Escuinapa, Sin.- El llevar el pan de cada día a la mesa del hogar para muchos no es una tarea fácil, por el esfuerzo y trabajo que esto implica al tener que ganarse el sustento económico en la labor o el oficio que la vida les dio.
En Escuinapa, uno de los oficios al que muchos hombres se dedican es al de "colador" o también conocido como "vaciador", quienes son los que se encargan de echar el concreto en las diversas obras que se tienen en el municipio, un trabajo que requiere de mucho esfuerzo, físico principalmente.
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Adrián Cedano Ornelas, mejor conocido como "El Gori", es uno de esos tantos hombres que por muchos años se ha dedicado al duro oficio de "colador", el cual ha sido el sustento de su hogar.
Fue hace casi treinta años, cuando por invitación del ya finado y bien conocido Neto Ruiz "El Cuachi", se sumó a la cuadrilla de vaciadores liderada por él. Desde entonces a la fecha se ha dedicado a esta dura labor.
"En ese entonces estaba joven y con toda la energía, en una ocasión ‘El Cuachi’ me invitó a ir a aventar un colado y pues ahí salió para comer, de ahí ya me sumé a esa cuadrilla", dice.
Aunque reconoce que siempre supo que se trataba de un trabajo difícil y que requería de mucho esfuerzo físico, no “se rajó" y le siguió de frente.
"Antes corría uno con los botes (llenos de concreto) en el hombro, salíamos y no se sentía el cansancio, había la fuerza de un joven", comenta.
Entre los cientos de colados o vaciados en los que ha participado a lo largo de su vida, como en todo trabajo, le han pasado situaciones adversas, como accidentes que le han dejado marcada la vida.
"Muchas caídas con el bote en la espalda, termina lastimado uno, pero tenemos que seguirle, aquí no tenemos ninguna seguridad, cuando nos llega a pasar algo, entre nosotros mismos los compañeros nos echamos la mano, nos cooperamos de la misma chamba para alivianar a quien lo ocupe", afirma.
Uno de esos incidentes le sucedió hace poco más de 10 años aproximadamente, cuando en un colado que estaban echando en una obra en la zona centro del municipio, alcanzó unos cables de alta tensión y recibió una fuerte descarga eléctrica.
"Bien me acuerdo, que levanté las manos y alcancé a agarrar unos cables, me aventaron como a diez metros, me levanté un poco mareado, pero con la boca reventada, un dedo y la planta de uno de los pies también reventados. En esa ocasión duré varios días sin trabajar", recuerda.
El paso de los años ya le ha cobrado factura a "El Gori", ya que comenta que ahora con casi 57 años de edad, se siente el cansancio después de cada trabajo que realiza.
"Ya de un tiempo para acá ya siento el cansancio del trabajo, llego a la casa y me recuesto a descansar un rato, pero de todas maneras no me rajo, cualquier vaciado de 100 o 150 sacos que requiere de cuatro o cinco horas de trabajo, me lo aviento", destaca.
El oficio de colador es algo que identifica a los Cedano, ya que Adrián "El Gori" se acompaña de su hijo, un hermano y un sobrino, quienes forman parte de la misma cuadrilla.
El Sindicato de Albañiles de Escuinapa tiene actualmente 109 agremiados, pero en el municipio existen muchas más personas que se dedican al oficio de la construcción.
Durante los primeros meses de 2023 el sector ha tenido trabajo, pero en las últimas semanas de junio ha bajado considerablemente, según cálculos del tesorero del sindicato, Francisco Osuna.
Una de las causas es que el Ayuntamiento no se acerca a este sindicato para invitarlos a trabajar en las obras que se realizan en el municipio.
Esta situación lleva ya más de tres administraciones, por lo que el trabajo en el ramo de la construcción se ha vuelto muy inestable.
En familia
A Adrián "El Gori" lo acompañan en su trabajo su hijo, un hermano y un sobrino, quienes forman parte de la misma cuadrilla en la obra
Datos
30 años en el oficio de colador lleva “El Gori” en Escuinapa
109 agremiados tiene actualmente el Sindicato de Albañiles de Escuinapa