Escuinapa, Sin.- En espera de ser el techo de las familias que migran al valle de Escuinapa a laborar en los campos agrícolas del sur de Sinaloa durante la temporada de hortalizas, así se encuentra el albergue de Teacapán, un proyecto al que se le han invertido más de 10 millones de pesos en los últimos cinco años y que no se ha podido echar a andar en el municipio.
El proyecto, que contemplaba albergar a más de 100 familias de jornaleros migrantes, surgió por allá del año 2018, como una gestión de la entonces alcaldesa interina de Escuinapa, Fernanda Oceguera Burques, quien en su momento informó que el costo de este proyecto social sería de alrededor de 12 millones, aportados por la Secretaría de Desarrollo Social.
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Fue en agosto del 2018, con Hugo Enrique Moreno Guzmán en la Presidencia Municipal de Escuinapa, cuando se dio el banderazo oficial de esta obra que se edificó en un predio ubicado a un costado de la carretera estatal Escuinapa-Teacapán, a escaso un kilómetro del acceso a la sindicatura de Teacapán.
Ya durante la gestión de Emmett Soto Grave (2018-2021), cuando se iniciaron en forma los trabajos para la construcción de este albergue, el cual tuvo un proceso de ejecución de alrededor de un año. El proyecto se entregó en el 2019.
Luego de haber quedado listo, a lo largo del 2020 y el 2021, Soto Grave dio distintas fechas para echar andar el inmueble, que al final de cuentas solamente tiene la capacidad para recibir a 50 familias, pero la tan anhelada puesta en marcha nunca llegó.
La administración municipal de Emmett Soto Grave y la estatal de Quírino Ordaz Coppel llegaron a su fin en octubre del 2021 y el proyecto al que se le invirtieron más de 10 millones de pesos quedó en el abandono total y sin ser aprovechado, ya que nunca contó con el servicio de energía eléctrica y agua potable.
Actualmente ha transcurrido ya un año y medio de la administración de Blanca Estela García Sánchez, en la cual ya se le aplicó un recurso de poco más de medio millón de pesos para poder rehabilitar los daños causados por el abandono en el que está; se había puesto como fecha probable de apertura el pasado mes de febrero, pero no se concretó.
La temporada de hortalizas en el valle se encuentra ya en su etapa final y esas familias que requieren de un espacio digno para vivir no pueden utilizar el albergue que se encuentra plantado como una obra de la corrupción y la impunidad.
Al sur de Sinaloa arriban cada año alrededor de 13 mil personas que son jornaleros migrantes, de los cuales se estima que el 40 por ciento son menores de edad.
Los primeros días del mes de septiembre que es cuando inicia la temporada de trabajo en los campos agrícolas de Escuinapa, es la fecha en la que inicia el arribo de cientos de familias que acuden en búsqueda de empleo.
Ellos permanecen en este lugar durante varios meses, la mayoría hasta el mes de mayo del siguiente año, que es cuando concluye oficialmente la temporada de cosecha de hortalizas.