la producción artesanal de sal en Escuinapa.

La producción de sal en el municipio, hasta hace cuatro o cinco décadas, representó para muchas familias una forma de vida, ya que esta era una de sus actividades de mayor importancia, la cual se encuentra reflejada en el escudo escuinapense.

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Una de las familias que desde esas épocas se ha dedicado a la producción de la sal y que es prácticamente la única que sigue con esta dura labor es la comandada por don Ignacio, quien tiene su rancho salinero entre La Estacada y Celaya, rumbo al valle de Escuinapa.

Don Nacho cuenta que desde muy niño tiene el gusto por la producción de sal, oficio que llevó a cabo su padre, don Cheno (DEP) y que aún lo sigue realizando su hermano Nicho (Dionisio) Gómez.

Entre sus recuerdos de infancia comenta que por los meses de febrero iniciaban a montar los ranchos salineros, siendo alrededor de 40 los que se conformaban cada temporada, que es de febrero hasta finales de mayo.

"Estábamos chiquillos cuando andábamos corriendo aquí entre los montones de sal, nos mandaba la jefa a la escuela, pero no quería ir, yo prefería andar aquí ayudando en lo poco que podía, porque en ese entonces no tenía la fuerza suficiente para hacer mucho trabajo", dice.

Aunque esta actividad con el paso del tiempo ha ido desapareciendo por la falta de un buen mercado y precio, comenta que ellos se han mantenido en ella, ya que además de ser una tradición en su familia, es una alternativa de trabajo.

"Además de esto, nosotros nos dedicamos a la pesca, ya cuando se llega la temporada de veda del camarón es cuando están los tiempos buenos para venirnos a la sal, no es mucho lo que nos queda hablando económicamente, pero de ahí sacamos para comer y además de que es algo que hacemos con gusto, lo vemos como una herencia que nos dejó el jefe".

En la actualidad, en el rancho "El Cuarrán" que es donde ellos laboran, se encuentran trabajando su hermano Dionisio, además de dos sobrinos.

Además, mencionó que este año, dos sobrinos más de él, hijos de otros hermanos, optaron por montar otro rancho.

"Es la gente de nosotros la que trabaja esto de la sal, nos da gusto porque con ello vemos que cuando ya faltemos mi hermano y yo, hay la posibilidad de que los sobrinos sigan con este trabajo".

Producción

El tiempo que dura en producir la sal es un promedio de 20 días, por el proceso que conlleva hasta convertirla en grano.

El primer paso es obtener el agua salada que corre por las marismas de la zona, esta se pone a reposar un aproximado de cinco a seis días, posteriormente esta misma agua es acarreada con bombas hasta las heras, las cuales son construidas con hule negro, ahí mismo dura el agua otros tres o cuatro días donde se va cuajando el agua e inicia a formarse ya la sal.

Luego de que se forma la sal, esta se recoge y se hace montón, la cual se deja secar otros tres o cuatro días, para posteriormente ya ser encostalada y vendida.

Esta sal es apta para el consumo humano, ya que no lleva ningún químico para su elaboración.

Para saber

La temporada de producción de sal es de febrero a mayo.